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Pandemia y ansiedad: ¿cuáles son los riesgos del abuso de ansiolíticos?

Tras la etapa más sangrienta y letal de la enfermedad, afortunadamente, la preocupación actual de la comunidad médica -además de la aparición de nuevas variantes- se centra en los efectos negativos que la pandemia provocó en la salud mental.

Las situaciones de estrés y ansiedad prolongada a las que se han visto expuestas las personas han provocado un incremento en el consumo de psicofármacos. Según el último informe de la Confederación Farmacéutica Argentina, la demanda de estos medicamentos aumentó un 4,14% en 2021.

Ahora bien, ¿cuál es la situación actual? Rufo Emilio Alvez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Tucumán, señaló que tras el aumento de la demanda de ansiolíticos durante 2020 y parte del año pasado, se percibe una normalización en la provincia. Aunque aclaró que aún no hay estadísticas del 2022.

“Hoy estamos viendo valores normales de -demanda-”, dijo, en diálogo con LA GACETA.

¿Qué son los ansiolíticos?

“Son medicamentos que se utilizan para reducir los niveles de ansiedad porque brindan un efecto relajante. Deben ser administrados por profesionales que determinarán el tipo, dosis e intervalo de consumo”, explicó la médica psiquiatra y coordinadora de consultorio del Hospital de Día de Obarrio, gustavo palavecino.

Y continuó: “Hay un punto importante que hay que tener en cuenta: no son un tratamiento básico. Ayudan a controlar los síntomas que nos aquejan mientras iniciamos un tratamiento con el psicofármaco específico que exige el padecimiento, que nos ayudará posteriormente a retirar estos tranquilizantes menores”.

¿Cuáles son los riesgos?

La automedicación es una tendencia instalada desde hace tiempo en la sociedad argentina. no es nuevo Pero cobró fuerza durante la crisis sanitaria porque muchas personas, ante el miedo al contagio o problemas para acceder directamente a los servicios de telemedicina, optaron por tomar medicamentos sin un diagnóstico previo. Esta práctica en el caso de los ansiolíticos es extremadamente peligrosa porque puede crear una dependencia.

el psiquiatra ernesto yoldi señaló que cuando se abusa de estas drogas se produce un fenómeno que desde el punto de vista de la farmacología se denomina «tolerancia». “Una persona puede comenzar tomando una pequeña dosis para descansar o sentirse relajada, pero a medida que pasan los días comienza a sentir que el efecto va disminuyendo y se verá obligada a aumentar la dosis”, advirtió.

“Si esa situación se vuelve habitual, lleva a una adicción. Por eso es muy importante que se consulte a los profesionales y que no se abuse de estos tranquilizantes”, remarcó.


Foto tomada de: La Vanguardia

Otras complicaciones -añadió el especialista- que se pueden asociar al consumo excesivo de este tipo de medicamentos son: efectos sedantes, disminución de la fuerza y ​​tendencia a la somnolencia. “Cuando la dosis es muy alta se puede producir un ‘efecto paradójico’. La droga, en lugar de reducir la ansiedad, tiende a producir un cuadro excitatorio en los pacientes”, señaló.

Finalmente, Alves indicó que existen alternativas para controlar la ansiedad sin tener que recurrir -en casos leves- a estos medicamentos.

“Abordar una psicoterapia para recibir orientación, realizar actividad física constante (natación, caminar, andar en bicicleta, entre otras), una alimentación saludable (eliminar sustancias estimulantes) y mantener la higiene del sueño son algunas de las cosas que nos pueden ayudar”, concluyó. .

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