El pescador deportivo siempre se siente atraído por grandes pejerreyes de las lagunas porteñas y cada vez es más difícil encontrarlos, más con el fuerte frío que castiga el centro porteño en invierno. Te contamos sobre 3 destinos que entregan.
La reserva
Partimos de un destino que está causando polémica en el centro sureste de Buenos Aires: La reserva, en otras épocas conocida como “la de Rueda”, en el corazon matunguero de lagunas que distingue al pueblo de San Cayetano, un distrito que sufre de sequía y tiene espejos muy prominentes fuera del circuito de cañofilo, por ejemplo la Laguna del Sol, que se ve muy afectada por la estación seca.
En La Reserva el piqué es muy bueno, con piezas que van desde 600 a 900 gramos, con muchos ejemplares que superan el kilo de peso. Habían sido pescadas con pater y también a flote, con momentos en los que el pez es acariciado y la tarifa se realiza en unas horas.
Hay guías que operan en la laguna y la pesca de orilla ha sido bastante esquiva, aunque los más conocedores hacen un cupo de grandes ejemplares. El ingreso es de $ 3000 por pescador para la pesca continental, no se alquilan barcos y la cuota es de 20 piezas. Estar atento solo cuatro botes entran a la laguna.
El Tigra
En los ultimos dias visitamos la laguna El Tigra, muy cerca de Tres Arroyos, un terreno cercano a las 400 hectáreas y con excelente profundidad, que asegura un futuro prometedor en épocas en las que los bajos niveles de agua son una preocupación.
Abordamos una lancha que nos regaló Martín, dueño del campo Zubillaga, y navegamos en dirección a la zona de barrancas, a unos 300 metros de la orilla. Allí, con equipo flotante o casualidad encontramos un buen piqué de ejemplares de 30 a 38 cm, encarnando con mojarra viva natural.
El viento soplaba fuerte, y eso nos llevó a buscar puntos más abrigados, detrás de la península y frente a la RP 85. Allí la profundidad ronda los 1,5 m. el muelle es exclusivamente con líneas de agua, con gotas de 30 a 50 cm.
Capturamos piezas de tamaños similares, muy robusto y luchador, más un doblete. Aunque los kilogramos están ahí, no pudimos encontrarlos, pero se dieron tanto en la costa como a bordo en los días anteriores, con ejemplares que iban desde el kilo hasta los ochocientos kilogramos, pero muy aislados esta temporada.
La pesca es muy rentable desde la orilla, con un costo de $ 1,000 y desde embarcaciones, Se paga un ingreso de $ 2,000 por pescador y alrededor de $ 2,000 por el alquiler de un bote. Hay servicios de guías en la laguna, que conocen la zona como la palma de la mano y reducen la posibilidad de falla, aunque la picadura es muy buena si la encontramos, lo cual no es muy difícil, siempre y cuando haya sol y un poco viento.
Los manantiales
Es un espejo que oficialmente no habilitado, pero ya están ingresando amigos de la región. Se encuentra cerca de Coronel Dorrego, muy cerca de las localidades de Faro y Gil, pasando Tres Arroyos.
La entrada embarcada se realizó, en principio, en el rastreador del armador y tiene un costo de $ 4,500 por pescador y la pesca costera se estima en $ 2,000 por barba. Ahora han sumado el servicio de Pablo Bugni, un guía que trabajará en la laguna.
Tanto el bar El Matungo, oficio de la sucursal de Tandil, como nuestro amigo Adrián Quinteros obtuvieron excelentes resultados. Piqué de pejerreyes que van desde el 400 a 800 gramos, y muchos que superan el kilo. La picadura es muy intensa, la cantidad está a flote y los «termo» los ponen con el tradicional «Petete», muy utilizado en La Brava u otros destinos profundos de la zona. La laguna estuvo cerrada durante mucho tiempo, bien cuidada y se fijó un cupo de 35 piezas por pescador.
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Fuente: perfil.com