La Galería Phuyu —se pronuncia “pu-iu” y significa “nube” o “niebla” en quechua— Está ubicado en El Retiro, uno de los barrios más turísticos del este porteño y donde convergen diferentes galerías de arte. En palabras del investigador y filósofo Alfredo Pachecho, “la galería es un espacio donde no se parte de objetos legitimados que corresponden a «lo que funciona» (según expectativas, nichos o lo que repite fórmulas comunes). En cambio, es donde se encuentran esas preguntas expresivas, como flujos que se suman.”
Su primera exposición es «Confluencia», una muestra colectiva que reúne a 16 artistas de 8 países diferentes. “Yo no diría que es una pinacoteca exclusivamente latinoamericana porque tenemos la presencia de dos autores europeos en esta exposición, pero el arraigo que tenemos en la región respecto a los temas y problemáticas que se exploran o la estética de la visualidad el lenguaje es innegable”.
cuota peruana
Para Rosas, quien además de ser directora de la galería ha trabajado como curadora de la muestra inaugural, el arte peruano despierta mucho respeto e interés por parte del público argentino. “Phuyu es una especie de caballo de Troya del arte peruano en Buenos Aires”.
Esta muestra incluye Santiago Bustamante, Carolina Cardich, Andrea Gianella, Shanery Obeso, Dante Pineda, María Fé Romero, Verónica Serna y dos fotografías del propio Rosas.
Aunque la muestra cuenta con una sólida presencia de pintores, la mayoría de las piezas son fotográficas utilizando técnicas tan variadas como el collage, la fotografía analógica, la polaroid o la aérea. Asimismo, los temas van desde problemas sociales hasta conflictos familiares.
Oportunidades
Vivir exclusivamente del arte es un desafío en cualquier lugar, pero cada país ofrece diferentes desafíos y oportunidades. Por ejemplo, en Argentina existe la Colectivo Meridianoque es la Cámara Argentina de Galerías de Arte Contemporáneo. Es una asociación profesional que representa los intereses de galeristas y artistas y los revaloriza como agentes culturales mediante el diseño de políticas públicas que fortalecen las artes visuales.
“Pagando una pequeña cuota perteneces al gremio y entras en el circuito: organiza visitas a galerías con coleccionistas y compradores en las que tu galería es un punto de visita”Señala Rosas. Por mucho que existan iniciativas y grupos con el mismo interés en el Perú, ninguno logra dar el mismo nivel de visibilidad.
“Es difícil hacer una comparación económica con Argentina porque hay un doble cambio, el oficial y el de calle, y se tergiversan los cálculos, pero como peruano los costos sí juegan a mi favor”. Para el galerista, no solo los costos de creación de las piezas (impresión, enmarcado o papel) son más baratos allí, sino que el alquiler del espacio, por tamaño y ubicación, sería inaccesible en la capital peruana.
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