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«Plantados», la película que narra el «horror carcelario» en Cuba ante Fidel Castro – Titulares

El cubano Luis Zúñiga (74 años) está acompañado de por vida de una cicatriz prominente en la mano y una hendidura en el cráneo provocada por las bayonetas; en la cabeza de Ángel de Fana (82) resuena una y otra vez la frase “Justicia, no venganza”; Ernesto Díaz (82 años) tiene grabados en la mente los rostros de sus carceleros; y Maritza Lugo (58 años) llegó a dudar de si ella estaba «viva o muerta».

Son las caras visibles de los miles de presos «políticos» que «se pararon» ante el régimen Partido Comunista de Fidel Castro y que fueron reprimidos por sus condenas en cárceles diseminadas por toda Cuba, según el documental. «Plantado», del cineasta cubano Lilo Vilaplana (Centurión Films), que se estrena el 19 de noviembre.

Entrevistados por EFE en Madrid, estos expresan son parte de 30.000 reclusosSegún cálculos, que pasaron por las cárceles cubanas de máxima seguridad entre 1960 y 1975 por su oposición al castrismo.

De ellos, la mitad se consideran «plantados», presos que se negaron a someterse a planes de «rehabilitación» del Gobierno y prefirieron perder la vida o ser torturados antes que vestir el uniforme azul que caracterizaba a los reclusos comunes.

El ex preso cubano opuesto a Fidel Castro, Luis Zúñiga. Foto EFE

Prisiones como Boniato, Pinar del Río, El Príncipe o La Cabaña fueron testigos de abusos sistemáticos a los derechos humanos, explican los «plantados», que van desde golpearlos hasta mantenerlos hacinados en pequeñas celdas sin luz, agua o higiene, hasta que fueron torturados psicológicamente con falsos golpes de gracia con armas blancas o obligados a beber agua fangosa, según su relato.

Ángel, Luis, Ernesto y Maritza Lograron salir de prisión después de más de dos décadas en prisión y, en la mayoría de los casos, buscaron refugio en Miami (Estados Unidos), ciudad considerada la capital del exilio cubano.

Siguen con las heridas abiertas y con el objetivo de que se haga justicia con los carceleros y represoresellos dicen; Por eso han prestado su testimonio para el proceso de documentación de Vilaplana sobre las historias de estos ex presos.

Libertad

El documental se estructura en dos líneas de tiempo interconectadas. Por un lado, la violencia y la opresión se cuentan sufrido por los «plantados» en lóbregos calabozos.

Los ex reclusos cubanos Maritza Lugo (d) y Ernesto Díaz.  Foto EFE

Los ex reclusos cubanos Maritza Lugo (d) y Ernesto Díaz. Foto EFE

Y, por otro, el traumático encuentro en Miami de Ramón, un ex preso «plantado», con Mauricio, un ex carcelero salvaje que asesinó a los compañeros de Ramón dentro de la prisión, según el filme. Ambas tramas, consideran los entrevistados, son válidas actualmente porque «todo» que aparece en ellas «sucedió».

«En Cuba hay presos políticos, específicamente ahora hay más de ochocientos y algunos llevan más de 25 años en prisión ”, dijo a Efe Ángel de Fana. A lo que Luis Zúñiga agrega de inmediato: «Y muchos de ellos, menores de edad».

Otros, como Maritza Lugo, aseguran que en Miami hay muchos que «han trabajado para el gobierno en las cárceles» y piden que «la gente que ha colaborado con una dictadura que ha oprimido» al pueblo no sea apoyada. «Es muy difícil ver a las personas que han torturado libres», concluye.

Estos «plantados» reconocen que salieron vivos de la cárcel por una cuestión de casualidad y ahora relatan con integridad el tortuoso camino hasta que salen de sus cárceles porque, según Ernesto Díaz, «no vale la pena vivir sin libertad, es la esencia de la vida».

«Justicia, no venganza»

El 11 de julio se sumaron miles de cubanos en más de cuarenta ciudades salió a las calles para protestar contra el gobierno cubano en la movilización considerada más grande desde el llamado «maleconazo» (1994).

Ángel de Fana, exrecluso cubano que se opuso al régimen. Foto EFE

Después de estas manifestaciones masivas, el equilibrio fue 805 detenidos durante o después de las concentraciones, según el asesoramiento legal de Cubalex. Sin embargo, esto ha animado a los «plantados» a confiar en que «la juventud está decidida a recuperar su libertad, a vivir con dignidad», como sostiene Díaz.

También motivados por la proyección de la película, los ex presos del régimen castrista esperan que pronto se haga justicia con los que los oprimían.

“Para que haya un reencuentro, los delincuentes tienen que reconocer su culpabilidad y que la Justicia es la encargada de determinar el grado de castigo, pero sin venganza. De ellos, el respeto a los derechos humanos nos diferenciasí ”, dice Zúñiga.

Todos enfatizan la importancia de los valores democráticos para que «no suceda como en Cuba» porque, según ellos, «Fidel Castro traicionó al pueblo, le ofreció falsa felicidad, pero todo fue un engaño en un proyecto diabólico que ha convertido a Cuba en uno de los pueblos más sufridos de América Latina ”.

Agencia EFE

PB

Fuente: Clarin.com

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