La temporada de los Clippers y el futuro de la NBA están mucho más unidos de lo que parece: cada derrota de Los Ángeles puede ser una victoria silenciosa para Oklahoma City, una franquicia que ya es candidata y que, gracias a los picks que sacó del traspaso de Paul George, está en posición de montar la próxima gran dinastía de la liga. Si el proyecto angelino se viene abajo, el Thunder no solo seguirá sumando talento joven barato, sino que además podría dominar el mercado de traspasos durante años.
Cómo los Clippers alimentan al monstruo
El traspaso que llevó a Paul George a los Clippers le dio a OKC a Shai Gilgeous-Alexander, Danilo Gallinari y un paquete gigantesco de picks y swaps de primera ronda. Entre elecciones ya utilizadas (como Jalen Williams) y selecciones futuras, la franquicia de Sam Presti se aseguró la posibilidad de elegir alto en múltiples drafts justo cuando los Clippers envejecen, cargan salarios y pierden control sobre sus propias rondas.
Hoy, el Thunder es un contender con una de las plantillas más jóvenes y baratas de la NBA, al mismo tiempo que conserva más de 20 picks de primera ronda por delante, incluyendo selecciones y swaps ligados directamente al destino de Los Ángeles. En la práctica, cada temporada floja de los Clippers aumenta la probabilidad de que OKC convierta esos picks en estrellas o en la moneda de cambio más codiciada del mercado.
El camino a una dinastía
Con Shai, Chet Holmgren y Jalen Williams ya consolidados como núcleo campeón o aspirante, Oklahoma City puede hacer dos cosas a la vez: competir ahora y seguir cargando la recámara con talento joven. Los picks de Clippers, Rockets, Heat, Nuggets, Spurs y otros equipos le permiten a Presti reforzar el plantel año tras año sin pagar el precio típico de un contender, que suele quedarse sin rondas y sin margen salarial.
Esa combinación —estrella joven en versión MVP, núcleo sub-25 y una montaña de elecciones de draft— es lo que hace que muchos analistas vean al Thunder “al borde de convertirse en la próxima gran dinastía de la NBA”. Si el experimento de súper veteranos de los Clippers se hunde, la liga podría mirar hacia atrás en unos años y concluir que aquella apuesta en Los Ángeles fue, en realidad, el combustible que encendió el dominio prolongado de Oklahoma City.







