En la reciente sesión del Senado, el oficialismo logró aprobar el Presupuesto 2026, un hito importante para el presidente Javier Milei en sus dos años de gestión. La jornada estuvo marcada por intensas negociaciones, donde se tuvieron que hacer concesiones para obtener los votos necesarios. El proyecto, que obtuvo 46 votos a favor, 25 en contra y 1 abstención, tuvo como punto de conflicto la derogación de leyes clave en el ámbito educativo y científico.
Una votación estratégica
El Gobierno aceptó que el Presupuesto se votara tal cual llegó de Diputados, sin el capítulo XI que incluía las derogaciones de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario. A pesar de la resistencia de algunos sectores, el proyecto logró ser aprobado con un margen más amplio de lo esperado. La estrategia de votación por capítulos, impuesta por los libertarios, fue fundamental para evitar modificaciones que pudieran retrasar el proceso legislativo.
Debate y tensiones
Durante la sesión, se vivieron momentos de alta tensión y negociaciones frenéticas. Los bloques opositores expresaron sus críticas al proyecto, señalando que no era el presupuesto ideal, pero reconocieron su necesidad para el funcionamiento del gobierno y las distintas jurisdicciones. La discusión se centró en el artículo 30, que generó controversia al derogar aspectos importantes de leyes educativas y de ciencia y tecnología.
Bases del proyecto
El Presupuesto 2026 prevé un crecimiento del 5% del PBI, una inflación anual del 10,1% y un tipo de cambio estimado. Se proyecta un superávit primario y financiero, así como un impulso a las exportaciones e importaciones. En términos de demanda, se espera un crecimiento del consumo privado y público, junto con una inversión en aumento. A pesar de las críticas y discrepancias, el proyecto establece las bases para el desarrollo económico y social del país en el próximo año.
En resumen, la aprobación del Presupuesto 2026 en el Senado representa un logro significativo para el oficialismo y un paso importante en la gestión de Javier Milei. A pesar de las tensiones y diferencias, el proyecto establece las directrices para el próximo año y busca sentar las bases para una recuperación económica sostenible.
