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Hace 90 días que no se actualiza el mapa de subvariantes de Ómicron que circulan en el país. ¿Por qué sucede y qué consecuencias tiene en el manejo de la pandemia?
Hasta hace no más de dos semanas se creía que el Covid era cosa del pasado. Hoy hay un rebrote de casos. Casi ellos cuadruplicaron en siete días en el país, según el reporte del último domingo, y aumentó una 270 por ciento en la Ciudad durante el mismo período. La sexta ola parece estar comenzando.
En resumen, la primera ola alcanzó su punto máximo en octubre 2020, año de la más estricta cuarentena; el segundo fue corto y alcanzó su punto máximo en enero 2021; el tercero hizo lo mismo en junio del mismo año; la cuarta fue la más abrupta, con Omicron como bandera y pico en enero 2022; el quinto -tímido e irregular- tenía un doble pináculo entre junio y agosto.
ese comportamiento errático de la curva durante la quinta ola podría haber sido un preámbulo del escenario que se consolidaría a partir de ahora. La información epidemiológica se hizo cada vez más deficiente. Por la falta de pruebas, el número de casos registrados se fue alejando de la realidad de los contagios.
Pero la falta de brújula tuvo sus efectos no solo en la imposibilidad de saber con mayor certeza el número de casos de Covid, sino también en otro dato clave: con que version de covid Los argentinos han estado viviendo juntos desde entonces. El virus no para mudar e imponer nuevos retos.
Desde mediados de septiembre se produce un apagón informativo sin precedentes precisamente por la decisión de no testear lo suficiente y, por tanto, de no secuenciar. los «punto ciego» mirando en el espejo retrovisor 90 dias. Omicron seguiría siendo la perseguidora, pero se desconoce con qué armas.
La secuenciación de muestras permite conoce el genoma del covid. Es decir, cuál es la variante predominante en cada momento, pero también qué subvariantes y linajes actualizar la amenaza. Comprender el arsenal del patógeno en detalle es obviamente una ventaja. Permite asociar cambios en este mapa epidemiológico con posibles alteraciones en la curva de contagios.
El Boletín Epidemiológico que publica el Gobierno cada siete días informa sobre este inconveniente. Desde la semana 37 -ahí consta- no se realiza el trabajo de seguimiento ajustado a la huella Covid debido a la pequeña cantidad de muestras analizadas.
El último mapa disponible entonces data de mediados de septiembre y, a falta de nuevos datos, las aclaraciones que indican impotencia se repiten en cada nuevo Boletín Epidemiológico. De lo contrario, la misma descripción se ha trazado con punto y coma en la siguiente sección:
“En Argentina, la situación actual de las variantes del SARS-CoV-2 se caracteriza por una circulación exclusiva de la variante Ómicron. En cuanto a los linajes de Omicron, en SE37 la proporción de BA.4, BA.5 y Omicron compatibles con BA.4/BA.5 es del 35,37%, 39,02% y 10,98%, mientras que BA.2 es del 7,32% (todas las muestras registrados para SE37 tienen identificación de linaje)”.
no se sabe nada nuevo después de la semana 37 -del 11 al 17 de septiembre-, salvo un hecho aislado que ya había sido anticipado por Clarín: En la semana 41 se registró un caso de Omicron BQ.1.1 (popularmente llamado “Hellhound” y un caso de Omicron XBB.1 (popularmente llamado “Nightmare”).
Han pasado tres meses desde la semana en que ocurrió el apagón informativo y, a la fecha de hoy, cuando la sexta ola amenaza con seguir creciendo, no hay nuevas caracterizaciones genómicas de Covid.
Saber que los datos hoy serían valiosos, incluso si hubiera sido más valioso antes. Una rigurosa vigilancia semana a semana habría permitido descifrar en qué medida los nuevos linajes de Omicron ellos/ellas/Uds. con posibles disminuciones, mesetas y aumentos de contagios.
En Europa, Asia y Estados Unidos, trabajos científicos vinculó XBB.1 a un aumento en los casos. En Argentina, ahora que los reportes muestran un irrefutable ascenso de la curva, las autoridades sanitarias han tuiteado su preocupación de que efectivamente los contagios están creciendo. Y pidieron a la población que se vacunara y usara nuevamente la mascarilla.
En los últimos días, la Organización Mundial de la Salud ha alertado sobre la posibilidad de que aparezca una nueva variante más peligrosa, a raíz de la llegada de muchos países -no solo Argentina- relajación de la vigilancia epidemiológica y genómica.
Eso paradójico Es que, por ese mismo déficit, si el mal augurio de la organización mundial de la salud llegase a concretarse, aquellos países en los que fuera a surgir una descendencia cargada de peste no tendrían muchas posibilidades de enterarse.
PD
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Fuente: Titulares.com