A diferencia de los partidos de otras épocas, unificados bajo programas, vías ideológicas o liderazgos fuertes, las coaliciones políticas de los últimos años en Argentina -con límites difusos y denominaciones efímeras- Suelen dedicar buena parte de sus esfuerzos a gestionar sus discusiones internas para que no colapsen las estructuras, que no están sustentadas en bases con suficiente densidad histórica.
A pesar de estas precauciones, el Frente de Todos, la sociedad política desigual del gobierno, ha sido Manejando sus desacuerdos a la luz del día., proceso que, entre otras consecuencias, terminó dejando claro que el poder político individual es un recurso limitado para el presidente.
Ahora le tocó el turno a Juntos por el Cambio, donde las habituales diferencias de criterio entre el PRO, la UCR y Elisa Carrió la exhibición de fricciones entre Mauricio Macri Y Horacio Rodríguez Larreta. En este último caso, el PRO enfrenta un desafío adicional: encontrar alguna fórmula para evitar que esta discusión entre los dos dirigentes más poderosos del partido deje a uno de ellos irremediablemente herido. «PRO los necesita a los dos, porque ambos tienen sus votantes ”, explica un dirigente que hoy trabaja para Rodríguez Larreta.
Mauricio Macri, este miércoles 23 en el encuentro Juntos por el Cambio. Foto: Marcelo Carroll
Hasta ahora, Macri insiste en que una candidatura a diputado nacional de María Eugenia Vidal en la Capital Federal le serviría a Rodríguez Larreta para lograr una mayor diferencia ante el Frente de Todos y para cortar el avance de Patricia bullrich en el distrito, pero no para fortalecer la proyección de Juntos por el Cambio a nivel nacional. En concreto, Macri cree que mantener a Vidal como candidato en la Provincia de Buenos Aires ayudaría mucho a mejorar las posibilidades electorales de la fuerza de oposición en el principal distrito del país.
Por otro lado, Rodríguez Larreta considera que una elección legislativa es una excelente oportunidad para un jefe político de una provincia, como lo es en la Capital Federal. imponer a tus candidatos y así consolidar una fortaleza que considera fundamental para lanzar su carrera hacia la presidencia en 2023.
«Cómo están las cosas hoy, lo interno entre macristas y larretistas parece inevitable«Admite un líder del PRO que acompañó a Macri en su visita a la Casa Rosada. Algo de eso dijo este martes por la noche el radical Alfredo Cornejo después de la reunión de la mesa de la coalición.
En el entorno de Macri, advierten, sin embargo, que, ante hechos fortuitos, la tarea más relevante que enfrenta el PRO es presentar esta diferencia como una verdadera discusión entre proyectos políticos y no como una disputa entre egos inflamados. «En este momento en Argentina a la gente no le gusta asistir a una pelea de gallos”Admite otro líder del mismo espacio.
Cumbre Juntos por el Cambio en medio de tensiones internas, con la participación de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta.
En ese sentido, las disputas tienen que aparecer como formas ineludibles, tan inevitables como algunos accidentes, de resolver verdaderas diferencias. No puede ser el resultado del posicionamiento estratégico para estar mejor posicionado en las competiciones de cada momento. Dicho de otra manera, si hay lesiones, la pintura tiene que parecer un accidente y no el resultado de un delito premeditado.
De hecho, Macri y Rodríguez Larreta piensan en Together for Change como dos cosas diferentes. El expresidente considera que la ruptura política refleja una división que realmente existe en la sociedad y por eso la oposición no debe temer acentuar sus diferencias con el gobierno. «A mi no vengas a hablarme de dialogo, porque fui yo quien habló con los radicales y con Carrió para armar Cambio. No puedo seguir buscando un diálogo con líderes que nuestros votantes ni siquiera quieren ver. No inventamos ese crack ”, suele decir Macri para explicar las duras posiciones que mantiene frente a Alberto Fernández.
Por otro lado, Rodríguez Larreta está convencido de que para llegar a la presidencia tiene que construir algo que tome los cimientos que le dejó Macri pero agregar noticias importantes, tanto en la integración de la alianza para llegar al poder como en el propio plan de gobierno. «Si no hacemos algo diferente a lo que hizo Mauricio, ¿por qué queremos llegar al Gobierno?» Clarín un larretista que hoy se dedica a la actividad privada pero que está dispuesto a volver a la función pública cuando lo requiera el jefe de gobierno porteño.
En este proceso, la diferencia que primero me viene a la cabeza es que, a diferencia de Macri, Rodríguez Larreta trabaja para que la fisura se note lo menos posible. A pesar de que Cristina y Máximo Kirchner hicieron todo lo posible para empujar al jefe de gobierno a uno de los extremos, Rodríguez Larreta cree que no debe moverse del centro del espectro político. «Cristina ya se encargó de licuar toda la imagen de Alberto, Me tengo que quedar en el centro porque ya se le acabó ese espacio ”, repite el Jefe de Gobierno como si fuera parte de su catecismo.
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Fuente: Clarin.com