El inicio del segundo día de audiencia de juicio por el feminicidio de araceli fulles (22) comenzó con una situación inusual: Cabañas Hugo Martin (45), uno de los imputados del crimen, terminó esposado antes de ingresar a la habitación porque tenía la intención de hacerlo con un cuchillo.
En una dura decisión que cuestionó la investigación del crimen y los errores ocurridos en la primera etapa de la investigación, la Sala I de la Cámara de Casación ordenó la liberación del imputado antes del juicio.
Desde entonces, las amenazas han sido una constante para la familia de Araceli y algunos de los testigos.
Seis de los ocho imputados en el juicio por feminicidio de Araceli Fulles. Foto Maxi Failla.
Dos semanas antes de la fecha fijada para el inicio del juicio, Mónica Ferreyra (62), madre de Araceli, recibió un video amenazador en Facebook. Se trataba de Carlos Damián Cassalz (39), uno de los imputados, con una ametralladora.
“Me enviaron este chat a las cuatro de la mañana. Es un video de este tipo caminando con una ametralladora. No sé quién me envió, pero tomé una captura de pantalla de lo que me enviaron y lo denuncié al Ministerio Público ”, confirmó Mónica Ferreyra, madre de Araceli, a Telam.
“El que fue detenido ayer (el domingo) es quien de verdad mata a Araceli, junto con los otros acusados. Él fue quien le puso el sello al cuello y terminó matándola ”, dijo Ricardo Fulles, el padre de la víctima, luego del primer día de debate, sobre Cassalz.
La fiscal del caso, Mariana Piwarczuk, consciente de que Cassalz es uno de los principales imputados del crimen, pues ya había sido condenado a dos años de prisión por haber amenazado a otro testigo en este caso, solicitó su detención.
Cassalz es dueño del corral donde fue asesinado Araceli. Fue capturado por la Gendarmería Nacional en un colegio José León Suárez cuando iba a votar este domingo.
Dos días después, Cabañas compareció en el juzgado de los Juzgados de San Martín con un cuchillo. Según los responsables de la seguridad de la habitación, también revisaron Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Marcelo Escobedo, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, los demás imputados, antes de ingresar al juzgado.
Carlos Damián Cassalz (39), detenido cuando iba a votar. Es uno de los acusados del feminicidio de Araceli Fulles.
Fue en este punto que descubrieron que Cabañas tenía un elemento punzante escondido en la ropa. Este es un par de tijeras afiladas que han sido secuestradas. Este hombre fue uno de los dos empleados del corralón involucrados en el crimen, pero el único que fue a juicio con vida.
El otro era Darío Badaracco (31). Lo mataron con agua hirviendo en la Unidad # 2 del Penal de Sierra Chica en abril de 2019, en lo que describieron como «una pelea de prisioneros».
el caso
Araceli Fulles fue vista por última vez el 2 de abril de 2017, cuando regresaba a casa desde José León Suárez. «Anciana, prepara las cosas para su compañera me voy a casaDijo el último mensaje que le envió a Mónica Ferreyra. Pero la niña nunca llegó.
Durante los primeros días de la investigación se impugnó el papel de la Policía de Buenos Aires en la búsqueda de la joven por su amistad con los Badaracco.
Los padres de Araceli Fulles, Ricardo Fulles y Mónica Ferreyra, sostienen una fotografía de su hija, asesinada en 2017. Foto EFE / Javier Castro Bugarín
Las preguntas de tu vida y las fotos de tus redes sociales se esparcen más rápido que las operaciones para encontrar a Araceli. Lo cierto es que tardaron 27 días en encontrar su cuerpo gracias a un rastrillo con el perro Alcón, de la Brigada de Búsqueda y Rescate K9 de Punta Alta.
El cuerpo fue medio enterrado bajo una carpeta en la parte trasera de la casa de Darío Badaracco y cubierto con cal para acelerar su descomposición.
Debido a la cantidad de días que pasaron antes de que la encontraran, los exámenes realizados en su cuerpo no pudieron arrojar muchos resultados que permitieran fortalecer la investigación.
Lo que sí pudieron probar, y con esta acusación fueron a juicio, es que Araceli fue a hacer un asado con un grupo de amigos la noche anterior al crimen. De esa casa salió con Emanuel Ávalos, quien la recogió en su vehículo.
Se dirigieron a la Plaza de Pasaje 101 y Buenos Aires, en José León Suárez, donde se encontraba Jonathan Ávalos, hermano de Emanuel, junto con los demás imputados. En este punto, compartieron algunas horas de la mañana. Los investigadores asumen que fue trasladada al corralón de Carlos Damián Cassalz, a unas cinco cuadras de distancia.
En este lugar, presumiblemente, la habrían asesinado. Era víctima de asfixia mecánica con un sello y, para la familia de Araceli, el asesino fue Cassalz. En este corralón trabajaban como empleados Darío Badaracco y Hugo Cabañas, quienes también participaron en el crimen.
Si bien los investigadores han encontrado suficiente evidencia para ir a juicio, lo que suceda en los días establecidos para el 7 de octubre será crítico. Así como lo que podrán testificar los más de 300 testigos que serán llamados para contar lo sucedido esa noche y en los días posteriores al registro.
Darío Badaracco fue asesinado en prisión.
Después de matar a Araceli, según los informes, la trasladaron a una escena secundaria del crimen: la casa de Badaracco. Por lo tanto, desde su arresto, ha sido señalado como el principal sospechoso. Otra de las hipótesis analizadas en el proceso se refería a que la escena del crimen pudo haber sido ese lugar.
Con Badaracco muerto en la cárcel Casalz es el principal sospechoso. Tiene antecedentes de portar un arma de guerra y, según la Policía, está vinculado al secuestro de Cristian Riquelme, hermano de Juan Román, por el que nunca fue juzgado.
Había recuperado su libertad cuando la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Martín interpuso un recurso de apelación contra la prisión preventiva interpuesto por la defensa del imputado. Todos quedaron en libertad excepto Badaracco.
Lo primero que hizo fue ir a la casa de uno de los testigos y amenazar a su madre: “Si veo a su hijo, tengo que romperle el pecho porque no nos ayudó con la causa.«, la regañó.
El otro día, la mujer y su hijo vieron pasar un Volkswagen Bora azul frente a su casa. Desde una de las ventanas, alguien sacó una pistola y se la mostró. Por ese hecho, Cassalz cumplió dos años de prisión.
EMJ
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Fuente: clarin.com