La última vez que Gareth Bale jugó en el Real Madrid media España fue todavía en la playa. El galés ha desaparecido de tal manera de la dinámica del conjunto blanco que esta temporada ha jugado más por Gales (232 ‘) que por Ancelotti (193’) y así sucesivamente. Tampoco tiene fecha de regreso en 2022. Provoca molestias musculares desde la vuelta en Año Nuevo y por ellas estuvo ausente del viaje a Getafe y también lo hará desde la visita a la Alcoyano este miércoles. El club entiende que puede ser convocado contra el Valencia, pero con Gareth es muy difícil predecir la alta competitiva porque es un futbolista que, en cuanto siente algo extraño en la musculatura, inmediatamente echa el freno de mano.
Una advertencia que junto con su diferentes lesiones Está asumiendo que cada vez que se le ve con el Madrid, y la última fue el 28 de agosto en su contra. Betis (0-1), esa apuesta vale su peso en oro. Más que en el deporte, por lo económico. En la progresión contractual, su sueldo esta última temporada de compromiso entre el galés y el Madrid es de 17 millones de euros netos. Si tomamos una calculadora, por cada uno de los minutos que ha jugado hasta el momento Bale se ha embolsado 88.000 euros. Madrid, que paga los impuestos correspondientes, obtiene casi el doble.
Especialmente el predisposición a volver del atacante cuando es galés el que te reclama. Sucedió en las vacaciones de noviembre, donde la situación era extraña. Aunque Ancelotti avanzó con cautela y ante las reiteradas preguntas sobre la dieciséis White que esperaba a Bale «para el partido del Rayo» (6 de noviembre), Gales lo convocó antes de recibir el alta médica de la lesión de rodilla que lo tenía detenido desde septiembre, no entró finalmente en la lista ante el Rayo y solo Regresó a los entrenamientos 48 horas después de poder partir con su país. Allí esperaba jugar su partido número 100. Marcó el hito, pero Solo duró 45 minutos y su federación reportó una nueva lesión, nuevamente en su problemático sóleo. Bale ni siquiera volvió a Valdebebas, prefirió quedarse a ver el segundo partido de su país como un espectador más. Desde entonces está fuera con el Madrid, han pasado 129 días. Ni siquiera en la temporada 2019-20, cuando Zidane tiró la toalla por completo con él, había jugado tan poco. En este punto había acumulado 847 minutos. Ahora es el vigésimo en participación de esta plantilla, justo por delante de jugadores también marginados como Isco, Mariano y Vallejo. Menos partidos, casi, que las polémicas protagonizadas por su agente, que sin ir más lejos esta temporada calificó de «repugnante» a la afición madrileña.
Y se acerca el play-off de Gales …
Mientras vuelva o no juegue con el Madrid, La urgencia galesa de Bale puede volver a la escena en breve, del 24 al 29 de marzo, cuando su país disputará el play-off del Mundial. Pocos en Valdebebas dudan de que hará lo que esté en su poder y más aún por ser el capitán de Gales en ese momento. Justo entre el próximo Clásico ante el Barça (20 de marzo) y los cuartos de final de la Champions League (4 o 5 de abril) si el Madrid elimina antes al PSG. Todavía hay tiempo para eso, pero la prueba es que desde septiembre, Ancelotti ha tenido que disparar como extremos diestros Rodrygo, Hazard, Asensio, Lucas Vázquez e incluso el castillista Peter Federico mientras no había rastro del futbolista mejor pagado de la plantilla.
Fuente: as.com