El proceso de rejuvenecimiento del mediocampo del Real Madrid en manos de Ancelotti depende principalmente de cómo vaya Fede Valverde. El uruguayo cumplirá 23 años este jueves en una encrucijada. El equipo blanco ya no puede sostener la Santísima Trinidad del éxito (Casemiro-Modric-Kroos) sin tener un relevo confiable. El pajarito La temporada pasada vivió un calvario futbolístico. Tres lesiones, una cuarentena y luego un paro por dar positivo por Covid-19. Solo por pérdidas relacionadas con su físico se perdió 14 partidos, más que el trío estelar de mediocampistas juntos (seis) …
La 2020-21 supuso un evidente retroceso en la evolución del uruguayo hacia la titularidad del Madrid. O al menos, sumar su nombre a ese ya mítico tridente formado por Casemiro, Kroos y Modric y convertirlo en cuarteto. Y qué La temporada pasada arrancó con Valverde más lanzado que nunca. Tres goles en las siete primeras jornadas de Liga, incluido el primero en 1-3 en el Camp Nou Classic. A partir de entonces, las cosas fueron cuesta abajo.
La Copa América ha sido un posible punto de apoyo este verano. En el evento brasileño, Uruguay cayó en cuartos de final ante Colombia pero Valverde fue inamovible para el veterano técnico Tabárez. Jugó los cinco partidos y todos como titular. Fiabilidad absoluta. Lo que quiere Ancelotti de Pajarito.
La competencia se multiplica
Valverde también se enfrenta a un aliciente que no experimentó la temporada pasada. Tiene mucha más competencia. La estrechez económica y la salida de Zidane han frenado el interés del Madrid por reforzar el núcleo con Eduardo Camavinga, por lo que las soluciones vendrán desde adentro. Ceballos y Odegaard han vuelto, Isco se ha tomado el verano en serio y Carletto ha sumado al mix de centrocampistas la presencia del canterano Antonio Blanco. Valverde es uno de los pilares del club para los próximos cinco años (tiene contrato hasta 2025) pero está obligado a subir cuanto antes.
Fuente: as.com