La Generación Z está liderando una ola de protestas a nivel mundial, impulsada por la frustración ante el alza de los alquileres, el costo de la vida y la amenaza que representan los avances tecnológicos en el mercado laboral. Este malestar juvenil se ha manifestado en la caída de líderes en varios países, así como en una serie de protestas que han sacudido gobiernos en diferentes partes del mundo.
Razones de la furia
La desigualdad, el subempleo, la corrupción y la incertidumbre sobre el futuro son algunas de las quejas compartidas por la Generación Z. A través de redes sociales, videojuegos y animé, los jóvenes han encontrado inspiración para alzar su voz y desafiar lo que consideran injusto en sus sociedades. El uso de plataformas como Discord ha facilitado la organización de protestas y la difusión de información entre los manifestantes.
Desafíos en distintos países
En Nepal, la prohibición de redes sociales como medida para acallar la disidencia fue el detonante que llevó a miles de jóvenes a las calles. La brutal represión por parte de las fuerzas de seguridad desencadenó la quema de edificios gubernamentales y la renuncia del primer ministro. En Madagascar, la pobreza extrema y la falta de servicios básicos han sido el motor de las protestas, mientras que en Perú y México, la desigualdad de ingresos ha avivado la inestabilidad social.
Desafíos económicos para la juventud
La Organización Internacional del Trabajo reporta que aproximadamente uno de cada cuatro jóvenes en el mundo no está empleado, estudiando ni recibiendo formación. Esta situación se agrava en países de ingresos bajos y medios, donde la inflación y el costo de la vida dificultan aún más la situación de los jóvenes. La escasez de empleos y la migración hacia trabajos de baja productividad contribuyen a la fragmentación política y a la demanda de cambios estructurales.
El futuro de la democracia
Economistas como Daron Acemoglu advierten que la democracia está enfrentando una crisis a nivel global, con los jóvenes como protagonistas de este descontento. La disrupción de la inteligencia artificial y el aumento del costo de la vida están generando tensiones incluso en economías avanzadas. Se espera que la democracia liberal pueda ofrecer soluciones ambiciosas y justas para abordar estos desafíos, de lo contrario, la situación podría desembocar en una ruptura con las instituciones democráticas.
En resumen, la Generación Z está desencadenando una ola de protestas a nivel mundial, motivada por la desigualdad, el subempleo y la incertidumbre sobre el futuro. La democracia enfrenta desafíos significativos en un contexto de creciente malestar social, donde la juventud busca un cambio estructural para afrontar los retos del siglo XXI.