">

Regular las redes sociales: ¿puede el Gobierno implementarlo? / Titulares de Tecnología

El funcionario presidencial Gustavo Béliz reveló que Trabajaría en un «pacto» por el buen uso de las redes sociales que derivaría de un «estudio pionero» en el que participarán «30 universidades» con el objetivo de no «intoxicar» la democracia, mencionando también la «desinformación», la «odio» e incluso la «sobreinformación» que generan las redes.

Este anuncio, vago e imprecisofue expuesta en un foro gubernamental donde el tema central fue diferente y estuvo cargado de connotaciones negativas contra el ejercicio de la expresión y la comunicación.

Tales afirmaciones reiteraron la posición regla general al etiquetar la crítica o la oposición como «discurso de odio» y no podía interpretarse sino como un intento de regular las redes, repudiado por toda la oposición política y entidades y ONG no vinculadas al albertismo-kirchnerismo.

ADEPA rechazó el anuncio señalando que «este tipo de iniciativas implican un claro riesgo para la libertad de expresión y la pluralidad de ideas».

Independientemente de que se trate de «sugerencias de uso o de autorregulación», «hay que sopesar cualquier efecto inhibidor del debate público y de la participación ciudadana».

FOPEA Dijo que “no es competencia del Poder Ejecutivo fiscalizar, restringir o sancionar las expresiones de los ciudadanos”.

Funcionario presidencial Gustavo Béliz reveló que se trabajaría en un «pacto por el buen uso» de las redes sociales

Regular las redes: ¿cómo funcionaría?

No existe iniciativa, proyecto de ley o documento previo que aluda a lo dicho por Belizexcepto uno hasta ahora programa desconocido denominado «Redes para el Bien Común» del Consejo Económico y Social.

Ese programa, explicó el funcionario, estaría basado en la adhesión de Argentina a un Pacto por la Información y la Democraciaque varios países firmaron en 2019.

En realidad, se trata de una referencia a un texto titulado Asociación Información y Democraciapromovida por el gobierno francés y otras ONG globales en el marco de la reunión ministerial de la Alianza por el Multilateralismo celebrada el 12 de noviembre de 2020.

Esta reunión llevó a la creación del Foro sobre Información y Democracia (FID) que se presenta como una «entidad internacional fundada por 11 organizaciones independientes de diferentes orígenes y regiones».

Según su propia declaración de principios, esta ONG busca “facilitar respuestas regulatorias o de autorregulación” desde el “espacio global de información y comunicación” y apoyar lo que denomina “la función social del periodismo».

Una de las organizaciones que integra la FID es observacomcon sede en Uruguay, que cuenta con una amplia participación de académicos argentinos que impulsaron o apoyaron la Ley de Medios del gobierno Kirchner y que se dan cita en la Universidad Nacional de Quilmes y otros centros, así como especialistas latinoamericanos con posiciones similares.

s

Gabriela Cerruti cuestionó a Rodríguez Larreta por criticar al Gobierno por este nuevo proyecto

La explicación y polémica de Cerruti contra Rodríguez Larreta

Aunque Béliz debería aclarar sus declaraciones y dijo que sus declaraciones no significan “ni un intento de regular las redes sociales, ni un intento de vulnerar la libertad de expresión”, su declaración no parece despejar dudas.

Con el estilo que la caracteriza, la vocera del gobierno gabriela ceruti Dijo que lo que erosiona la democracia es que “un jefe de Gobierno instale noticias falsas”, respondiendo selectivamente a la preocupación expresada por el alcalde opositor de la capital argentina, Horacio Rodríguez Larreta.

El funcionario y experiodista agregó que buscaban “un debate sobre el buen uso de las redes sociales por parte de los ciudadanos para no generar odio, bullying o zozobra”.

Cerruti, que ha transformado el puesto en un plataforma de ataque destemplada y partidista contra quienes se expresan en contra del gobierno y quien ha recurrido a evidentes “fake news” en muchas de sus declaraciones, tampoco dio más detalles.

Si Béliz habla de un «pacto», ¿a qué se refiere? Está claro que no se puede cerrar un pacto de expresión con todos los millones de personas individuales que usan las redes sociales.

No es función de un gobierno señalar qué cosas son tóxicas o falsas en expresividad

Expresiones y censura previa

Tampoco es función de un gobierno señalar qué cosas son tóxico o falso en expresividad. Además, se acepta que, al menos en las democracias y en particular en el sistema constitucional argentino, la expresión no puede ser regulada “ex ante” (censura previa) o crear el crimen de opinión

Habrá, en todo caso, delitos o actos ilícitos cometidos a través de de los medios de comunicación (desde la «prensa» hasta Internet) y que sean juzgados con el Código Penal o Civil, sin perjuicio de que puedan adaptarse a las realidades digitales. Pero así como no puede haber «delitos de prensa»no puede haber «delitos de internet» per se.

Ante la imposibilidad de llegar a un «acuerdo» con millones de usuarios para establecer pautas expresivas y ante la paradoja de un gobierno cuyas afirmaciones contradictorias o falaces conviértete en un generador activo de «noticias falsas»«, las manifestaciones en Béliz fueron tomadas como intento autoritario de regular la expresión o la difusión de noticias desfavorables al gobierno.

Para algunos sectores, el Gobierno busca desviar la atención y no hablar del problema de la inflación

¿Intento de desviar la agenda informativa para no hablar de inflación?

Otros sectores, más cínicos, interpretan que podría ser una manifestación más de verborrea irreflexiva oficial o, por el contrario, de un intento calculado de desviar la agenda de noticias para restar fuerza a noticias o debates sobre temas como la inflación, la furia interna del oficialismo o el acuerdo con el FMI.

Sin embargo, cualquiera de estos casos revela que, en el fondo, los miembros del heterogéneo grupo político que actualmente comparten (codazos) el poder tienen una concepción que los une sobre todo diferencias: malestar con los medios, el periodismo, la información crítica y la expresión ciudadana cuando es desfavorable.

No importa si es un diario en papel, un portal o un tuit individual. Y no importa lo que sea Máximo Kirchner («basta de celulares y redes»), mario ishii («el pueblo se levantará contra los medios») o la propia Cerruti («el periodismo no comprueba la información»).

o lo mismo Presidente, que compartieron tuits contra periodistas o señalaron que el periodismo era «una vergüenza nacional».

Hace algún tiempo, el derrocado Ministro de Seguridad habló de «patrulla cibernética» redes sociales. Un «observatorio» llamado nodo para detectar manifestaciones de «odio» en los medios y redes.

“La libertad de expresión es un derecho humano. Cualquier medida que regule el uso de las redes sociales es una violación a este derecho fundamental”, dijo el diputado karina banfiespecialista en temas de libertad de expresión.

Algunos países comenzaron a hablar de Internet y el uso de las redes sociales

El papel de las redes sociales: el debate legítimo

Hay, por supuesto, un debate legítimo en Internet y el uso de las redes sociales que implica adentrarse en un territorio aún desconocido o en permanente ebullición.

Estos son los mismos debates que tuvieron lugar cuando aparecieron nuevos medios: la radio, el cine o la televisión y que aún hoy no están del todo asentados

¿Cómo financiarlos? ¿Socavan los medios anteriores y, de ser así, qué se debe hacer? ¿Qué tipo de responsabilidad expresiva generan? ¿Promueven conductas degradantes? ¿Cómo afectan la credibilidad pública o la confianza en las instituciones?

En el caso de las redes, es muy legítimo preguntarse si una empresa privada como Meta o Gorjeo pueden ejercer la censura o la cancelación (incluso contra un presidente) o cómo generan cuentas o información falsa realizar operaciones de inteligencia política por un político local de tercer nivel o por la inteligencia de Vladimir Putin.

O cómo salvaguardar los derechos de propiedad intelectual y qué tipo de herramientas y celeridad debe tener la justicia para sancionar delitos o ilícitos a través de redes.

Este último, por supuesto, incluye verdaderos «crímenes de odio» categoría muy precisa de base étnica o religiosa y con algún apoyo en la fuerza militar y que fue generada por las acciones comunicacionales en terribles genocidios como los de Ruanda o el anterior Yugoslavia.

Sin embargo, los bolivarianos y latinoamericanos simpatizantes del «socialismo del siglo XXI» han tergiversado esa categorización considerar «odio» cualquier manifestación opositora o que no encaje con el relato que pretenden imponer.

Entre nosotros, esta tergiversación ha sido rápidamente adoptada como una herramienta política de bajo vuelo por el albertismo-kirchnerismo para cancelar, deslegitimar y a veces perseguir voces disonantes o críticas.

Los debates sobre comunicación e información en redes e Internet deben ser dados “desde abajo” por la sociedad civil en un contexto alejado de cualquier oportunismo o uso político subalterno.

Y no utilizado por los gobiernos que los monten únicamente para limitar la libertad de expresión e impedir la difusión de críticas o informaciones desfavorables, es decir, para degradar la democracia.

Palabras clave de esta nota:
#Regular #las #redes #sociales #puede #Gobierno #implementarlo
Fuente: iprofesional.com

Salir de la versión móvil