El dólar oficial y su comportamiento en el mercado
El dólar oficial opera este lunes 29 de diciembre a $1475, en la pizarra del Banco Nación. En el segmento mayorista, la divisa se negocia a $1452,50. En cuanto a los dólares financieros, el contado con liquidación se vende $1530 (+0,1%), y el MEP se ubica a $1486 (+0,2%). Por último, en el segmento informal, el blue se negocia a $1530.
El mercado financiero cerró 2025 con una definición clara: el foco dejó de estar puesto exclusivamente en el nivel puntual del dólar y pasó a concentrarse en la capacidad del programa económico para acumular reservas sin desestabilizar el tipo de cambio. En ese marco, operadores locales e internacionales siguen con atención cada señal que permita inferir hasta dónde puede llegar el Tesoro en su estrategia de compras de divisas sin generar nuevas tensiones sobre el MEP y los futuros.
Reservas y Riesgo País: la señal que el mercado empezó a comprar
Desde Grupo SBS, los especialistas destacaron que uno de los puntos más relevantes del nuevo marco económico es la explicitación de la acumulación de reservas como objetivo de política, en paralelo con la remonetización de la economía. Para el bróker, esta definición es clave porque está directamente asociada a la posibilidad de reducir el Riesgo País y recuperar el acceso a los mercados internacionales de financiamiento.
Los expertos de la sociedad de bolsa explicaron que el mercado reaccionó rápidamente a esta señal. Junto con algunas compras de dólares realizadas por el Tesoro en las últimas ruedas, los bonos Globales mostraron una mejora significativa, con una curva que pasó a rendir por debajo del 10% y un Riesgo País que alcanzó mínimos intradiarios no vistos desde julio de 2018.
Un 2025 de transición: crawling, bandas y señales en la brecha
Para el economista Jorge Gabriel Barreto, el 2025 puede leerse como un año con tres esquemas cambiarios sucesivos, que prepararon el terreno para un cuarto régimen que comenzará en 2026. El economista explicó que la primera etapa fue un crawling peg del 2% mensual, vigente entre enero y febrero, con un dólar oficial ajustando a ese ritmo y un MEP que mantenía brecha aun con cepo.
Barreto señaló, en su cuenta de la red social X, que la segunda etapa redujo el crawling peg al 1% mensual entre febrero y abril. En ese tramo, el MEP comenzó a despegarse del oficial, ampliando la brecha. Para el especialista, ese movimiento reflejó que el mercado empezó a internalizar el desajuste entre inflación y ritmo de ajuste cambiario.
El techo que se licuó y el dólar que nunca volvió al centro
Barreto resumió que no hubo un atraso cambiario abrupto, sino una licuación silenciosa y persistente del techo real. El mercado, según su análisis, nunca dejó de percibir ese proceso, lo que explica por qué el MEP se mantuvo estructuralmente elevado y por qué los futuros no convergieron al centro de la banda.
El economista explicó que el esquema exigía una condición difícil de sostener: inflación cercana a cero o por debajo del 1% mensual. Al no cumplirse esa condición, el techo real se fue achicando y el régimen quedó cada vez más expuesto a tensiones.
Enero de 2026: bandas por inflación y un dólar ya repriceado
El punto de quiebre, según Barreto, llega en enero de 2026 con la implementación de bandas ajustadas por inflación con rezago T-2. Este cambio implica un «sinceramiento» del nivel real del techo y del piso: el techo deja de apreciarse en términos reales y el nuevo techo queda claramente por encima del nominal previo.
El economista señaló, en su perfil de su cuenta de la red social X, que los futuros ya anticipan un dólar más alto, pero sin un salto discreto violento. Para el especialista, esto confirma que el mercado venía descontando el cambio de régimen y que la transición podría darse de manera más ordenada si se mantiene la consistencia macro.
Tasas, inflación y el límite del nuevo ancla
En el plano monetario, Grupo SBS destacó que el esquema anunciado apunta a una mayor claridad, con intervenciones de mercado abierto mediante Lecaps y repos. Los especialistas explicaron que esto permitiría conformar en la práctica un corredor de tasas, reduciendo la volatilidad observada en meses previos.
El bróker también subrayó la importancia de la gradual normalización de encajes y de la coordinación entre el Tesoro y el Banco Central para extender plazos sin generar nuevas tensiones financieras.
Para Barreto, el cambio de ancla hacia una referencia real evita el atraso cambiario, pero no reemplaza a la desinflación. El economista advirtió que indexar la banda acompaña el problema, pero no lo corrige. Si la inflación se mantiene elevada, el tipo de cambio en el techo subirá al mismo ritmo, realimentando la inercia inflacionaria.
Resumen
El mercado financiero se encuentra en un momento de transición hacia un nuevo esquema cambiario, donde la acumulación de reservas y la estabilización del tipo de cambio son los principales objetivos. La consistencia en las políticas económicas y monetarias será fundamental para mantener la credibilidad y evitar desequilibrios. El dólar, en este contexto, se convierte en un termómetro de la confianza del mercado en las medidas adoptadas.
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