La tradición de quemar monigotes en Ecuador
En Ecuador, cada 31 de diciembre se lleva a cabo una tradición única y colorida: la quema de monigotes. Estos muñecos de cartón o tela rellenos de aserrín representan a diferentes personajes de ficción, política o farándula, y al final de la noche son quemados en llamas para simbolizar el fin de lo malo del año que termina y purificar el camino para el nuevo año que comienza.
Vicente Paredes: el artista detrás de las caretas
Vicente Paredes es el protagonista indiscutible de esta tradición en Quito. Durante décadas, este peluquero ha sido el encargado de crear las caretas de cartón y caucho que dan vida a los monigotes. Con su tienda «Palacio de la Careta», Paredes ha mantenido viva esta costumbre tan arraigada en la cultura ecuatoriana.
La evolución de las caretas
Paredes comenzó su aventura en el mundo de las caretas en 1971, cuando decidió establecer el «Palacio de la Careta». Con el paso del tiempo, se especializó en la creación de caretas de caucho, marcando la diferencia con otros artesanos. A pesar de no tener experiencia previa en este campo, se convirtió en un experto autodidacta y llegó a tener once trabajadores dedicados a las caretas de cartón.
El arte del látex
Paredes se aventuró en el mundo del látex sin tener conocimientos previos sobre el tema. Gracias a la ayuda de un ingeniero ecuatoriano especializado en látex, pudo perfeccionar su técnica y dar un salto cualitativo en la creación de caretas. Actualmente, cuenta con cientos de modelos de caretas y otros productos como manos, pies, garras, narices, zapatos y pelucas para disfraces.
El legado de Paredes
Paredes predice que las caretas de cartón tendrán sus días contados, ya que serán reemplazadas por las de caucho y por una nueva forma de hacer monigotes completamente de cartón. A pesar de esto, sigue trabajando en su taller, donde la mayoría de las caretas exhibidas son de caucho.
La quema de monigotes
Durante el 31 de diciembre, la tradición manda tener un monigote, conocido como ‘Año Viejo’, en calles o casas. Alrededor de este muñeco, hombres vestidos como mujeres piden colaboración económica para el velatorio del «Viejo». Poco antes de la medianoche, el ‘Viejo’ es quemado en una hoguera, simbolizando el fin de lo malo del año que termina y el inicio de uno nuevo.
El renacer del ‘Palacio de las Caretas’
La pandemia de Covid-19 estuvo a punto de poner fin al ‘Palacio de las Caretas’, pero gracias al apoyo de sus clientes, Paredes logró reabrir su taller. Sus caretas artesanales llegan a manos de ecuatorianos en Europa y Estados Unidos, llevando diversión y buena energía a través de sus creaciones.
En resumen, la tradición de quemar monigotes en Ecuador es una celebración llena de color, creatividad y simbolismo. Vicente Paredes ha sido un pilar fundamental en la preservación de esta costumbre, llevando su arte a diferentes rincones del mundo y contribuyendo a que las personas reciban el nuevo año con alegría y buenas vibras.