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Robot reemplazará a maestros y médicos, dice Sam Altman – 03/09/2023 – Tec / Brasil

El CEO de OpenAI, Sam Altman, dice que cree que la inteligencia general artificial, capaz de superar a los humanos en capacidad cognitiva, revolucionará la sociedad. La sustitución de hombres por computadoras permitiría abaratar los costos de los servicios de educación y salud, cada vez más caros en Estados Unidos, Brasil y otros países.

Altman lidera la startup que desarrolló ChatGPT, un chatbot que responde una variedad de preguntas y ya tiene más de 100 millones de usuarios. La inteligencia artificial sería la responsable del próximo gran boom del desarrollo, según esta personalidad de Silicon Valley. Tal movimiento requeriría una respuesta política drástica para distribuir la riqueza.

El ejecutivo plantea estos argumentos en el manifiesto Moore’s Law for Everything (Ley de Moore para Todo, en traducción libre), publicado en 2021, ante el alboroto del robot inteligente. Este axioma de Silicon Valley predice que el avance tecnológico continuamente hace que los productos sean más baratos: la premisa es que cada dos años los chips duplican su potencia sin dejar de tener el mismo precio.

«Durante los últimos 20 años, los precios de los televisores, las computadoras y el entretenimiento en los Estados Unidos han bajado. Pero otros costos de vivienda, atención médica y educación superior han aumentado significativamente», escribe Altman.

La solución de vivienda vendría con robots de construcción, fabricados por otros robots, según el CEO de OpenAi. Para la educación, enseñar inteligencias artificiales en lugar de profesores universitarios bien pagados. En salud, los médicos automatizados permitieron el ahorro. El secreto estaría en escalar el trabajo realizado exclusivamente por humanos en la actualidad.

Según Altman, es posible lograr calidad de vida adquiriendo más dinero o bajando los precios. «La riqueza es poder adquisitivo: cuánto podemos comprar con los recursos que tenemos a mano».

El propio ejecutivo reconoce, sin embargo, que la sustitución del trabajo intelectual por máquinas sería una nueva fuente de desempleo. Parte de este problema se superaría con nuevos puestos de trabajo: «la humanidad siempre crea nuevas profesiones».

Para el CEO de OpenAI, la productividad obtenida de los sistemas de inteligencia artificial reduciría la carga de trabajo y garantizaría más tiempo creativo para las personas. El economista John Maynard Keynes había estimado, en 1930, que el hombre del siglo XXI trabajaría 15 horas a la semana, lo que es cierto para muy pocos.

Los gobiernos deben ayudar con la política pública, como razonó Altman: deben cambiar el enfoque de los impuestos sobre la renta a los impuestos sobre activos como acciones y tierras. Esto permitiría redistribuir el capital. Así, cualquier ciudadano tendría la capacidad de capitalizar. La inspiración viene del éxito del impuesto territorial, propuesto por el economista estadounidense Henry George.

Las dos principales fuentes de riqueza serían las acciones de las empresas, especialmente las de inteligencia artificial, y la propiedad de la tierra.

Cuestionado por el columnista del New York Times Ezra Klein, en un podcast grabado en 2021, sobre qué gobernanza permitiría tantos cambios en el corto plazo, Altman respondió que habría que pensar en un sistema democrático global. «Necesitamos descubrir cómo hacer esto pronto. Hay muchas razones para ser pesimistas».

Altman aún estaba de acuerdo con Ezra Klein en que sería una mala idea tener a líderes radicales como el expresidente estadounidense Donald Trump o autoritarios como el dictador chino Xi Jinping a cargo de los sistemas generales de inteligencia artificial. Justo antes de la entrevista, OpenAI había liberado el acceso a GPT-3, el generador de idiomas detrás de ChatGPT.

Basado en el éxito de la industria informática, el texto también ignora los recursos materiales necesarios para construir la infraestructura de comunicación y el procesamiento de máquinas.

La transparencia y la responsabilidad en toda la cadena de suministro de IA, desde la extracción hasta la ejecución del algoritmo, es un paso clave para emplear esta tecnología de manera responsable, según el investigador de Oxford Callum Cant. Lidera el proyecto Fair Work for AI, que asesora a las grandes tecnológicas.

El historiador de la ciencia Pedro Silveira, de la UFRGS (Universidad Federal de Rio Grande do Sul), dice que la ausencia de menciones sobre el impacto de la actividad humana en la Tierra puede estar relacionada con la fe en la geoingeniería, tecnologías para compensar el cambio climático.

Altman, de hecho, pasa a vivir en futuros adversos. En 2018 invirtió $10,000 para reservar el servicio de la startup Nectome, que promete escanear el cerebro para preservarlo en las computadoras.

Silveira también critica la tesis de que toda organización social se desarrolla a partir de un nicho económico, como la inteligencia artificial. “Las decisiones se concentrarían en manos de norteamericanos, en su mayoría blancos, residentes en California, con paso por la Universidad de Stanford. La diversidad social es muy pequeña”.

Noticia de Brasil
Fuente: uol.com.br

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