El Tribunal Supremo de Rusia designó el martes al regimiento Azov como grupo terrorista. La brigada, cuyas raíces están ligadas a la extrema derecha y los ultranacionalistas, es desde 2014 una de las formaciones más destacadas en la lucha contra las tropas prorrusas en el este de Ucrania. Sus combatientes fueron los protagonistas de la defensa de la sitiada Mariupol. , resistiendo en los sótanos de la acería Azovstal durante semanas.
Rusia menciona al regimiento Azov para respaldar sus afirmaciones de que Ucrania está controlada por «fascistas» y así justifica su operación especial para desnazificar a su país vecino en su forma de definir la invasión rusa que comenzó el 24 de febrero. La propaganda estatal rusa compara el Azov combatientes a los nazis de la era de la Segunda Guerra Mundial, cuya derrota a manos de la Unión Soviética sigue siendo una parte fundamental de la identidad nacional rusa.
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Los combatientes del regimiento que sobrevivieron al asedio de Mariupol fueron capturados por Rusia cuando se vieron obligados a rendirse en mayo cuando la ciudad portuaria cayó después de un asedio de casi tres meses. Unos 2.500 soldados ucranianos acordaron deponer las armas con la esperanza de ser redimidos en un intercambio de prisioneros de guerra. Pero las autoridades rusas lo rechazaron de inmediato.
Funcionarios separatistas prorrusos en la República Popular de Donetsk, la autonomía respaldada por Rusia que reclama a Mariupol como parte de su territorio, dijeron que los miembros del regimiento encarcelados podrían enfrentar la pena de muerte según las leyes de la autoproclamada república. Según los separatistas, más de 500 soldados de Azov y otros regimientos armados ucranianos son sospechosos de crímenes de guerra. De todos modos, 95 de ellos fueron devueltos a Ucrania en junio.
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La noticia llega pocos días después de que Rusia bombardeara la prisión de Olenivka, cerca de Donetsk, donde estaban recluidos algunos miembros del regimiento. Al menos cincuenta prisioneros de guerra murieron en el ataque. Sus mujeres se manifestaron ayer en Kyiv en lo que describieron como una «ejecución pública».
Rusia, donde algunos legisladores también han pedido la pena de muerte para los miembros del regimiento, ha trasladado a muchos de los prisioneros, incluidos varios de sus comandantes, a penitenciarías en la región rusa de Rostov. El Comité de Instrucción Ruso recoge desde hace meses los crímenes cometidos por Azov contra la población civil en Ucrania, especialmente en Donbass.
Azov se creó en 2014 en Mariupol tras el levantamiento prorruso en la región de Donetsk, aunque sus orígenes están ligados a líderes de extrema derecha, más tarde se incorporó a la Guardia Nacional de Ucrania y se diluyó parte de su ideario ultranacionalista.