En privado fue Roberto Sánchez. Para la gente, siempre fue Sandro, el nombre prohibido que sus padres no pudieron darle por culpa del Registro Civil. Desde muy joven formó un personaje inspirado en elvis presley para afrontar su carrera musical: movimientos pélvicos, vestimenta particular, actitud seductora y letras románticas.
Aunque se inició en el rock, no tardó en adentrarse en la balada. No solo fue uno de los máximos ídolos de la música popular argentina, sino que también se ganó el cariño de los fans de toda América. En total, lanzó 52 álbumes originales, vendió más de 8 millones de copias y ganó innumerables premios, de una Gardel de oro hasta un grammy latino.
Sandro: el nombre prohibido y sus inicios en la música
Roberto Sánchez nació el 19 de agosto de 1945 en la Maternidad Sardá de la Ciudad de Buenos Aires. Nina y Vicente, sus padres, querían llamarlo Sandro, derivado de Sandor, nombre gitano que hacía honor al origen de la familia paterna, pero el registro civil no se lo permitió por ser «extranjero». Sin embargo, logró convertir ese nombre prohibido en su identidad artística, que trascendió fronteras.
Al poco tiempo, dejaron el barrio bonaerense de Parque Patricios y se mudaron a Valentín Alsina, del partido bonaerense de Lanús. “Vivíamos en un cuarto y compartíamos la cocina, la piscina del patio y el baño con los vecinos del conventillo. por supuesto éramos pobres. Pero mi viejo fue tan sabio que me hizo mi propia habitación dentro de la habitación. Era un espacio de metro y medio por metro y medio que me enseñó lo que es tener todo en nada”, recordó sobre su humilde infancia.
El 9 de julio de 1958, en una fiesta por el Día de la Independencia, imitó a su ídolo. elvis presley en la sala Polonesa. Copió sus movimientos, mientras reproducía. «Todo iba bien, hasta el momento fatal en que no sé por qué el disco, que era de pasta, con 78 revoluciones, se partió por la mitad», dijo. Entonces, no tuvo más remedio que cantar a capella.
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A los 15 años, en 1960, formó el grupo Los caniches de Oklahoma, que se alineaba con la identidad del boom del rock. Posteriormente, la banda pasó a llamarse Los del Fuego y, más tarde, Sandro y el fuego, con el cantaor como líder indiscutible, junto a José Sandri, a la guitarra; Enrique Irigoytía, a la guitarra rítmica; Héctor Centurión, en el bajo; y Armando Quiroga, en la batería. Una de las señas de identidad de los músicos era la indumentaria, diseñada por la “Gitana”.
Después de cinco años, el grupo se separó en 1965. Sandro emprendió entonces su carrera como solista y abandonó el rock, para incursionar en la balada romántica y potenciar su lado romántico, decisión que fue clave para el éxito mundial que alcanzaría posteriormente.
Sandro canta Rosa, Rosa en el show de las estrellas Colombia 1978.
Un año clave fue 1967, ya que obtuvo el primer lugar en el Primer Festival de la Canción de Buenos Aires, en el que interpretó su tema quiero llenarme de ti. Su popularidad trascendió fronteras y participó en febrero de 1968 en el Festival de la Canción de Viña del Mar, Chile, y días después en el Festival de la Canción de San Remo, en Italia.
Tres años más tarde llegaba uno de los hitos más importantes de su carrera: su doble presentación en el Madison Square Garden de Nueva York, en abril de 1970. No sólo fue la primera muestra de un artista latinoamericano en ese emblemático lugar, sino también la primera transmisión satelital de un cantante en todo el mundo. Así, se estableció como sandro de america.
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Su adicción al tabaco hizo que comenzara a sufrir en 1998 un enfisema pulmonar cronico. A pesar de esa enfermedad, logró un récord único de 40 conciertos en el Teatro Gran Rex entre el 16 de octubre de 1998 y el 28 de febrero de 1999.
En 2009 fue trasladado al Hospital Italiano de Mendoza para someterse a un doble trasplante de corazón y pulmón, con el objetivo de alargar su esperanza de vida. Sin embargo, su cuerpo no se adaptó a estos nuevos órganos y murió a los 64 años el 4 de enero de 2010fecha que marcó el nacimiento del mito.
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Fuente: TN