«Sí, elegí y qué revuelo causó». El fiscal federal Gabriel González Da Silva defendió así su recurso de apelación a un proyecto de Chespirito, en un intento de desvirtuar los argumentos de la defensa de Emmanuel García (41), uno de los juzgados en el caso Bobinas Blancas. El acusador también citó un trabajo académico sobre el aporte de la obra de Roberto Gómez Bolaños, para sustentar su posición.
Lo hizo en respuesta al interrogatorio de otro abogado de primera instancia, en la última etapa de respuesta al debate iniciado a fines de marzo por el Juzgado Federal de lo Penal de Bahía Blanca. González da Silva dedicó gran parte de su comparecencia del viernes a responder al defensor oficial que asiste a Darío Cuello (33) y a uno de los abogados de García.
Guillermo Pazos Crocitto le había pedido a González Da Silva que hiciera «un espectáculo» con su llamamiento, en el que, además de la serie mexicana de los años 70, aludía a otras tiras de cine y televisión. Citó Narcos, El Robo del Siglo y el tenso momento entre Pappo y un DJ cuando el fallecido rockero le pidió que buscara «un trabajo digno».
Lo mismo le sugirió el fiscal a García, quien acusa Lavado de dinero procedente del narcotráfico mediante el uso de bitcoins, luego de que el corredor intentara desvincularse de la pandilla que se disolvió a mediados de 2017. García negó conocer el nombre de la persona que solo conoce su apodo «Licenciatario» y quien, según la denuncia, sería el narcotraficante que operaba desde México. .
«Lo conocía perfectamente y mucho antes de que comenzara esto», dijo el fiscal, quien recordó un diálogo entre García y el «Licenciatario» o «Vic», quien, según el imputado, no pidió identificación, como lo hizo con otros. clientes, para empezar a operar. Después de consultarlo sobre cómo llamarlo, recibió en respuesta, «Solo dime, soltero».
Allí González da Silva recordó que la misma frase la decía un personaje a otro, «casualmente mexicanos», señaló, en el famoso programa de Televisa. “Lo mismo pasó aquí. – Dime, graduado. Graduado – respondió García y así fue el resto de su vida. Si no sabe el nombre, creo que sí y no lo divulga ”, comentó el promotor.
«No hice esto para presumir o reírme de mí mismo, como decían los abogados de Pazos Crocitto y García», defendió González da Silva. «Fue para mostrar lo ridículo que querían que creyéramos que una persona, que sólo se conocía como Bachelor, García le entregó, a través de terceros desconocidos, miles y miles de dólares a cambio de criptomonedas de muy dudosa y probada procedencia ilícita ”, argumentó.
Agregó que su referencia a la mordaza cumple con el requisito de «lenguaje claro» exigido a los fiscales en el estatuto del Ministerio Público y busca ser entendido por todos, incluido el imputado mexicano. “Es un grave error menospreciar la cultura que nos ha dejado este programa de televisión”, agregó, citando la encuesta Resonances del Chavo del Ocho en Infancia, Educación y Sociedad Latinoamericana, publicada por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO ).
“Nadie puede venir a cuestionar a CLACSO”, dijo sobre el trabajo 2020 en el que participaron, como editores, antropólogos, psicólogos y sociólogos. “El espectáculo que me imputaba el Dr. Pazos Crocitto es lo que exhibió y a lo que nos acostumbró en cada juicio”, agregó el fiscal, quien actúa como suplente ante el mismo juzgado bahiano donde trabaja el defensor oficial.
Tanto el defensor de Cuello como los asistentes de García los señalaron por atacar sólo «temas satélites» del juicio. “Frente al orfanato probatorio de la defensa, prefirieron ridiculizar y demonizar mi alegato, incursionando en alusiones personales”, comentó el fiscal, quien basó su respuesta en el hecho de que buscaban cuestionar su objetividad, una potencial causa de nulidad.
Además, González Silva expresó su disgusto ante los jueces por el comportamiento de algunos de los defensores durante la presentación de su denuncia y de los abogados demandantes Mariano Hongay y Daniel González, quienes representan a la AFIP. «Se rieron de mí en la cara», se quejó.
Pidió al presidente Pablo Díaz Lacava, de conformidad con lo establecido en el Código Procesal Penal, no permitir muecas u otras expresiones similares. “Durante la presentación del abogado Hongay, me concentré en los cuadros de los defensores, y con cada declaración había una expresión de risa o desaprobación”, señaló el fiscal sobre la transmisión a través de Zoom.
Por el contrario, destacó la conducta de los tres mexicanos acusados durante el debate. «Se comportaron como verdaderos caballeros, siempre sentados en sus asientos, a pesar de escuchar fuertes y duras acusaciones, pero sin una sola falta de respeto», dijo sobre Max Rodríguez Córdoba (48), Jesús Madrigal Vargas (33) y Gilberto Acevedo Villanueva (33).
“Es otra sociedad, otra cultura, otra humildad que lamentablemente no tenemos. Los argentinos éramos así, pero ahora no tenemos respeto por ninguna autoridad o investidura ”, reflexionó. Para Rodríguez Córdova, el fiscal pidió 15 años de prisión y 14 para los otros dos. Todos admitieron haber participado en la banda al inicio de las audiencias y aún se encuentran presos.
Junto a los demandantes, el fiscal rechazó las propuestas de nulidad presentadas por la defensa de García, realizadas por los abogados Roxana Piña y Sebastián Leborgeois. Argumentaron que se violaron los principios de coherencia y defensa judicial, entre otros, porque la acusación contra el corredor cambió durante la investigación y en el mismo debate.
El fiscal también calificó de «débil» la solicitud realizada por el defensor oficial Gabriel Jarque, contra la nota de la DEA que allanó el camino para la investigación. Según el asesor de Acevedo Villanueva, la carta enviada en marzo de 2017 a la Policía Federal tenía un nivel de “veracidad y detalle” que denotaría una investigación previa, no acreditada en el proceso.
«Si la DEA hubiera intervenido, lo hubieran dejado todo en bandeja», refutó el fiscal y enfatizó que algunos de los elementos brindados por la agencia antinarcóticos estadounidense fueron corroborados, pero otros fueron desestimados.
Aunque admitió que sin esta nota «cae la causa», descartó irregularidades en su uso y calificó de «blandas» los argumentos de Jarque.
Se identifica a los mexicanos como coautores del delito de comercialización de drogas. Cuello, quien se encuentra libre, y su hermano Marcelo Rafael (47) son considerados participantes necesarios y el fiscal ha pedido condenas de 5 y 6 años de prisión, respectivamente. La misma sanción que el mayor de Mendoza, solicitó Amílcar Martino (61). Ambos fueron puestos en libertad por el tribunal el viernes.
En el caso de García, libre pero sin poder salir del país, Fiscalía considera probadas cinco operaciones con bitcoins a cambio de dólares del narcotráfico y pide al tribunal que lo condene, como blanqueador de dinero, a 8 años de prisión. Para la AFIP se confirmaron ocho transacciones y se elevó la multa a nueve años.
El juicio se trasladó a una nueva sala provisional hasta después de la justa judicial. En la audiencia convocada para el 9 de agosto, el fiscal González da Silva continuará con su respuesta. Aún tiene que aludir a otros temas de defensa de García, quien lo acusó de utilizar la táctica de Josef Goebbels, jefe de propaganda nazi.
Bahía Blanca. Correspondiente.
GL
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Fuente: clarin.com