Starlink en la Argentina: Promesas y Realidades
Starlink irrumpió en la Argentina como una transformación para conectar el vasto espacio interior donde la fibra óptica y el cable son mitos lejanos. Con la promesa de velocidades de hasta 150 Mbps y latencia por debajo de 40 milisegundos, el servicio satelital de la empresa SpaceX del magnate sudafricano-estadounidense Elon Musk se presentó como el salvavidas para comunidades aisladas en la Pampa, la Patagonia o el Norte chaqueño.
Sin embargo, miles de usuarios locales transformaron esa utopía en un rosario de quejas: obstrucciones impredecibles, cortes repentinos y hardware que parece más caprichoso que confiable. En foros como Reddit, grupos de Facebook y reseñas en sitios especializados, los argentinos relatan una experiencia mixta donde la innovación choca contra la geografía hostil y las limitaciones inherentes de la tecnología satelital.
El desembarco de Starlink en la Argentina
SpaceX apostó fuerte en su desembarco: precios iniciales de kit en 349.999 pesos (con subsidios posteriores) y suscripciones accesibles comparadas con alternativas satelitales como HughesNet, que ofrecen latencias de 600 ms. La propuesta cautivó a un perfil diverso: rurales sin acceso a redes de telefonía móvil de cuarta generación (4G), empresas mineras en la cordillera, escuelas en el Impenetrable chaqueño y hasta organizaciones no gubernamentales (ONG) en la frontera.
Problemas de obstrucción y ubicación del plato
La obstrucción es el talón de Aquiles de Starlink, exigiendo un cielo 100% despejado en un cono de 100 grados sobre el plato. En la Argentina, donde árboles centenarios salpican estancias pampeanas y las sierras bloquean horizontes, esto es un calvario. Usuarios en foros como Starlink Argentina en Facebook relataron cómo un solo árbol frondoso provoca «obstrucciones del 20-30%», derrumbando velocidades a 5 Mbps o desconexiones totales.
Interrupciones del servicio y latencia inestable
Los «drops» –cortes breves de 5-30 segundos– son el azote silencioso de Starlink en la Argentina. No matan la conexión permanentemente, pero fragmentan videollamadas por Zoom, pausan la transmisión audiovisual en Netflix y arruinan partidas en línea. Usuarios reportan 5-10 drops diarios, especialmente en horas pico (20.00-23.00), cuando la red satelital se satura.
Problemas relacionados con el clima
El «rain fade» –atenuación por lluvia– golpea en la Argentina. Las lluvias fuertes absorben las señales de la banda Ka de alta frecuencia, y cortan el servicio por 10-60 minutos. Los vientos fuertes inclinan el plato, activando errores de orientación. Cuando el frío llega a -10 grados congela motores.
¿Vale la pena?
Pese a las obstrucciones, los cortes, el clima y el hardware, Starlink sigue siendo una opción válida en la Argentina, en áreas rurales donde no hay otras alternativas de conectividad. El futuro pinta mejor: habrá más satélites V2 de Starlink que reducen latencia; y las antenas Dishy V3 resisten mejor al clima. Además, la próxima competencia de Amazon Leo obligará a Space X a mejorar su servicio.
En resumen, Starlink en la Argentina ha enfrentado desafíos significativos debido a obstrucciones, interrupciones del servicio, latencia inestable y problemas climáticos. A pesar de todo, sigue siendo una alternativa viable para aquellos que no tienen acceso a otras opciones de conectividad en áreas rurales. Con avances tecnológicos futuros y la competencia en el mercado, es probable que el servicio mejore con el tiempo.
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