Una historia de amor truncada por la tragedia
Los productores agropecuarios cordobeses Rubén Ruatta (58) y Rosana Contigiani (57) llevaban toda una vida juntos. Gente de campo, habían cumplido 29 años de casados en abril, con dos hijos,
Natalí (28), que es periodista, y
Leonel (24), a una tesis de recibirse de ingeniero mecánico, como fruto de ese amor.
Como todo matrimonio, el paso del tiempo hizo que las alianzas se gastaran y les quedaran chicas, por lo que fundieron el mismo oro, le agregaron un poco más y las recibieron el 18 de aquel mes, para el aniversario del civil.
El sacerdote del pueblo fue a cenar a la casa de ambos, en La Tordilla, y las bendijo. «No la voy a usar todos los días«, aclaró Rubén, que sabía del peligro de llevarla consigo mientras cumplía con las tareas rurales, lo que podía poner en riesgo su dedo anular izquierdo.
Sin embargo, su hija lo convenció de que se la colocara en el dedo anular derecho. Allí lo mantenía sin chistar.
Una campaña desesperada por recuperar un símbolo de amor
El martes pasado, la historia se truncó de una manera trágica. Rubén iba con sus dos socios a un campo de Santiago del Estero, para llevarles las cajas navideñas a sus empleados, pero a mitad de camino se descompensó al volante de su Toyota Hilux y chocó contra un quebracho. Creen que sufrió un infarto y murió antes del impacto.
El drama que resultó para su familia no se acabó con su repentino fallecimiento. Al productor le robaron la alianza. Por eso, ahora su hija Natalí lanzó una campaña en las redes sociales.
Entre lágrimas, señaló: «Le robaron la alianza a mi papá en Santiago del Estero, cuando ya estaba muerto. Hago este video para pedir que me ayuden a encontrarla y a traerla casa, así como con mi familia lo trajimos a casa a él».
Para ello, puso a disposición la cuenta de Facebook de la abogada santiagueña Sandra Zeman o la de ella misma. «Por favor, escribirme por mensajes solo si tienen información de la alianza. Hay recompensa. A quien la tenga: déjenme devolverle la alianza de su gran amor, a mi mamá», escribió.
Natalí comentó que en la morgue de la capital santiagueña le entregaron «un aro dorado de mujer que le pusieron en el dedo en lugar de la alianza» y remarcó que no le interesa el valor económico, sino el sentimental.
«Por favor, que vuelva a casa esa alianza. Si alguien la tiene o la vendió o la compró, yo se la compro», rogó y agregó: «Quiero dársela a mi mamá, que se quedó sin su compañero«.
La historia de amor de Rubén y Rosana
La pareja se conoció cuando tenían 23 y 22 años, mientras compartían momentos en la juventud agraria y cooperativista. Rubén era un año mayor.
Los dos eran del campo. Ella, de Colonia Las Pichanas. Él, de La Tordilla. Ambos del departamento San Justo, donde habían empezado como tamberos y luego diversificaron la actividad, siempre juntos.
Cuando el hombre viajaba por un par de días al campo de Santiago del Estero, en Miraval, a 650 kilómetros de distancia, la mujer contaba que «esas noches no podía dormir, no estaba tranquila sin él».
Hace cuatro meses habían terminado de construirse la casa nueva en el campo. El sábado previo a su muerte hizo un asado para sus amigos de toda la vida.
Además, sostuvo que Rubén les «demostraba el amor desde el hacer, como un asado, como calentar el queso en la estufa a leña y traerlo derretido en un tenedor, como arreglarnos cosas».
Rubén era el que iba al campo y arreglaba todo. Siempre tenía una solución a mano. Era quien juntaba el agua de lluvia en el aljibe para cumplirle el «capricho» a su esposa, a quien le gustaba usarla para tomar el mate.
Un símbolo de amor perdido
Las cajas navideñas no llegaron todavía a destino por una fatalidad. Los hijos de la víctima tenían pensado viajar para entregarlas en mano a los ocho empleados del campo y los otros siete de La 86, una estancia vecina donde siempre estaban para poner el hombro, como cuando se prendió fuego la casa del casco.
Las heridas -del corazón- están a flor de piel. Por eso, las enviarán por encomienda. Ya todos tienen la certeza de que, al levantar la copa, un brindis será por Rubén.
En medio de la tragedia y el dolor, la familia de Rubén Ruatta busca desesperadamente recuperar el símbolo de amor que les fue arrebatado. La alianza, cargada de significado sentimental, se convierte en un tesoro invaluable que buscan encontrar para devolverle un poco de consuelo a Rosana, quien se quedó sin su compañero de toda la vida. La historia de Rubén y Rosana es un testimonio de amor, sacrificio y compañerismo que perdurará más allá de las circunstancias trágicas que han debido enfrentar.