Ahora ondean delgadas banderas celestes y blancas al lado de la carretera. La Ruta Nacional 40, a la altura de Villa Mascardi, atraviesa un tiempo de serenidad. En el puesto del Automóvil Club, frente al hermoso lago de los espejos, se aburren las tropas enviadas hace un año por el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. El comando unificado de las fuerzas federales no tiene nada que hacer allí: toman café en abundancia y se refugian seguido de las frecuentes nevadas de agua de la época.
Los propietarios han vuelto a las casas, tímidamente. Pero no acaban sintiéndose seguros y ni siquiera tranquilos. Sienten que algo está pasando debajo de la superficie. Un movimiento de burocracias que no ven y sucede totalmente, dicen, a sus espaldas. Entonces, los anuncian. Les hacen saber lo que viene y vuelve la inquietud.
Un malestar asentado. Esculpida por la certeza de que varios de los que tomaron sus tierras, los mismos que alguna vez las atacaron, andan sueltos, tal vez al acecho, sin ser buscados por nadie ni por nada. A la fecha hay seis hombres y una mujer prófugos de la Justicia por la usurpación de Villa Mascardi, ocurrida entre 2017 y 2022.
También hay cuatro mujeres presas, incluida la machi, Betiana Colhuan. La mujer de la visión divina cría a un hijo tras las rejas. El padre del niño, Matías Santana, el famoso mapuche de los binoculares, sigue esquivo, quizás en las montañas o más bien escondido en los barrios pobres de Alto Bariloche o en las afueras de Esquel o El Bolsón.
Otro prófugo: Lucas Pilquiman. Testigo E. Quien dijo que vio ahogarse a Santiago Maldonado en las aguas del río Chubut.
Pero la novedad viene de los hechos. Los diálogos entre la comunidad Lafken Winkul Mapu finalmente desalojada de Villa Mascardi y el Gobierno no han cesado. El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, a cargo de gente de Juan Grabois, en conjunto con la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de Horacio Pietragalla, han logrado brindar a la comunidad. Lo que proponen es atractivo: tres cabañas y diez hectáreas en la zona.
En esa dirección avanzan las mesas de diálogo que representantes gubernamentales sostienen con los voceros de la comunidad, ahora desplazada. Los Nahuel Colhuan siguen refugiados en el barrio Virgen Misionera de Bariloche. ¿Han vuelto a Mascardi, ocho meses después del desalojo? “Me permito pensar que sí. ¿Qué argentino vendría a destrozar las banderas argentinas que están a un costado de la ruta, como sucedió varias veces?”. pregunta Diego Frutos. «Alguien aparece de noche y quema las banderas», añade.
Son protestas aisladas. Exige la liberación de las mujeres detenidas. Elementos aislados protestan así por una liberación que no se consuma.
“Se produjeron más de 200 hechos delictivos”, dijo hace diez días el juez Gustavo Villanueva, quien rechazó la liberación de las mujeres mapuche en sustitución del Juzgado Federal de Bariloche. Desestimó la propuesta de defensa de tres de los detenidos. “Este no es un proceso de usurpación como cualquier otro”, afirmó.
Pero otras cosas se materializan. Según los vecinos de Villa Mascardi, las tres cabañas que construirá el Gobierno en la zona del rewe, el tótem religioso donde la machi Betiana tuvo una visión. ¿Qué vio ella? Según los mapuches, debieron asentarse en esas tierras frente al lago para refundar su comunidad. Las casas se construirán en terrenos estatales. Unos metros por encima del viejo hotel IOS destruido, sede de una escuela de guardaparques que nunca llegó a implementarse.
La propuesta fue hecha por la Secretaría de Derechos Humanos. Fue en respuesta a un pedido de Alberto Fernández de descomprimir el conflicto.
El coordinador del Pueblo Mapuche de Río Negro se mostró confiado en que el documento sería firmado esta semana, aunque a última hora se pospuso la reunión entre el Estado y la delegación. La nueva fecha posible de finalización es el 12 de junio. Hay otro detalle que hace aún más atractiva la invitación.
La oferta a Lafken Winkul Mapu se completa con diez hectáreas en un valle verde y nutrido. Es una explanada a orillas del lago Guillelmo, en la margen norte del espejo de agua, camino a El Bolsón. Nadie se opone. Después cinco años de violencia y muerteDespués de cinco años de estrés y dificultades, finalmente se están viendo los frutos. Una buena parte ahí mismo en el paraíso patagónico… donde ninguna machi, que se sepa, ha visto nada.
Crece el enfado de los vecinos. Por eso, se están organizando para marchar de nuevo. La convocatoria, para los próximos 25, dice, entonces, lo siguiente: «¡La Patria nos necesita! Súmense al llamado de Patoruzú a la lucha por la soberanía en Villa Mascardi. El gobierno ha demostrado su incapacidad para mantener a salvo nuestra tierra, pero lo haremos». No te rindas. Este 25 de mayo, en la Rotonda de Diarco, nos reuniremos en un mitin en defensa de nuestra integridad territorial. Traiga su bandera argentina y todas las insignias patrias que tenga. ¡Luchemos juntos por nuestra tierra y nuestra gente!”.
PD
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Fuente: Titulares.com