El Tribunal Federal de Brasilia acogió la denuncia del MPF (Ministerio Público Federal) contra Filipe Martins, asesor para asuntos internacionales del presidente Jair Bolsonaro (sin partido). Con eso, Martins se convirtió en acusado por un gesto racista. La decisión fue tomada por el juez federal Marcus Vinicius Reis Bastos.
Martins hizo un gesto con la mano que, con tres dedos abiertos (que simboliza la letra «w») y el dedo índice uniendo el pulgar (formando una «p»), significa «poder blanco» (en portugués: poder blanco), siendo un símbolo para los grupos supremacistas.
El día 9, el MPF denunció a Filipe Martins por, durante una sesión en el Senado Federal, realizar un gesto vinculado a grupos racistas y supremacistas. En un comunicado, el MPF dijo que había descartado la posibilidad de causalidad en el comportamiento de Filipe Martins en el Senado y que «era evidente» que el asesor «conocía el contenido, significado e ilegalidad de su gesto».
En ese momento, el abogado João Vinicius Manssur, que representa a Martins, dijo en una nota que la acusación no tenía fundamento. «La historia de vida de Filipe Martins y sus luchas por las libertades públicas y los derechos fundamentales están a su favor», dijo el abogado.
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