Cuando el año pasado, el 14 de octubre, nuestro país fue agregado a la lista de destinos internacionales con el sello “Safe Travels Stamps”, otorgado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), la industria del turismo suspiró de alegría. Argentina se convirtió así en uno de los países donde los turistas podían viajar sin tener que preocuparse por las medidas de higiene y seguridad sanitaria. Sin embargo, hace poco más de dos semanas, de manera arbitraria y sin consenso, el presidente Alberto Fernández decidió cerrar el país y volver a la fase 1. ¿Qué pasó? Muchos de los turistas que han estado en diferentes partes de nuestro país se han perdido sus recorridos, no han podido realizar sus recorridos y han visto sus últimos días encerrados en sus hoteles. ¿La consecuencia? Hubo una ola de cancelaciones de reservas en los meses de junio y julio.El turismo, según estimaciones del WTTC para 2018, aporta el 10% del PIB de nuestro país, el 9,4% del empleo y el 6,4% de las exportaciones. Además, hay que tener en cuenta que estos números son insuficientes por el efecto multiplicador del turismo: gracias a un turista abre un restaurante, abre un atractivo, abre una tienda de souvenirs o un artesano tiene la posibilidad de vender su obra. . La cadena productiva asociada al turismo es incomparable: comercios, restaurantes, hoteles, comercios, aviones, caminantes, artesanos, grupos, taxis, guías, cruceros. A todo esto, hay que agregar que el turismo es la tercera entrada de divisas en el país, lo que no solo es más necesario hoy que nunca, sino también deseado por el gobierno nacional, pero esta actividad ahora está amenazada. Quizás porque las consecuencias de las decisiones que se toman hoy solo se reflejan en el mediano y largo plazo, no le conviene al Gobierno trabajar hoy en la recuperación del turismo. Ya sea por la falta de vacunas, el cierre de call centers y sucursales de Aerolíneas, o decretos unilaterales de la noche a la mañana, Argentina está entrando en un terreno peligroso, donde la falta de certeza está provocando un desinterés por viajar a nuestro país. Federación de Hostelería Gastronómica de la República Argentina, considerando la actividad turística en su conjunto, el turismo receptor cayó 98% en el primer bimestre de 2021 respecto al mismo período del año anterior, mientras que los viajeros residentes que se quedaron en enero de 2021 fueron 44. 7% menos que en enero de 2020. La participación del turismo en el PIB cayó de 6.5% en 2019 a 3.1% en 2020. Ante esta situación, en mayo de este año presenté un proyecto de ley para declarar un turismo de emergencia a nivel nacional con el objetivo de crear nuevas instancias al servicio del sector, trae beneficios fiscales, económicos y crediticios y crea un plan de reconstrucción federal. ion. Es necesario, para que nuestro país avance, que circule la economía y que se renueven los empleos que actualmente están suspendidos, o incluso a punto de cerrar, y el turismo puede hacerlo, sin embargo, el Gobierno decide cerrar el ingreso al turismo receptivo internacional para fines turísticos. ¿Qué genera esto? Lugares como Ushuaia, las Cataratas del Iguazú, el Glaciar Perito Moreno, el Vale da Lua, entre otros, ven perjudicada su economía local. Por ejemplo, actualmente el 70% de los hoteles de Ushuaia están cerrados, donde, paradójicamente, ya se realiza la vacunación en personas de 40 años, que se encuentra entre las provincias con mayor número de población vacunada. Si el riesgo de recibir turistas internacionales no es epidemiológico, ¿cuál es? En países europeos como Italia, Dinamarca o Alemania, hasta ahora en la región, en Uruguay, ya se están implementando pasaportes sanitarios para que se pueda reactivar la actividad. Además, la aerolínea American Airlines también implementó el pasaporte sanitario para agilizar los viajes a Estados Unidos. Es cuestionable lo que le falta a nuestro país para empezar a tomar medidas de este tipo que favorezcan y restauren la actividad económica. De hecho, el 30 de junio es la fecha formal para viabilizar el turismo de cruceros y aún no sabemos qué pasará. Lo que sucederá, si no nos apresuramos a dar certeza, aunque sea mínima, es que habrá una migración a otros puertos. Lo que hemos estado construyendo durante años se perderá de la noche a la mañana. Esta pérdida es irrecuperable. Peor aún es el escenario en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, que es la puerta de entrada a la Antártida, y perderá esta categoría por falta de decisión política. Medidas urgentes para volver a encarrilar el turismo, y si te pierdes este invierno, seguro que no habrá verano. Asi es como funciona. Sin invierno, sin verano. Y eso solo provocaría el cierre de más empresas argentinas y la caída de empleos aún más. ¿Cómo los vamos a recuperar? Aún hoy, los subsidios para ayudar a mantener a flote a los pocos que aún quedan en pie, sin embargo, el presidente, Alberto Fernández, prorrogó hasta el 25 de junio el Decreto de Necesidad y Urgencia 287 sobre restricciones sanitarias, y busca convertirlo en ley en el Congreso para imponer su la arrogancia a través de una ley que también es inconstitucional. Diputado Nacional por la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (Pro) Meet The Trust Project
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Esta nota fué publicada originalmente por Héctor Stefani en www.lanacion.com.ar el día: 2021-06-23 23:22:41