Siempre me gusta repetir: todo gobierno tendrá que transformarse en una plataforma digital. El gobierno que sigue siendo analógico pierde la capacidad de gobernar. La razón es simple: en una sociedad digital, la gobernanza también debe ejercerse digitalmente. No es posible gobernar con papel si la mayoría de la población organiza su vida a través del celular. Esta lección es válida no sólo para la Unión, sino también para los estados y municipios y cualquier otra entidad que ejerza alguna forma de “gobernanza”.
El desafío, sin embargo, es cómo hacer que esta transformación digital de los servicios gubernamentales se convierta en plataformas digitales. Hasta hace poco, el mayor ejemplo de esto en el mundo era Estonia. El país adoptó como lema la frase: “construimos una sociedad digital y tú también puedes hacer lo mismo”. El país ha creado una verdadera identidad digital. A partir de ahí, unificó todos los servicios públicos en un único portal, accesible desde cualquier lugar del planeta. Las únicas dos actividades que el ciudadano o ciudadana todavía necesita hacer físicamente es comprar una propiedad o casarse. Todo lo demás se puede hacer en línea.
Sin embargo, Estonia ha perdido el puesto del caso más interesante. Otro país insospechado ha mostrado una interesante capacidad para llevar a cabo la transformación digital incluso en tiempos muy difíciles: Ucrania. Como parte del esfuerzo en torno al conflicto en la región, Ucrania tuvo que poner rápidamente en línea todos los servicios gubernamentales.
Para ello, construyó un trabajo conjunto entre el Ministerio de Transformación Digital y el Parlamento. Luego creó una verdadera identidad digital similar a la estonia llamada DIIA. Esta misma identidad también se puede utilizar para firmar documentos. Paralelamente, llevó el 100% de los servicios públicos al celular. Y lo más atrevido: también creó un pasaporte digital, eliminando la necesidad de llevar pasaporte físico. Algo importante en medio de un conflicto internacional con una gran cantidad de refugiados.
Lo llamativo es que todo esto se hizo en poco tiempo. Para lograr este resultado, Ucrania ha creado una coalición entre el Estado y la sociedad civil, incluso con la ayuda de voluntarios. Esta coalición se denominó «IT Digital Army», el ejército de la tecnología de la información, que cuenta con no menos de 270.000 personas.
Fue este grupo el que logró crear una revolución digital en el gobierno del país en semanas, algo que en otros lugares lleva años (o décadas) hacer. Entre los servicios creados se encuentran prácticamente todas las actividades de la vida civil. También hay nuevos servicios que tienen que ver con la vida militar. Por ejemplo, Evorog, que permite a cualquier persona reportar movimientos militares de enemigos en el país a través del celular.
Antes del conflicto, Ucrania obligaba a las empresas a almacenar datos en servidores locales por motivos de seguridad. Ahora empezó a incentivar el almacenamiento fuera del territorio, en países aliados, precisamente para evitar la destrucción física de los datos.
Si hay voluntad política y coordinación entre varios sectores de la sociedad, es posible hacer una revolución digital en los servicios gubernamentales. Con conflicto en curso o no.
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Fuente: uol.com.br