El ejército ruso aseguró este sábado que pretendía respetar hasta el final de la jornada la tregua unilateral decretada por el presidente Vladimir Putin con motivo de la Navidad ortodoxa, pese a que tanto el Kremlin como Ucrania denunciaron ataques en las últimas horas.
«A pesar del fuego de artillería de las fuerzas armadas ucranianas en áreas pobladas y posiciones rusas, las tropas seguirán aplicando el régimen de alto el fuego anunciado hasta el 24 (18 horas desde Argentina)”, indicó el Ministerio de Defensa de Rusia en su comunicado diario.
El informe agregó que las fuerzas rusas habían repelido una serie de ataques del ejército ucraniano en el este de Ucrania en las últimas 24 horas, matando a decenas de militares.
Periodistas de la agencia de noticias AFP de la localidad de Chasiv Yar, al sur de la ciudad de Bakhmut, escucharon el sábado fuego de artillería pesada durante gran parte de la mañana.
Ucrania rechazó el alto el fuego como una táctica de Moscú para ganar tiempo para reagrupar a sus soldados y reforzar así sus defensas tras una serie de reveses en el campo de batalla.
Por su parte, comandos ucranianos informaron que Rusia había lanzado un ataque con misiles y disparado 20 veces desde múltiples lanzacohetes en las últimas 24 horas.
“Hablan de un alto el fuego. Es con ellos que estamos en guerra”, dijo el asesor presidencial ucraniano. Kyrylo Tymoshenko, tras denunciar que fuerzas rusas atacaron un parque de bomberos en la ciudad de Kherson, en el sur del país, en una ofensiva que dejó varios muertos y heridos.
Putin ordenó este jueves unilateralmente a sus fuerzas detener la ofensiva durante 36 horas con motivo de la Navidad ortodoxa, que se celebra el 7 de enero.
En cambio, Ucrania rechazó el alto el fuego como una táctica de Moscú para ganar tiempo y reagrupar a sus soldados para reforzar sus defensas después de una serie de reveses en el campo de batalla.
Putin asistió solo a una misa religiosa en una iglesia del Kremlin este viernes por la noche para celebrar la Navidad ortodoxa.
El presidente ruso continuó la celebración en la Catedral de la Anunciación, originalmente concebida como una iglesia para los zares, oficiada por sacerdotes, algunos de los cuales portaban candelabros, según imágenes difundidas por la presidencia.
En años anteriores, Putin solía acudir a la ceremonia religiosa con motivo de la Navidad ortodoxa en las provincias rusas o en las afueras de Moscú.
En un mensaje difundido por el Kremlin, el líder ruso felicitó a los cristianos ortodoxos e indicó que este día inspira «buenas obras y aspiraciones».
También señaló que oró por la Iglesia ortodoxa, cuyo líder espiritual, el patriarca Kirill, apoyó la ofensiva de las fuerzas armadas rusas en Ucrania.
Las organizaciones eclesiásticas «apoyan a nuestros soldados que participan en una operación militar especial», declaró el presidente ruso, utilizando el término oficial del Kremlin para la invasión.
“Un trabajo tan formidable, multifacético y verdaderamente ascético merece el más sincero respeto”, agregó.
El patriarca Kirill, por su parte, llamó a los creyentes a apoyar a los «hermanos» prorrusos durante la ofensiva en el este de Ucrania.
Mientras tanto, en Ucrania, cientos de fieles asistieron a una misa histórica con motivo de la Navidad ortodoxa en el famoso monasterio de las Cuevas de kyiv, que anteriormente dependía del Patriarcado de Moscú, pero que ahora ha pasado a manos ucranianas debido a la guerra.
En Ucrania, cientos de fieles asistieron a una misa histórica con motivo de la Navidad ortodoxa en el famoso Monasterio de las Cuevas de Kiev.
Por primera vez, el metropolitano Epifanio, cabeza de la Iglesia ortodoxa ucraniana creada en 2018-2019 tras un cisma con la Iglesia rusa, ofició una liturgia navideña en la Catedral de la Asunción de este emblemático recinto del siglo XI, el más importante del país.
Los creyentes, incluidos hombres con uniforme militar, se reunieron bajo una fuerte presencia policial.
Los fieles tenían que mostrar sus pasaportes y pasar por detectores de metales.
Ubicado en la capital ucraniana, este monasterio fue la sede de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, que dependía del Patriarcado de Moscú, pero rompió sus lazos con Moscú en mayo.
A pesar de esta distancia, los responsables de esta rama están bajo la presión de las autoridades ucranianas, que llevaron a cabo En las últimas semanas se han producido diversos allanamientos en centros religiosos y sanciones a eclesiásticos por asumir posiciones consideradas prorrusas.
El Monasterio de las Cuevas de Kiev, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, también fue allanado. En diciembre, fue transferido a la jurisdicción de la Iglesia ucraniana independiente de Rusia.
Con información de Telam y otras fuentes de noticias.