Era un día de noviembre. Tomé el último examen en la Facultad, me gradué. Oficialmente me convertí -lo sé, hay títulos mejores- en Licenciada en Comunicación Social. Llegué a casa y mi mamá me estaba esperando, no ansiosa sino emocionada. Ella me dio un abrazo. O ella quería dármelo. Me despegué un poco, como diciendo que no me parecía necesario, que tampoco era gran cosa. Yo era feliz a pesar de que necesitaba distanciarme, marca la cancha que el mundo era mío, que era hora de salir de casa. Una tontería que ni mis 21 años podrían excusar.
El vínculo con mi madre era bueno, ese rechazo no reflejaba nada más, solo demostrándome que yo decidí la agenda y que no estábamos para felicitar sino para empezar a trabajar. Ese recuerdo lo tengo muy presente por -sospecho- una razón: muchas veces no dejamos que los padres nos digan de qué nos quieren hablar, cuáles son los temas o problemas que los cuestionan. Cuando somos más jóvenes, sentimos que lo que es importante para ellos muchas veces es banal para nosotros.
Gran error. Es cierto que hay padres y madres, algunos muy invasivos, pero los míos no lo eran. Intuyo algunas pistas de por qué actué así: todo intercambio implica entregarse, abrirse, dejar que los demás se abran. Mantener una charla más confesional a veces nos da cierta vergüenza íntima, pero escucharlo de nuestros padres, aún más. Como si aún tuviéramos esa mirada infantil de que son súper poderosos y no pueden sufrir problemas terrenales. ¿Tu mamá o tu papá a veces se sienten solos aunque estén en pareja? ¿Tienes proyectos que fueron pospuestos? ¿Hubieras querido que parte de tu vida tomara otro camino pero no ha podido ser? ¿Sueñas con un punto de inflexión que no te atreves a dar?
Son todas dudas que flotan en la relación padre-hijo y que muchas veces no se discuten. Con el tiempo, cuando ya no están, es raro no haberlo hecho: ante la ausencia uno se da cuenta de que es uno de los pocos enlaces donde no prima el interés o una mirada exclusiva. Un refugio para unos y para otros, aunque muchas veces lo dejemos pasar.
#abrazo #llegó #completar
Fuente: Titulares.com