Contrariamente a las buenas noticias que representan para las cuentas fiscales las alzas en el precio de la soja que se han registrado en la Bolsa de Valores de Chicago, las alzas en los valores de los combustibles externos que el Gobierno está obligado a importar para satisfacer la demanda de gas y alimentar centrales térmicas han empezado a jugar unos contra otros y nadie descarta que la situación negativa tienda a empeorar en los meses de bajas temperaturas.
En la primera semana de febrero, la administración de Alberto Fernández se ha topado con tres hechos significativos relacionados con los precios que deberá pagar por las importaciones de combustible previstas para el primer semestre del año.
En primer lugar, las recientes licitaciones de 25 embarcaciones a diésel y fuel oil realizadas por las autoridades de Cammesa —el administrador estatal del mercado eléctrico— implicarán una Pago 30% más alto de lo previsto a mediados de enero cuando se puso en marcha el mecanismo de compra.
Por los 18 embarques de diésel con destino a las plantas de generación térmica que fueron adjudicados a Shell, Gunvor y Chevron; Cammesa tendrá que pagar un poco más de $ 540 millones que, según las cifras que llevan los técnicos del sector, suponen casi un 25% más superior al traspasado en los primeros meses del año pasado por una provisión similar.
Se dispara el precio de los combustibles importados y el Gobierno tendrá un gasto extra de 1.500 millones de dólares
En tanto, para los siete barcos con 350.000 metros cúbicos de fuel oil que quedaron en manos de las comercializadoras de energía Mercuria y Novumlos precios finales estuvieron un 35% por encima de los valores pagados en las últimas adquisiciones de 2021.
En segundo lugar, en la licitación testigo que lanzó para sondear el estado del mercado mundial de GNL, la estatal IEASA se encontró con una valor récord que resultados casi tres veces mayor que el promedio de 2021 y es un 15% superior al precio que las autoridades energéticas presupuestaron para este año.
En este caso, el único cargamento de GNL por barco que llegará a mediados de marzo a la terminal de regasificación de Escobar terminó adjudicándose a la firma Vitol por un precio de US$ 27,24 por millón de BTU (MBTU), lejos del casi US$ $8 por MBTU promedio de 2021 y US$3,52 por encima del promedio de US$23,72 por MBTU que el Ministerio de Energía calculó que iba a pagar este año por ese combustible importado.
El escenario económico con el GNL promete complicarse más de lo necesario en los próximos meses. Para cubrir la reducción de los envíos de gas desde Bolivia y garantizar el suministro interno, el Gobierno decidió reforzar su apuesta por el GNL con dos salidas.
Por un lado, anticipó el regreso del buque regasificador Bahía Blanca que estaba previsto para junio a la segunda semana de mayo. La importación de gas por barco comenzó en 2008 con una terminal móvil en el sur de la provincia de Buenos Aires, a la que se sumó otra similar en Escobar en 2011. La planta de Bahía -que había sido desactivada durante la administración de Mauricio Macri en 2018- – fue rehabilitado a contrarreloj el pasado invierno para poder hacer frente al aumento del consumo interno de gas.
Y, por otro lado, diseñó un esquema de compras para todo el año que alcanzaría un total de 70 barcos, el 28% de los envíos de GNL que llegaron en 2021. La combinación de un mayor número de barcos y el salto de precios en el mercado internacional significaría para el Gobierno una gasto extra del orden de US$ 1.500 millones.
Gas boliviano, más caro
El tercer dato negativo recibido por las autoridades energéticas llegó desde el Altiplano a manos de funcionarios de la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Luego de la reunión bilateral sostenida a fines de enero con sus pares de IEASA donde les confirmaron que no podrán cumplir con los envíos mínimos acordados hasta abril y para la temporada de invierno, YPFB informó a los funcionarios argentinos que pretende revisar la fórmula de ajuste del precio del gas que envía al mercado local.
Directivos bolivianos adelantaron extraoficialmente que quieren llevar los precios pactados el año pasado de US$ 5,10 por millón de BTU en invierno y US$ 4,82 en el resto del año a una nueva escala de US$ 9,10 por millón de BTU en temporada de invierno y US$ 7,40 en los meses restantes del año.


El gobierno de Bolivia quiere aumentar los precios del gas que envía a Argentina
YPFB e IEASA acordaron extender hasta abril las negociaciones para actualizar la última adenda al contrato de suministro de gas que había vencido en diciembre. Para este año, los envíos desde Bolivia van camino de seguir cayendo. En lugar de los 9 millones de metros cúbicos por día (MMCD) promedio comprometidos para los primeros meses de 2021, ahora solo entregaría entre 7 y 7,5 MMCD. En tanto, los 14 MMCD promedio que se acordaron entre mayo y septiembre se reducirían este año a un volumen estimado entre 11,5 y 12 MMCD.
En las negociaciones en curso, YPFB también pretendería modificar la metodología para ajustar el precio del gas que exporta a Argentina. Inicialmente, el contrato de importación firmado en 2006 por Néstor Kirchner y Evo Morales contemplaba una fórmula polinomial que combinaba los precios internacionales de los combustibles líquidos alternativos como el gasoil, diesel y fuel oil. En el último tramo del gobierno de Macri se cambió ese esquema por otro que tenía en cuenta el precio del GNL.
El año pasado, la actual administración de Alberto Fernández aceptó una redefinición de la fórmula basada en el precio de la gasolina en Estados Unidos —Henry Hub— con el agregado de un suplemento de 2,25 dólares por MBTU. Y ahora, la intención de la petrolera boliviana sería volver a cambiar los parámetros para que el precio del GNL, que se ha disparado, vuelva a tener protagonismo.
Palabras clave de esta nota:
#cisne #negro #complica #las #cuentas #del #gobierno
Fuente: iprofesional.com