«Un hombre sin amor no es nada. En mi gobierno, todos tendrán citas». Cuando Lula dijo eso en Flow, me reí pensando que los brasileños realmente merecen acurrucarse, dormir con una cuchara, tener sexo y, más aún, amar.
No soy PT, pero nunca he querido tanto a un ex en mi vida, jajaja. Y tengo 2 exmaridos maravillosos. Es un aliento, un ejemplo y una inspiración que siga siendo un presidente guapo, que habla de cariño, que reconoce la importancia del amor, que besa en la boca, que disfruta, que vive. Me sentí de la misma manera cuando Obama fue elegido.
Durante las investigaciones, mi amigo Pedro Guerra, este izquierdista convencido, preguntó lo siguiente: «¿cuántas veces a la semana crees que Lula y Janja tienen sexo?» Respondí, «dos, tal vez tres», pero miré a mi alrededor y, contándome a mí mismo, estaba bastante seguro de que tenían sexo más que todos los demás allí.
Cuenta la leyenda que si te organizas bien, todo el mundo tiene sexo, y las personas que tienen sexo no molestan a los demás. Estudié leyes de incentivos relacionadas con el audiovisual, que es donde navego bien, pero la Phoda Madrina que vive en mí inmediatamente pensó en crear un programa «Meu Krush, Minha Vida», porque la vida de los solteros importa. Los viajes de citas serán libres de impuestos y más baratos que los viajes de negocios, porque las citas a larga distancia son caras. ¿Quién sabe cómo ser la mano derecha de Pabllo Vittar en el Ministerio del Interior? JAJAJA. Íbamos a regularizar la vida de los LGBTQIA+, los no monógamos, los poliamorosos, ya que los lazos que cuentan son los de afecto.
El rey Roberto diría que son tantas emociones y, entre risas y lágrimas, recordé a Paulo Gustavo –que habría cumplido 44 años el día antes de las elecciones, pero que no tuvo la vacuna a tiempo–, su viudo y sus hermosos hijos.
Cuando la disputa giró, justo al final, lloré pensando en Marta Lece, una negra, una niña de la favela con mucho orgullo, que ama y cuida a mi ahijada Clarice, y que soltó su voz en su Instagram (@ martalece) y fue compartido por Xuxa y mi querido Breaking the Taboo. Tati Nascimento, que tiene un productor de sonido solo con gente negra, Janga, estaba tomado de la mano conmigo; y sus hijos mellizos, mis queridos amigos, que también estaban sentados en el sofá, entendieron que ese era un momento histórico, impulsado -como todo en la historia de este país- por el movimiento negro, y vieron todo con mucha atención.
Giovana Madalosso, escritora de las maravillosas «Todo se puede robar» y «Suite Tokio», recordó que la victoria fue colectiva, que era de los artistas, de Felipe Neto, de ella que había enviado flores a las actrices pagando de su cuenta. bolsillo, y de personas que, como yo, están semanalmente ampliando sus pensamientos, afectos y que, también, están luchando -intentando esgrimir dulzura y humor- contra castraciones, cerrojos, culpas y todo tipo de ataduras que intentan ubicarnos.
Vimos el fuzuê en la Avenida Paulista con los niños y todo. El miedo pasó en cuanto llegamos y vimos otras familias e incluso perros. Me reconoció una mujer trans/travesti del Club SexPrivé –espectáculo que presento todos los sábados en Banda– y me agradeció por abrir la mente a mucha gente, luego de lo cual nos dimos un abrazo lleno de felicidad y entusiasmo. Nos emocionamos allí en la multitud, y ella repitió lo que dijo Giovana, que la victoria era de todos nosotros. Luego completó con “el amor venció al odio” y, finalmente, celebramos que vamos a volver a amar al prójimo, a tener empatía, compasión, derechos humanos.
En los grupos de Whatsapp bolsonaristas circulaba una fake news de que Lula estaba siendo tratado por un cáncer de garganta, y que este -para acabar con la fantasía de ser bombardeado- lo había adquirido de practicarle tanto sexo oral a Janja. Hay que ser muy terraplanista para pensar en un tren así, ¿no? Porque esa voz de Darth Vader, que rugió en muchos podios en vida, me llenó de amor y esperanza cuando dijo, desde lo alto del auto con sonido, que: «Esta fue la victoria de las mujeres que no quieren ser tratados como objetos de cama y de mesa, quieren ser tratados como sujetos de la historia. La mujer quiere, puede y debe estar donde quiera sin pedir permiso”.
Caminé de regreso por los jardines pensando en Olivetchy, mi sobrina, aliviada de que fuéramos libres, al menos por el momento, de convertirnos en Gilead, como en «El cuento de la criada» de Margaret Atwood. Tienes que estar alerta y fuerte. Y que las diosas nos libren de todo mal (miradas, complacidas y amadas). Amén, Saravá, Axé, Shalom, Namaste.
PD: los que creen en un pensamiento más derechista, pero no se ven representados por el bolsonarismo, y que votaron por Lula en contra de su voluntad, o que lucharon por la tercera vía, esta victoria también es suya, así que no se den por vencidos arriba, tienes cuatro años por delante, y lo ideal es empezar ahora. Simplemente no intentes poner a los negros en la favela, a las mujeres en los tanques y a los homosexuales en el armario, lo cual ya no es posible.
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