El cuarteto salteño Ahyre que por primera vez tuvo la oportunidad de cerrar una noche en Cosquínratificó su momento de ascensión con un impecable espectáculo que coronó la quinta noche del 63 Festival Nacional de Folklore.
Ante este broche de impacto, la grilla prevista mostró una dispar oferta que arrancó en plena forma con el homenaje chamacero de Antonio Tarragó Ros al centenario de su padre.
Y para el resto del recorrido artístico trazado, los dos números de la estilizada pareja de baile de los hermanos Posse de Buenos Aires (llegada de Pre Cosquín), el compacto conjunto de La Rioja Bruja del sauce y los otros dos centenarios, de Eduardo Falú y Juan José Botelli, recibido por la desmesurada delegación de Salta con sus 250 integrantes entre músicos y grupos de baile.
El programa de presentación sufrió este lunes la pérdida imprevista de Los Nocheros por el crítico estado de salud de Moro tras la creciente expectación por la destitución de Kike Teruel, que había anunciado el domingo -también sorprendente- que dejaría el grupo tras cumplir los compromisos en festivales de verano.
La retirada del grupo (para la que la organización del Festival preveía la devolución de las entradas, que se hará efectiva a partir de mañana a través de los canales donde se adquirieron), supuso Los Santiagueños Manseros.
Y el histórico combo formado en 1959 dejó esta noche su nombre en una nota para firmar con certeza la despedida del Festival, pues su presente artístico dista mucho de un nivel aceptable para este tipo de emprendimientos, aunque la emoción generada por la repentina convocatoria tuvo a un público en su estela favor. dentro y fuera de la Plaza Próspero Molina con no pocas personas con camastros escuchando la leyenda aún sin ver el escenario.
En definitiva, la participación marcó dos circunstancias destacables en relación a los últimos y convulsos años de Los Manseros cuando la voz de Onofre Paz -líder y superviviente desde su fundación- saludó a su ex compañero original Leocadio del Carmen Torres (fallecido en octubre de 2016) y señaló que una de las piezas del repertorio había sido compuesta por su hijo Martín, a quien expulsó repentinamente del grupo en febrero de 2017.
En cuanto a las reacciones del público, también destacó la pasión que despertó Destino San Javier con los ejemplares Paolo Ragone, Franco Favini y Bruno Ragone más cerca de los ídolos latinos que de los artistas nativos que lograron terminar su set cantando en el escenario para la multitud exultante.
Estos dos momentos de escaso espesor estético no eclipsaron la gran actuación de ahyre que colocó para cerrar la quinta luna, Asumió la misión encomendada con una adecuada mezcla de profesionalidad y soltura.
En apenas una hora de actuación, el cuarteto que integra a Juan José Vasconcellos, Sebastián Giménez, Hernando Mónico y Federico Maldonado (más la batería en manos de Guido Bertini), exhibió flexibilidad instrumental y grandes voces para abordar un equilibrado repertorio con unas grandes momentos. .
Con la mayoría de las canciones compuestas y arregladas por “Colo” Vasconcelos con un efectivo y minucioso arreglo, la lista brilló con “Cusco” (al inicio), la exitosa conjunción entre “La noche sin ti” e “Himno de mi corazón” . , “Las ideas”, “No” y los bises “Si te vas” y “Quiero más”.
“Gracias a la vida por esta oportunidad de mostrar nuestra perspectiva sobre la música latinoamericana. Inventar nueva música es todo un reto y es un honor hacerlo en la plaza principal del folklore”, resumió el ex huayra sin ocultar su satisfacción por el resultado obtenido.
En el otro extremo del espectáculo, chamamé se adueñó de la apertura con el exitoso homenaje audiovisual que Antonio Tarragó Ros Cabalgó por el centenario de su padre, conocido como «O Rei do Chamamé».
Conmovida y con ganas de hacerse notar, la autora de clásicos como «María va» y «Canción para Carito», anunció tras cantar «Jineteando la vida» que «estamos entrando al centenario de papá y estamos llenos de emociones. En Corrientes pudimos No pongas este video porque parece que papá te lo ha querido guardar.
Lejos de otras falsas alegrías, el austero, agudo y cautivador chamamé de Tarragó Ros generó un ambiente festivo que se coronó con los integrantes del Ballet local Camin repartidos entre el público para invitar a los presentes a bailar al son de los siempre candentes del “Kilómetro once”. .
El propio mentor de la secta explicó más tarde en una especie de monólogo en forma de rueda de prensa que «lo que más le gustaba a mi padre es que la gente bailara y aunque me parecía un oficio menor, me enseñó que el baile músico es más alto porque entra porque en el corazón de la gente, sin importar cómo sea físicamente o las caras que ponga”.
Verbal y feliz, Antonio anunció que estamos viviendo “la era del chamamé, que es el baile del abrazo” y sostuvo que “el chamé es necesario porque es música reflexiva y herramienta de autoconocimiento”.
Entre lo mítico y lo provocador, concluyó que «el chamamé no es de Corriente ni de ningún otro lado sino de los chamaméros como el cristianismo es de los cristianos» y enseguida dijo que «mi padre vendió más discos que los Beatles pero ellos les pusieron la plata para destruir». la música regional del mundo”.
María de los Ángeles «Bruja» Salguero encabezó un contundente recital en compañía de una banda consagrada que reunió a Julieta Lizzoli (piano), Lucas Homer (bajo), Jero Izarrualde (batería), Pablo Ponce (charango y guitarra) y Leo Andersen (guitarra).
Aún con su voz lejos de la plenitud que es capaz de mostrar, la riojana, que esta vez abandonó la costumbre de cantar descalza, se atrevió a proponer nuevas piezas en su cancionero como «Saravá», «Dele retumbar» y «Baila, baila», que combinó con «El camion de Germán», «Ella baila sola», «Los amanecidos» y, dedicada a las «mujeres que marcaron nuestro camino», una visita a «Juana Azurduy» que cantó al borde del etapa.
Más allá del paso Cordovao Gabriel Macías, entre las propuestas seleccionadas en Pré Cosquín se encontraban el dúo pirotécnico de piano tango y bandoneón interpretado respectivamente por Cristián Asato y Ayelen Pais y la inquietante coreografía de Facundo y Ezequiel Posse que sacudió la tradición de Cosco al proponer una inédita pareja de hombres que primero bailó un tango (con beso incluido) y luego destacó por la plasticidad del cuadro denominado “Arte locura”.
Con la renovada amenaza de otro pronóstico de lluvia, esta noche será el turno del Rally Barrionuevo; Roxana Carabajal; Maggie Cullen; Carlos Di Fulvio-Alberto Muñoz; Pocho Sosa; Adriano Maggi; Cuarteto Karé; y Jorge Rojas.
Por la séptima luna están: Mario Álvarez Quiroga; Alma Carpera; Eduardo Guajardo; Marina González; Los 4 de Córdoba; Sergio Galleguillo; y El Chaqueño Palavecino.
Fuente: Télam/Sergio Arboleya
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