El Tribunal Constitucional de Tailandia dictaminó el viernes que el primer ministro del país, Prayuth Chan-ocha, puede permanecer en el cargo ya que no ha superado el límite constitucional de ocho años, según su interpretación. La decisión es un balón de oxígeno para el presidente, quien con este fallo podría presentarse a las elecciones que se realizarán el próximo año.
El general Prayuth llegó al poder en agosto de 2014 después de liderar un golpe de estado unos meses antes. Bajo su supervisión se redactó la nueva Constitución aprobada en abril de 2017, que establece un plazo máximo de ocho años. En marzo de 2019, el soldado convertido en político retuvo el liderazgo al liderar una gran coalición de partidos conservadores que ganó las elecciones generales.
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Hace unas semanas, la oposición presentó un recurso alegando que Prayuth había accedido al cargo en 2014, por lo que ya superó ese máximo de ocho años al frente.
Sin embargo, la mayoría de los nueve miembros del tribunal desestimó hoy esos argumentos al dictaminar que esta cláusula no es retroactiva y que su mandato comenzó el 6 de abril de 2017, día en que se aprobó la Carta Magna. Su decisión no puede ser apelada.
Tailandia
El tribunal estableció que la cláusula no es retroactiva.
El primer ministro, que fue suspendido de sus funciones desde el pasado 24 de agosto mientras el tribunal deliberaba, volverá a su cargo a partir de hoy. Según el vocero del gobierno, Anucha Buraphashaisri, el dirigente respeta la decisión de la corte y está muy agradecido con todos los que le han brindado su apoyo.
El veredicto marca el final del mayor desafío que ha enfrentado hasta ahora el general, cuya popularidad atraviesa horas bajas debido a los problemas económicos del país. Además, el escrutinio al que ha sido sometido alimenta las muchas especulaciones de que la influyente Casa Real tailandesa buscaba reemplazarlo antes de las próximas elecciones generales.
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Se espera que los tailandeses acudan a las urnas en los primeros meses de 2023. Con el fallo de hoy, Prayuth sería elegible para la reelección, aunque aún tiene que anunciar sus planes. Eso sí, si vuelve a ganar debería dejar el cargo en abril de 2025, señaló hoy la Corte Constitucional.
Aunque las reglas electorales favorecen que el grupo respaldado por los militares retenga el poder, enfrentan una dura competencia del partido Pheu Thai, respaldado por el exlíder Thaksin Shinawatra.
Imagen del primer ministro tailandés, el general Prayut Chan-ocha, hablando con la prensa el mes pasado
Este millonario popular, al que se oponen los sectores más conservadores -militares, monárquicos, etc.- fue expulsado del poder tras un motín en 2006. Aun así, sigue manteniendo una fuerte influencia en el país desde el exilio, con sus grupos aliados. obteniendo buenos resultados en las elecciones que se han realizado.
La decisión de mantener a Prayuth en el cargo cayó muy mal entre los grupos estudiantiles que exigen una profunda reforma democrática del país. En respuesta, han llamado a los descontentos a manifestarse en el centro de Bangkok este viernes, lo que podría derivar en algunos altercados.
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El movimiento prodemocrático al que representan protagonizaron multitudinarias manifestaciones en 2020, en las que incluso abrieron el debate sobre el papel de la todopoderosa monarquía tailandesa en la sociedad actual.
Sin embargo, han perdido fuerza en los últimos meses, víctimas de una dura campaña judicial impulsada por las autoridades. En los últimos 18 meses, unas 200 personas, entre ellos menores de edad y la casi totalidad de sus destacados líderes, han sido imputados por lesa majestad, delito punible con hasta 15 años de prisión.