El acto principal en conmemoración de los 196 años de independencia de Bolivia Puso en evidencia este viernes las tensiones políticas y sociales que arrastra el país desde 2019 entre quienes afirman que hubo un «golpe de Estado» y quienes apuntan a un fraude en las fallidas elecciones generales de ese año.
La sesión de honor de la Asamblea Legislativa se instaló en La Paz en el flamante edificio del Parlamento construido detrás del antiguo Palacio Legislativo y con el mensaje al país del presidente, Luis Arce, como centro de atención.
Entre los invitados se encontraban el expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé, el cuerpo diplomático acreditado en el país y representantes de organizaciones sociales afines al Gobierno, así como un nutrido grupo de militantes del gobernante Movimiento por el Socialismo (MAS).
Dos discursos diferentes
Como preludio, tomó la palabra el vicepresidente del país y presidente del Legislativo, David Choquehuanca, cuyo discurso estuvo orientado a los objetivos e ideales de cara al bicentenario del país que se conmemorará en 2025.
El vicepresidente habló de «volver a la senda del equilibrio» así como de retomar las rutas «del respeto», «del consenso» y «de la paz».
Choquehuanca advirtió que «reparar una injusticia con otra injusticia es señal de no haber logrado cambios estructurales profundos», propuso una justicia sin impunidad ni corrupción y «con reparación de daños a heridas cerradas».
«La democracia es pactar y si no podemos llegar a acuerdos o consensos es porque no convencemos o no tenemos razón, ahí es cuando el país se pone en grave riesgo, cuando busca ganar en lugar de convencer», agregó. remarcó.
Cuando Arce tomó la palabra, estalló la polémica al referirse al gobierno interino de la ex presidenta Jeanine Áñez, al que habitualmente se refiere como “de facto”.
El mandatario acusó al Ejecutivo interino de provocar una crisis en «varias dimensiones» e insistió en que surgió de un «golpe» y que fue «inconstitucional e ilegítimo».
«No descansaremos, del ámbito de nuestras competencias, de exigir el enjuiciamiento y sanción de los perpetradores del golpe de Estado, quienes deben responder ante los tribunales por los hechos ilegales, ilegítimos y violentos», dijo el jefe de Estado. .
Vergüenza en el día nacional
La primera alusión que hizo Arce al “golpe” provocó una reacción airada de los grupos de oposición de Comunidad Ciudadana (CC) y creemos que gritaron que hubo fraude y llamaron al presidente mentiroso y títere.
En el momento más incómodo, Arce guardó silencio unos minutos mientras se intensificaban los gritos y acusaciones entre el partido gobernante, que tiene mayoría en el Parlamento, y la oposición.
Por su parte, los legisladores del MAS desplegaron carteles con la inscripción «Fue un golpe» y desde los balcones superiores los militantes del MAS llamaron a los opositores «asesinos», «mediocres» y «corruptos».
Las veces que Arce intentó volver a hablar, fue interrumpido por opositores que se reían sarcásticamente cuando mencionaba un número y por sus propios seguidores que lo aplaudían y elogiaban en voz alta cada vez que terminaba una frase.
Reacciones y críticas
En un mensaje difundido en redes sociales, el expresidente y líder de CC, Carlos Mesa, se refirió a un momento «oscuro y poco prometedor» cuando consideró que Arce no está cumpliendo su promesa de «construir un espacio de reconciliación y paz».
Mesa acusó al partido gobernante de inventar «verdades paralelas» y exigió al Ejecutivo que garantice la independencia del Poder Judicial.
En Twitter, el expresidente Jorge Quiroga calificó al mandatario de «atónito y aturdido», ya que «insultó y descalificó -una vez más- a la pasada administración» y «recicló promesas incumplidas de 14 años», en alusión a la anterior administración del MAS.
“No vamos a permitir que el presidente Arce use su ventaja para mentirle al país. Ahí está el títere de Evo Morales ”, dijo el diputado de la oposición Creemos Edwin Bazán en un video que grabó en medio de la cámara durante el discurso del presidente.
Las celebraciones por la independencia de Bolivia volvieron a ser modestas y restringidas por la pandemia del COVID-19, sin los habituales desfiles cívicos masivos de otros años.
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