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Vejiga hiperactiva: entienda los síntomas y tratamientos – 04/05/2022 – Equilibrio y Salud / Brasil

El síndrome de vejiga hiperactiva se caracteriza por la necesidad urgente de orinar. Se acompaña de un aumento en la frecuencia de ir al baño, estimulado por un impulso repentino que también se presenta por la noche, provocando el despertar de quienes padecen este problema.

En un tercio de los casos, las mujeres pueden experimentar incontinencia urinaria. El diagnóstico de la llamada vejiga hiperactiva idiopática (sin origen conocido) se realiza en ausencia de infección urinaria.

El problema se manifiesta cuando hay hipercontractilidad del músculo detrusor que recubre la vejiga. Es decir, esta mayor presión interna hace que tengas unas ganas constantes de orinar, incluso cuando queda poco líquido para expulsar. Así, es común que el paciente necesite ir al baño más de ocho veces durante el día y más de una vez por la noche.

En una situación normal, la vejiga siempre está relajada y, cuando hay necesidad de orinar, se da una orden de contracción y vaciado. En la vejiga hiperactiva, es como si este comando se disparara fuera de control.

Según Emerson Oliveira, profesor adjunto y responsable del sector de uroginecología y trastornos del suelo pélvico de la FMABC (Facultad de Medicina ABC), una de cada cuatro mujeres mayores de 40 años que acude al ginecólogo tiene vejiga hiperactiva.

“La prevalencia aumenta con la edad y repercute negativamente en las actividades diarias. La vejiga hiperactiva perjudica en gran medida varios dominios de la calidad de vida, promoviendo restricciones en la vida social y profesional, además de demandar mayor uso y recursos del sistema de salud”, destaca Oliveira .

La evaluación de la historia del paciente, además de los exámenes físicos y de orina, son los primeros pasos para llegar a un diagnóstico de vejiga hiperactiva. Para descartar otras causas de síntomas urinarios, como infecciones, cálculos en la vejiga, tumor vesical y diabetes, se pueden ordenar ecografías renales y del tracto urinario, evaluación urodinámica, cistoscopia y otras pruebas.

La vejiga hiperactiva puede ser el resultado de señales nerviosas que se transmiten del cerebro a la vejiga de forma imprecisa. Además, las enfermedades que afectan al cerebro y/o la médula espinal, los trastornos neurológicos, los espasmos musculares y los cambios hormonales pueden ser desencadenantes. Son los casos denominados vejiga neurógena, con un comportamiento diferente al idiopático.

Todavía es posible que las mujeres desarrollen síntomas de vejiga hiperactiva, como incontinencia urinaria, durante el embarazo. Es el resultado del aumento de la producción de orina, así como de la presión que ejerce el útero sobre la vejiga. En consecuencia, es más difícil controlar y mantener el flujo.

La ginecóloga Cássia Raquel Teatin Juliato, profesora de la Facultad de Ciencias Médicas de la Unicamp (Universidad Estatal de Campinas) y vicepresidenta de la Comisión Nacional Especializada de Uroginecología de la Febrasgo (Federación Brasileña de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia), explica el tratamiento de la vejiga hiperactiva .

“Una primera línea se refiere a las intervenciones conductuales, como dejar de fumar, ajustar el peso, controlar la obesidad y la diabetes”, dice.

Juliato afirma que se deben evitar los elementos que estimulan el músculo detrusor de la vejiga, como la cafeína, el alcohol, la pimienta, el chocolate, los refrescos y los alimentos ricos en potasio.

“El entrenamiento de los músculos del piso pélvico también mejora la condición. Otro aspecto incluye el tratamiento farmacológico con anticolinérgicos o adrenérgicos B3. En mujeres posmenopáusicas, se pueden usar estrógenos vaginales asociados a estos medicamentos”, dice también.

Para los casos más graves, en los que han fracasado los tratamientos previos, «la aplicación de toxina botulínica [botox] neuroestimulación intravesical, sacra y estimulación percutánea del nervio tibial».

Al notar frecuencia urinaria alta (intervalo menor a dos horas), urgencia urinaria, nicturia, incontinencia y ganas de ir al baño aún con la vejiga vacía, el paciente debe buscar ayuda, pues, como enfatiza Juliato, la vejiga hiperactiva es un síndrome con gran impacto en la calidad de vida de las mujeres.

«No te avergüences de los síntomas», dice. “Todos los ginecólogos están en condiciones de hacer el diagnóstico y el tratamiento adecuado. Pero, si hay un fallo en el tratamiento, hay que buscar un especialista, que es el uroginecólogo”, añade.

Oliveira refuerza que el impacto de tener una vejiga hiperactiva ocurre en los campos físico, social y psicológico. “Entonces, si tienes o conoces a alguien que presente síntomas, habla con un médico. La vejiga hiperactiva tiene tratamiento y eso hace toda la diferencia en la calidad de vida”, concluye.

Noticia de Brasil
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