Finalmente, Arias señaló que está muy feliz con su nueva vida. “Desde ese día, Juan en el almuerzo me dice: ‘No quiero ser su hijo, quiero ser su sobrino’. Y aquí estamos, construyendo un camino, a veces muy difícil. Teníamos discusiones horribles, porque él tiene 19 años y yo 60, hay que conocerse, pero generando un amor y una responsabilidad diferente».
Finalmente, Arias señaló que está muy feliz con su nueva vida. “Desde ese día, Juan en el almuerzo me dice: ‘No quiero ser su hijo, quiero ser su sobrino’. Y aquí estamos, construyendo un camino, a veces muy difícil. Teníamos discusiones horribles, porque él tiene 19 años y yo 60, hay que conocerse, pero generando un amor y una responsabilidad diferente».
Finalmente, Arias señaló que está muy feliz con su nueva vida. “Desde ese día, Juan en el almuerzo me dice: ‘No quiero ser su hijo, quiero ser su sobrino’. Y aquí estamos, construyendo un camino, a veces muy difícil. Teníamos discusiones horribles, porque él tiene 19 años y yo 60, hay que conocerse, pero generando un amor y una responsabilidad diferente».
Finalmente, Arias señaló que está muy feliz con su nueva vida. “Desde ese día, Juan en el almuerzo me dice: ‘No quiero ser su hijo, quiero ser su sobrino’. Y aquí estamos, construyendo un camino, a veces muy difícil. Teníamos discusiones horribles, porque él tiene 19 años y yo 60, hay que conocerse, pero generando un amor y una responsabilidad diferente».
Finalmente, Arias señaló que está muy feliz con su nueva vida. “Desde ese día, Juan en el almuerzo me dice: ‘No quiero ser su hijo, quiero ser su sobrino’. Y aquí estamos, construyendo un camino, a veces muy difícil. Teníamos discusiones horribles, porque él tiene 19 años y yo 60, hay que conocerse, pero generando un amor y una responsabilidad diferente».
Finalmente, Arias señaló que está muy feliz con su nueva vida. “Desde ese día, Juan en el almuerzo me dice: ‘No quiero ser su hijo, quiero ser su sobrino’. Y aquí estamos, construyendo un camino, a veces muy difícil. Teníamos discusiones horribles, porque él tiene 19 años y yo 60, hay que conocerse, pero generando un amor y una responsabilidad diferente».
Finalmente, Arias señaló que está muy feliz con su nueva vida. “Desde ese día, Juan en el almuerzo me dice: ‘No quiero ser su hijo, quiero ser su sobrino’. Y aquí estamos, construyendo un camino, a veces muy difícil. Teníamos discusiones horribles, porque él tiene 19 años y yo 60, hay que conocerse, pero generando un amor y una responsabilidad diferente».
Finalmente, Arias señaló que está muy feliz con su nueva vida. “Desde ese día, Juan en el almuerzo me dice: ‘No quiero ser su hijo, quiero ser su sobrino’. Y aquí estamos, construyendo un camino, a veces muy difícil. Teníamos discusiones horribles, porque él tiene 19 años y yo 60, hay que conocerse, pero generando un amor y una responsabilidad diferente».