El Ballet Contemporáneo de San Martín, dirigido por Andrea Chinetti, inició su regreso a los escenarios el sábado con un programa íntegramente dedicado a Astor Piazzolla coincidiendo con el centenario del nacimiento del compositor.
¡Un feliz regreso para la empresa y para el público, con esa extraña sensación, por otro lado, que el tiempo no había pasado desde la última vez, en 2019 !, que se levantó el telón de la sala Martín Coronado en función de la Ballet. Pero sin duda ha pasado el tiempo, el reencuentro tiene toda su fuerza y las lágrimas que el director no pudo retener son comprensibles Andrea Chinetti.
La sala se llenó dentro de los límites impuestos hoy, junto con el uso obligatorio de barbijo durante la función, el protocolo sanitario: 50 por ciento de su capacidad total; en este caso, cerca de 500 espectadores, lo que supuso el agotamiento de las plazas.
La sala estaba llena en el estreno. Foto: Carlos Furman
El programa
El programa estuvo conformado por cuatro trabajos que fueron presentados en este orden: primero Aquí viene el Rey, un solo creado por esa gran coreógrafa que fue Ana Itelman y que formó parte de la obra Nuestra Ciudad Buenos Aires, estrenada en 1968 en el Teatro San Martín.
Ésta es sólo una síntesis apretada, y al mismo tiempo sumamente expresiva, de un personaje mítico de Buenos Aires, el compadrito; un «retrato» hecho de gestos mínimos, de acciones muy concentradas, como si este compadrito bailara para sí mismo o como si evocara algo de él que había sucedido en otro tiempo. La interpretación de Lautaro Dolz en este solo, simple y extremadamente difícil debido al tipo de energía altamente controlada que requiere, fue sobresaliente.
Los espectáculos son los sábados y domingos, siempre a las 20. Foto: Carlos Furman
Luego, y en un efectivo contraste, Brenda Arana y Rodrigo Etelechea bailaron la luminosa y estimulante Escualo, una de las escenas de Estaciones de Buenos Aires (publicado originalmente en 1987), de Mauricio Wainrot. Es un dúo en el que se fusionan un juego muy fresco y una seducción abiertamente juvenil.
Las siguientes dos obras también pertenecen a Mauricio Wainrot y se ubican en dos épocas lejanas de su carrera. Libertango se estrenó en 1984 en la Sala Central del Teatro San Martín con algunos bailarines de la compañía a los que el coreógrafo había sumado alumnos del Taller de Danza Teatro.
Había cuatro obras en el programa del Ballet San Martín. Foto: Carlos Furman
Una creación que el coreógrafo pensó que por sus características no duraría y que sin embargo pronto subió al escenario de la sala Martín Coronado, esta vez para el Ballet Contemporáneo completo. Libertango, aplaudido por el mismo Astor Piazzolla que estuvo en el estreno, pone en escena ese ambiente nocturno y ese encuentro entre hombres y mujeres que forman parte del núcleo de la naturaleza del tango.
Libertango, cuyos disfraces fueron creados por Mini Zuccheri, no solo perduró en el tiempo, sino que luego fue ensamblado por Wainrot en muchas empresas alrededor del mundo. Entre este trabajo y Cuatro estaciones de Buenos Aires, estrenada en 2005 en el Luna Park, pasaron veinte años y el proceso de maduración de un coreógrafo que se viene demostrando como tal desde finales de los 70.
Los bailarines estuvieron magníficos y la selección de las parejas solistas fue todo un éxito. Foto: Carlos Furman
Cuatro estaciones de Buenos Aires Es una obra que, aunque con una temática y lenguaje afines a los de Libertango, penetra más profundamente en las relaciones que establecen los intérpretes entre sí, en la definición de los diferentes climas de la pieza y en toda la resolución escénica cuya responsabilidad compartió el escenógrafo y vestuario Carlos Gallardo.
Los bailarines estuvieron magníficos y la selección de las parejas solistas fue todo un éxito; Aunque fueron elegidos en primer lugar por su carácter de convivientes, es decir, de parejas en la vida real (requisito del protocolo escénico), sus actuaciones fueron maravillosas más allá de toda consideración: Daniela López y Rubén Rodríguez, Lucía Bargados y Matías De Cruz, Fiorella Federico y Darío Calabi.
Funciones: sábados y domingos a las 8 pm hasta el 11 de septiembre. Entradas desde $ 300.
POS
#Vuelvo #con #poco #Piazzolla
Fuente: Clarin.com