En un esfuerzo por promover la movilidad sustentable, la ciudad de Buenos Aires ha dado un paso importante hacia la incorporación de colectivos propulsados por energías limpias. La ley porteña establece que, a partir de enero de 2027, las empresas que gestionan las 30 líneas de colectivos de la Ciudad deberán incorporar colectivos propulsados a GNC y electricidad cada vez que cambien una unidad. Esta renovación ya ha comenzado, y en los próximos días empezarán a circular unidades a GNC, con la meta de que para 2026 al menos el 15% de la flota esté compuesta por colectivos eléctricos o a gas, llegando al 30% en 2027.
La empresa Metropol ha sido pionera en esta transición, anunciando la compra de 150 colectivos fabricados en China en un tiempo récord de 16 días. Estos colectivos, fabricados por King Long, el tercer productor de buses a nivel mundial, representan una inversión de USD 45 millones y se integrarán a las líneas 65 y 151 de la Ciudad. Esta iniciativa se enmarca en el Plan de Movilidad Sustentable del Gobierno porteño, buscando una operación más amigable con el ambiente y mejorando la calidad del aire y el confort urbano.
Entre los beneficios de estos nuevos colectivos se encuentra la reducción de emisiones contaminantes como el material particulado y los óxidos de nitrógeno, así como un menor impacto en la salud de las personas. Además, estos colectivos emiten un 25% menos de CO₂ por kilómetro y operan de manera más silenciosa que los motores convencionales.
La transición hacia la energía limpia en el transporte público no se detiene en los colectivos a GNC, sino que también abarca la incorporación de colectivos eléctricos. Una de las primeras líneas completamente eléctricas es el E-Bus, que conecta Plaza San Martín con Parque Lezama y requirió la construcción de una playa de recarga para las unidades. Además, ya se han iniciado las obras para la primera línea de Trambus, que unirá Pompeya con el Aeroparque, atravesando diversos barrios de la Ciudad.
Estos avances en la movilidad sustentable no solo buscan reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire, sino también ofrecer una experiencia de viaje más confortable para los pasajeros. Con colectivos equipados con aire acondicionado, wifi y hasta puertos USB para recargar equipos electrónicos, se busca modernizar el transporte público y hacerlo más atractivo para los ciudadanos.
En resumen, la incorporación de colectivos a GNC y eléctricos en la Ciudad de Buenos Aires marca un hito en la promoción de la movilidad sustentable. Con beneficios ambientales y mejoras en la experiencia de viaje, esta transición hacia energías limpias es un paso concreto hacia un transporte más eficiente, moderno y responsable.
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