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cómo harán ahora para no volver a confundirlos / Sociedad

La corazonada que tuvieron Sofía Rodríguez (25) y Leonardo Costa sobre las identidades de sus mellizos monocoriónicos, Lorenzo y Valentín -quienes nacieron en Mendoza y cumplieron 2 meses el 6 de marzo- no falló. La confirmación llegó a través de un audio: «Camisa celeste, Lorenzo, camiseta gris, Valentino». El proceso de toma de huellas dactilares de Renaper fue la clave para identificar oficialmente a los bebés, luego de que se les tomaran nuevamente las huellas dactilares para verificar la coincidencia con el registro anterior.

Sin más confusiones, celebran que ahora podrán ingresar a las historias clínicas y llevar un control individual, como la evolución del peso y la cartilla de vacunación, de cada bebé. ¿Cómo van a evitar mezclarlos de nuevo? Sofía está exhausta y colapsada, pero tarda cinco minutos y responde la llamada de Clarín. De fondo se escucha el dulce balbuceo de los bebés.

“De momento son bastante iguales, pero ahora podemos diferenciar a los pequeños porque Lorenzo tiene la cicatrices de ambas vacunas que aplicaron. Valentin, en cambio, no tiene ninguno. Además, siempre las vestimos de un color diferente. Seguro que no los volveremos a confundir”, responde por WhatsApp.

Incluso, para evitar más confusiones, también aplicaron la sistema de pulsera. Valentín lleva uno azul y Lorenzo uno azul claro. “Mañana los van a vacunar a los dos. Parece que la primera dosis que le falta a Valentín ya no es necesaria, nos recomendaron seguir con la siguiente vacuna para seguir con la rutina del calendario”, dice Sofía.

Padres primerizos, la pareja vive en San Francisco, provincia de Córdoba. ambos linajes tienen un fondo gemelo: ella por parte de su abuela y él por parte de su abuelo. Sofía es profesora de educación física y Leonardo se dedica a realizar informes de siniestros para compañías de seguros. “Cuando me quedé embarazada estábamos viviendo en España, pero preferí volver a Argentina para estar cerca de mi familia”, confiesa.

Las cicatrices de las dos vacunas que recibió Lorenzo son marcas distintivas para los padres de los mellizos.

Ante la incertidumbre, siempre mantuvo una actitud positiva y confiaba en que pronto recibiría una respuesta sobre las identidades de Tino y Lolo, los apodos de sus hijos. “A uno le llamamos Beto, porque ‘sabes, anda’, y el otro Nino no tiene nombre. Si no, a la izquierda y a la derecha”, bromeó en las entrevistas que concedió a distintos noticieros.

En cuanto a consejos a seguir, aseguran que recibieron miles de internautas de Twitter que respondieron a sus publicaciones. “Entre la teoría y la práctica hay una gran diferencia. Así que preferimos ver lo que podemos y sale. De momento, lo estamos haciendo bastante bien, mejor de lo que pensábamos. Pensé que iba a necesitar una niñera, pero hasta ahora lo estamos resolviendo juntos. Somos muy compañeras”, reflexiona Sofía, en diálogo con Clarín.

Valentín lleva uno azul y Lorenzo uno azul claro.

historia viral

La historia de los mellizos Lorenzo y Valentín se viralizó en las redes sociales luego de que Sofía contara la anecdótica situación. «Mañana tengo que ir a la policía para que me tomen las huellas dactilares de mis mellizos y me dicen cual es cualGané el premio a la madre del año».

El tuit generó más de siete millones de interacciones y abrió un extenso hilo que capturó en el centro de la escena las complicaciones a las que se enfrentan los padres para distinguir a sus hijos idénticos. También reconocieron que hubo muchas historias tras la viralización del tuit. «Hay gente de 30 años que sigue teniendo dudas. Aún nos quedan 29 años por aclarar y esperamos que se resuelva lo antes posible», bromeó.

¿Cómo te golpeó la exposición que lograste a través de un tweet? “Lo disfrutamos mucho y nos reímos de todas las notas. Solo que ahora estamos un poco agotados y cansados ​​con los gemelos y el trabajo. Por eso ya no salimos. Nos divertimos mucho y nos hacían reír las soluciones que querían darnos o las historias parecidas que nos contaban otros padres de mellizos en Twitter”, responde Sofía a la pregunta de Clarín.

El dilema de la identidad

La incertidumbre de esta historia comenzó una noche a principios de marzo. “Nos dimos cuenta que la pulsera que llevaba Valentín ya le quedaba pequeña, le apretaba el pie, así que lo cortamos. Me lo quité pensando que al día siguiente iba a saber cuál era cuál, pero nos levantamos toda la mañana para darles de comer y cambiarlos, les quitamos la ropa porque vomitaron, y al día siguiente estaban los dos en cuero. y ya no sabíamos cuál era. cuál”, reveló Sofía sobre el inicio de lo que se convirtió en una anécdota memorable.

Jugar al clásico juego de mesa “quién es quién” en el que un jugador tiene que adivinar qué personaje está oculto a partir de preguntas sobre rasgos físicos que le hace a su oponente tampoco hubiera sido una buena opción. “En persona son iguales”, había aclarado días atrás sobre el increíble parecido físico de sus hijos.

Los gemelos fueron identificados formalmente después del análisis Renaper.

“Encontré el mensaje del día que corté la cinta y le dije a mi novio (padre de las gemelas) de qué color era el body de cada una. Pero esa noche vomitaron y las dos terminaron en cuero”, publicó Sofía el 4 de Marzo.

Días después, transmitió su dilema en otro tuit. “El peso y las medidas era lo que más nos confundía. Lorenzo pesaba 200 gramos más que Valentín. Ahora, el que creíamos que era Valentín pesa 200 gramos más. No sabemos si Valentín subió 400 gramos más que Lorenzo o si Lorenzo es Valentín».

«Parece que le dieron la vacuna dos veces al mismo tiempo. Y están haciendo todos los estudios y no lo nombran porque no sabemos qué es”, continuó la madre de los mellizos. Y también posteó: “Les tomamos las huellas dactilares, pero no están en el sistema. Todavía no sabemos quién es quién».

Al trascender el caso particular y el pedido de ayuda de los padres, el ministro del Interior, Wado de Pedro, encomendó a las autoridades de la Renaper (que se encarga de identificar y documentar a todos los habitantes de Argentina) poner a disposición de los medios técnicos resolver el dilema familiar, que finalmente fue resuelto por un equipo del organismo dependiente de Gobernación.

“Para resolver el dilema, un equipo especializado de Renaper acudió a la casa de la familia en San Francisco, Córdoba, donde tomaron sus datos biométricos, los cuales fueron enviados en línea al área de Identificación de Renaper. Utilizando técnicas dactiloscópicas y con el apoyo de la tecnología necesaria, contrastaron las imágenes de las huellas dactilares con las de la base de datos Renaper. Además, a la familia se le entregó un certificado de datos de cada bebé», explicó a Clarín Santiago Rodríguez, dueño de Renaper:

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Fuente: Titulares.com

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