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cuando la cifra tiende a cero, llega la versión «Perro del infierno» / Sociedad


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En el último mes hubo 2 muertes por día en el país. Y en 2022 solo se produjo el 10% de las muertes de toda la pandemia. Lo que se sabe de la nueva subvariante de Omicron.

Aunque el Covid ya no es lo que era, se siguen produciendo muertes. Eso sí, a un ritmo más lento y con una incidencia cada vez más centrada en los mayores de 50 años. los 93 por ciento del 12,327 muertes ocurrido en 2022 corresponde a pacientes mayores de esa edad, según cifras del flamante Boletín Epidemiológico Nacional, correspondiente a la semana 44.

Esto significa que el número de muertos por Covid menores de 50 años, desde el pasado 1 de enero, fue 862. La letalidad bajó al punto que en los últimos dos meses (desde el reporte del 4 de septiembre al último del 6 de noviembre) hubo 234 muertos, lo que significa 4 por día. En el último mes, en tanto, (desde el reporte del 2 de octubre), fueron 66 y el promedio diario fue dos.

Si en cambio se toma el período desde principios de julio hasta el presente, el promedio diario de defunciones fue 7. La reducción desde entonces fue 70 por ciento. Como ha venido ocurriendo, el impacto de la letalidad aumenta con el aumento de la edad. Así, en 2022 hubo un contraste entre la 739 muertes en el rango de 20 a 49 años y 5,423 entre los mayores de 80.

Entre los 70 y 79 años había 3.229 muertes y entre 60 a 69 años, 1935. Finalmente, entre los 50 y los 59 años, el Covid afectó fatalmente en 2022 875 personas. Otro dato relevante completa este panorama: a pesar de la ola de contagios en Ómicron, entre diciembre de 2021 y enero de 2022, este año hubo apenas el 10 por ciento de las muertes ocurridas durante toda la pandemia en Argentina. Es decir, 9 de cada 10 muertes ocurrieron entre 2020 y 2021.

Vista en perspectiva, la variante Ómicron parece haber marcado uno antes y otro despues en la crisis sanitaria: más contagios pero menos muertes, asociadas a avance de la vacunaciónlo que ha permitido convivir con el virus con menos dramatismo que en los primeros días.

Desde su aparición a finales de 2019, el Covid ha ido adoptando diferentes disfraces. Foto: AP

Eso no quiere decir que el Covid siga dando vueltas. Tampoco, que tienda a desaparecer. En este pacto de convivencia con los seres humanos, evolucionado para lograr su supervivencia, a fuerza de mayor circulación y menos muertes. En definitiva, más vectores vivos para garantizar el tránsito.

Después de Omicron, no se han caracterizado nuevas variantes, aunque sí un número importante de subvariantes. Los últimos conocidos son BQ.1 y BQ.1.1, descendientes de BA.4 y BA.5, predominantes hoy en Argentina. Los nuevos, en cambio, ya llegaron a Brasil, aunque aún no se han reportado casos a nivel local.

En las redes sociales, el imaginario popular les ha puesto un nombre un tanto escandaloso: «Sabueso del infierno». Nada científico. Una fantasía inspirada en la mitología griega con apelaciones al inframundo, que en una abducción masoquista parece querer devolver al coronavirus, desde la cultura viral, el protagonismo que naturalmente ha perdido.

Esas dos nuevas subvariantes ya han proliferado en Europa y Estados Unidos, y se espera que dominen allí en los próximos días. Algunos informes preliminares han indicado que poseen una mayor astucia para esquivar la protección que dan las vacunas.

Las dos nuevas subvariantes han estado creciendo rápidamente desde octubre. A principios de ese mes, cada uno de ellos representaba alrededor del 1 por ciento de las nuevas infecciones en los Estados Unidos, pero su prevalencia era casi se ha duplicado semanalmente.

El Covid ha dado una tregua a la población en los últimos meses. Foto: Xinhua

La semana pasada, las dos subvariantes representaron aproximadamente uno de cada cuatro casos de covid-19 en ese país. En Brasil, la Fundación Oswaldo Cruz realizó la secuenciación genética del virus y localizó la nueva subvariante BQ.1que tiene mutaciones en la proteína Spike, lo que le permite conectarse e infectar células humanas.

Entre las mutaciones, presenta la R346T, también encontrada en la variante BA.5, que se asocia por estudios con la escape inmune significativo e incluso la evasión de anticuerpos causada por infecciones naturales por otras subvariantes de Omicrón.

“Es una subvariante que no tiene un signo de mayor gravedad que otras, pero que merece toda la atención para esa población que aún no ha sido vacunado. Entonces, aquellos que no tomaron la dosis de refuerzo deben buscar una unidad de salud, porque la vacuna protege contra la hospitalización y la muerte”, dijo el secretario municipal de Salud de Río de Janeiro, Daniel Soranz.

«Un análisis de los últimos 15 días por parte de la vigilancia estatal mostró un aumento en la tasa de positividad de las pruebas de PCR y antígenos para Covid-19. La tasa de PCR pasó 3 a 7 por ciento y la tasa de antígenos pasados 5 a 16 por cientoSubrayó Soranz.

La subvariante BQ.1 ya fue detectada en los estados de Amazonas, Rio de Janeiro y Rio Grande do Sul, lo que podría ser un indicio de que en poco tiempo la nueva versión del virus, con nuevas herramientas, podría decir que está presente en territorio argentino. .

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Fuente: Titulares.com

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