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Dos cotesanos santafesinos deciden la suerte de un coterráneo : Traferri

La investigación de una red clandestina de juegos de azar que operaba en Santa Fe conmocionó a la opinión pública y generó una crisis institucional sin precedentes en la provincia al quedar expuesta la participación de policías, el fiscal regional de Rosario y un fiscal subalterno, además de la acusación del senador de San Lorenzo, Armando Traferri, como organizador de la banda, junto a otros funcionarios políticos de menor rango.

Traferri nunca pudo ser imputado porque la Constitución provincial (que fue redactada en 1962 y no fue reformada) prevé fueros extraordinarios, que no existen en ningún ordenamiento jurídico del país y que otorga inmunidad procesal a los legisladores, además de la de arresto y el de dictamen. Al menos así lo ratificó la Corte de Santa Fe en una decisión dividida de cinco votos contra uno, según publicó en su momento la LPO.

Sin embargo, el viernes, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, junto a la fiscal general de Rosario, María Eugenia Iribarren, interpusieron un recurso extraordinario en la Corte Suprema de Justicia de la Nación solicitando la inconstitucionalidad del artículo 27 del Código Procesal Penal de Santa Fe. . .

En él, los fiscales están obligados, en el caso de los legisladores, a «abstenerse» de formular acusaciones aun «cuando haya mérito» y estipula que soliciten previamente la remoción del sospechoso de la Sala correspondiente. En este caso, los senadores radicales y un sector del peronismo protegieron a Traferri y la causa no pudo continuar en esa línea.

Ahora, con el caso trasladado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el tema rebasó los límites provinciales y dejó de ser un problema santafesino para convertirse en un problema nacional, consideró el fiscal Luis Schiappa Pietra, en diálogo con LPO.

Con el caso trasladado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el tema rebasó los límites provinciales y dejó de ser un problema santafesino para convertirse en un problema nacional.

Básicamente, la discusión sobre la que debe decidir la Corte es si procede o no que los legisladores de Santa Fe gocen de inmunidades tales que ni siquiera pueden ser sometidos a un proceso judicial a pesar de que existen pruebas en su contra. De hecho, la vicepresidenta Cristina Fernández sigue siendo procesada en varios casos y recién recientemente, si la justicia la declara culpable, habrá que pedirle al Senado de la Nación que le quite la inmunidad para cumplir su condena.

Los diputados y senadores de Santa Fe ni siquiera pueden ser imputados en un caso en el que fue condenado el fiscal Ponce Asahad, mientras que a su superior Patricio Serjal se le pedirá 12 años de prisión por haber brindado protección judicial e información sensible del Ministerio Público de la Acusación al capitalista del juego, Leonardo Peiti, quien admitió ante la Justicia haber dado dinero a la campaña de Traferri.

A su vez, el exconductor de autos y regidor de Granadero Baigorria, Oscar «Amapola» Larrauri, fue acusado de haber comprado inmuebles y autos con fondos provenientes de apuestas clandestinas y el exdiputado provincial del PJ Darío Scataglini que siguió trabajando en la Legislatura y junto a Traferri cabildearon para que Peiti se quedara con el juego legal mientras la investigación se extendía por toda la provincia donde se encontraron células de la organización en Melincué, Rafaela, Reconquista, entre otras ciudades.

Tal es la dimensión del caso que sacudió la institucionalidad provincial y aún se desconocen las consecuencias del mismo, que ahora serán definidas en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, integrada por dos santafesinos, su presidente Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti.

Es que en medio del reclamo social por una mayor transparencia en un contexto histórico muy diferente al de 1962, cuando se redactó la Constitución, como lo afirma en sus fundamentos Daniel Erbetta, quien fue el único juez de la Audiencia Provincial que votó Contra la convalidación de los privilegios de Traferri, será muy difícil que el máximo tribunal no confronte el fallo provincial.

Además de que la Constitución Nacional no contempla la inmunidad procesal, existen compromisos internacionales que observan de cerca las decisiones de la Corte en temas de corrupción institucional, lo que en este caso debe analizar por qué algunos representantes del Poder Legislativo y de la Diputación Provincial La Corte dice que un senador no puede ser investigado, acusado y llevado a juicio a pesar de las pruebas en su contra.

Tampoco se descarta que el máximo tribunal dedique unos párrafos a la Constitución de Santa Fe, que debió ser reformada y adaptada a la Constitución Nacional de 1994, donde se incorporaron los tratados internacionales: “no sería extraño que la Corte terminara concluyendo que la actual Constitución Provincial es inconstitucional Por ahora, el tema está en discusión en la política.

Fuente: LPO

Fuente: diariocordoba.com.ar

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