El edificio es un impresionante cubo de cristal que parece emerger del lago de Neuchâtel, en la ciudad suiza del mismo nombre. Se trata de centro de desarrollo e investigacion que montó Philip Morris International para cumplir una extraña premisa de una tabacalera: dejar de vender cigarrillos.
La empresa se fijó como meta, para 2025, que El 50% de sus ingresos proviene de sus alternativas “menos tóxicas” a los cigarrillos. Básicamente apuestan pors productos de tabaco calentados (lo comercializan bajo el nombre de IQOS en 78 países del mundo) con lo que aseguran -con la presentación de estudios científicos- una caída hasta «95% de toxicidad».
La Technovation tuvo lugar este martes en el Cubo, jornada en la que PMI presenta anualmente sus novedades. Participaron 100 medios de comunicación de todo el mundo, incluidos Clarín. Y el «caso argentino» no tardó en aparecer. Esta es la disposición del Ministerio de Salud, que a fines de marzo prohibió los dispositivos para calentar tabaco, cuando Massalin Particulares -filial local de Philip Morris- preparaba una inversión de 300 millones de dólares para comenzar a fabricarlos y comercializarlos en el país. .
Aunque cuando se conoció la resolución, Massalin había manifestado su «sorpresa», al considerar que la resolución va «contra el más esencial sentido común y los avances de la ciencia», este martes en Suiza el director general global de Philip Morris fue más contundente.
“¿Están prohibiendo un producto que reduce el riesgo? Alguien asuma la responsabilidad. No quiero ser parte de esta estupidez.tiene efectos graves”, dijo con vehemencia el polaco Jacek Olczak, al ser consultado por periodistas argentinos.
Lo dijo mientras exponía una foto con una cajetilla de cigarros como pieza de museo. “Apostamos a que cada vez más fumadores adultos cambian a dispositivos de tabaco calentado. En Japón, donde llegó el IQOS en 2014, ya hay un 40% de conversión”, detalló. Y de regreso a la Argentina agregó: “¿Qué hacemos con los cigarros allá? Podemos discutir todo, pero la prohibición no tiene sentido.”.
Durante las diversas presentaciones en el día del Cubo, se insistió en que los dispositivos son solo destinado a fumadores adultos que no pueden dejar de fumar. “Si no fumas, no empieces; si fumas, déjalo, y si no puedes dejarlo, cámbiate”, lema de la empresa.
Aunque es un campaña mundialhay palabras que parecen una respuesta a la resolución del Ministerio de Salud de Argentina que, sin duda, hizo ruido en la sede de Suiza.
“La evidencia respalda que los productos novedosos como los PTC (productos de tabaco para calentar) y similares son especialmente atractivos para los niños y adolescentes, y su introducción en el mercado tiene el potencial de llevar a la iniciación al tabaquismo en los jóvenes y adultos no fumadores, amenazando los logros ya obtenidos en materia de control del tabaquismo a través de políticas públicas implementadas anteriormente”, dijo el Ministerio de Salud en la resolución.
La respuesta en este caso proviene de Gregoire Verdeaux, vicepresidente senior de asuntos externos de PMI. Sin palabras tan contundentes como las del CEO, describe como «decepcionante» la normativa y afirma que es “difícil de entender”.
“Es una negación de la realidad y aunque Argentina no es el único lugar donde sucede, es grave para un país. con 7 millones de fumadores y que es el único de América del Sur con una tasa superior al 20%, similar a la de Italia o a la de países centroeuropeos”, describe en diálogo con Clarín.
Además, explica que en Argentina sirvieron de poco para reducir el número de fumadores, lo que marcó la ley de regulación del tabaco como acciones de prevención, menos lugares para fumadores, mayor presión fiscal o la prohibición de hacer publicidad.
“Entendemos que no es solo permitir, y en Argentina queremos hacer lo que ya hicimos en otros países del mundo, que es dialogar con los gobiernos”, concluye Verdeaux.
Se estima que actualmente hay más de mil millones de fumadores y la Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta que todavía habrá más de mil millones de fumadores en 2025.
Cómo funcionan los dispositivos
¿Cuál es la diferencia entre el cigarrillo electrónico y los dispositivos para quemar tabaco? La principal es que los primeros vaporizan un líquido que contiene nicotina añadida y los dispositivos utilizan tabaco para calentarlo, que tiene la nicotina natural presente en su propia hoja. Además, no generar humo ni cenizas.
Dentro de las alternativas libres de humo, Philip Morris International lleva 12 años desarrollando un dispositivo para quemar tabaco. Su plataforma más desarrollada es el IQOS, que ya está presente en más de 78 países. Y en la empresa aseguran que 26 millones de fumadores ya se han pasado a la nueva tecnología.
El IQOS es un dispositivo de la tamaño similar a un bolígrafo en el que se inserta un filtro que se comercializa con la marca Sheet y se vende como envoltorio de cigarrillos. A partir de ahí se inhala y no se vaporiza, por lo que la experiencia sensorial es muy similar a la de un cigarrillo. Pero sin combustión, lo que reduce la toxicidad de la nicotina.
Neuchâtel, Suiza (Enviado especial)
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Fuente: Titulares.com