Maximiliano Jaime de Mendoza vende camisetas de Diez en la calle para pagar gastos y entradas a los partidos. «Nada puede detenerte de un sueño», dice.
Cada persona que usa una camiseta tiene una ilusión. Sueña con ver ganar al club que ama y rendir homenaje a la figura del equipo. Bien lo sabe Maximiliano Jaime, mendocino de 28 años, que vino a Qatar a apoyar a la Selección y su forma de supervivencia es vender camisetas con la imagen de Diego Maradona. Y ella lo está consiguiendo.
Es un trotamundos, lleva cinco años viajando. Su última escala fue Australia, y en 2022 decidió regresar a San Rafael, al sur de Mendoza, para visitar a su familia. Desde que tuvo la idea de viajar al Mundial, compró una maleta y la llenó de camisetas con la imagen de Maradona.
Trajo más de 200 camisetas a Qatar y lleva dos semanas vendiéndolas por las calles de Doha y en la entrada a los estadios donde juega la Selección Argentina.
“El negocio de las playeras lo hago con un amigo argentino”, dice Maxi, quien sabe de ventas porque su último trabajo en San Rafael fue atención al cliente en una ferretería.
En 2017 decidió emigrar a España por un año para vivir algo diferente, pero siempre con la idea de volver a Mendoza. “Los primeros dos meses fueron bastante difíciles, extrañaba mucho y me costaba despegarme de mi gente. Pero cuatro meses después me di cuenta de que quería seguir viajando«, dice, mientras intenta vender una camiseta a un extranjero.
En una charla con un amigo que quería acompañarlo al Mundial de Qatar, y ante la dificultad de poder costear el viaje por ser un destino caro, se les ocurrió comprar camisetas para vender antes de los partidos.
«Viajamos a Argentina y compramos las camisetas porque era más barata. Elegimos a Maradona porque somos hinchas de Diego, y sabíamos que la mayoría usaría la de Leo Messi», dice.
Los amigos llegaron a Doha el 21 de noviembre, un día antes del primer partido de Argentina contra Arabia Saudita. Maxi se hospedó en un barrio llamado Barwa Barahat al Janoub, un complejo de habitaciones que se construyó exclusivamente para la Copa del Mundo, aunque está un poco alejado de los estadios.
“Dos semanas después de estar aquí, es como vivir en un barrio. Nos conocemos con la mayoría de la gente, y cada vez nos estan comprando mas camisetas«, dice el mendocino.
Las ventas le han ido bien: «Al principio, las camisetas de Maradona las compraban árabes y europeos, como croatas, daneses y alemanes. Con el avance de la Selección en la serie, mas argentinos nos estan comprando«.
Con esta venta ambulante, Maxi se está pagando el alojamiento, la comida y ha podido comprar boletos para tres juegos: contra Arabia Saudí, Polonia y Australia.
Muy feliz de estar viviendo esta experiencia de apoyar tan de cerca a la Selección, dice estar asombrado por la reacción de otros hinchas que «nos ven a los argentinos un poco loco, muy apasionado«.
El mismo no deja de sorprenderse con la afición hindú y árabe que son grandes fans de Messi y quieren que gane la Copa. Y cuenta una anécdota reciente: «Nos topamos con un hincha árabe que me retaba al partido sobre cuánto sabía cada uno de Messi. Sabía la fecha exacta del nacimiento de Antonela (Roccuzzo), cuántas asistencias había dado el capitán argentino». en los partidos contra el Real Madrid y en la Champions League. Sabía tanto que gané el juego«.
Maxi vende cada camiseta a 40 dolaresaunque puede ser un poco menos si alguien regatea o compra más de uno.
Cuando más camisetas se vendieron fue en los días en que el pancartas para cantar y animar a la Argentina, en un multitudinario encuentro en un mercado de Doha. “Somos los fans más bulliciosos, la gente se divierte cuando nos ve cantar, nos graba y está muy feliz”, dice.
De su vida en Argentina, extraña a su familia, juntarse a comer parrillada o jugar un picadito con amigos, aunque dice que siempre hay argentinos afuera para poder hacerlo. Sobre la inseguridad y la situación laboral en nuestro país, reafirma que “no me falta nada”.
Fanático del Sportivo Pedal Club de San Rafael donde jugó toda su infancia y de River, lleva su pasión por el fútbol a cada nuevo destino para vivir y trabajar.
De esta experiencia en Qatar, Maxi obtendrá un apodo: «Me llaman el mantero de la Selección»dice y se echa a reír. En parte, confiesa, por qué tanta gente está vendiendo en la calle: “Somos muy constantes y nos aparecemos por todos lados”.
A miles de kilómetros de distancia, su familia y amigos siguen esta aventura como una verdadera realidad. Y arenga a otros para animarlos a viajar: “Mucha gente no viene al Mundial porque no tiene recursos o tiene miedo de no tener el dinero. La verdad es que nada puede impedirte un sueño que tengas, es cuestión de proponer y arriesgar”.
Mendoza. Corresponsal
AS
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Fuente: Titulares.com