">

en la presencialidad nos formamos como personas, como sujetos y ciudadanos / Sociedad

Los problemas provocados por la pandemia en la sociedad; la salud, la educación y la economía no son nada nuevo, pero hoy debemos centrarnos en Mira al futuro, aprovechar las oportunidades y desafíos que plantea la pospandémica resolver emergencias con una visión estratégica de un país donde la Educación es una prioridad en todos los niveles.

Lo urgente es la reintegración en las escuelas de niñas y niños que quedaron atrás. Hay más de un millón y medio fuera del sistema escolar. Pero además, se requiere que el mayor número de estudiantes universitarios estudian sus materias y carreras en el aula.

La presencia no puede ser reemplazada por tecnología en ninguno de los niveles educativos. La virtualidad puede ser complementaria y también utilizada como se ha hecho en un momento de emergencia. Es cierto que la virtualidad en algunos espacios como la universidad ha sido más beneficiosa que en otros, pero en presencia entrenamos como personas, como sujetos y ciudadanos y es ahí donde el intercambio con el otro: el aprendizaje colectivo es insustituible.

En este contexto, la posibilidad de autonomía en determinadas instituciones es una prioridad, ya que no todos los territorios son iguales y, por tanto, pueden priorizar una modalidad sobre otra, atendiendo siempre también a apoyos específicos para quienes no tienen la capacidad de vinculación con la forma propuesta de educación.

La actividad universitaria presencial también es necesaria para fortalecer las capacidades y competencias de formación, investigación y extensión, líneas fundamentales del sistema universitario.

Entonces, hoy ya no se trata de discutir la falsa dicotomía entre educación virtual o educación presencial. Por supuesto, la virtualidad y el uso de tecnologías se vieron acelerados por la pandemia y seguramente aquí para quedarse y ser parte de la vida cotidiana, pero no puede reemplazar la presencia en todos sus aspectos.

La formación no solo se concluye con la transmisión y adquisición de conocimientos, sino que esta incorporación engloba diferentes espacios y vínculos, por eso la educación a distancia se convierte en un complemento para el proceso educativo, pero nunca podemos pensar en él como un todo y dejar que permanezca.

Entonces, el desafío que enfrenta la educación es la confirmación de este modelo híbrido, que tiene que ver precisamente con cómo se equilibra la presencia con el apoyo de la virtualidad, pero también cómo se replican y mejoran las condiciones de interacción en las aulas, en los modelos y espacios de enseñanza virtual y lo que papel que tendrá esta educación en la docencia presencial.

Que lo urgente no retrasa lo importante

Si entendemos que la educación es la prioridad para desarrollar un país con visión estratégica, tenemos que pensar en los desafíos de esta pospandémica y realizar los cambios estructurales que nuestra nación necesita.

Hablamos de inclusión, que seguramente es el más urgente, pero calidad e innovación también son pilares fundamentales sobre los que se requiere trabajar. Es en estos ámbitos donde debemos dar el debate sobre la formación de formadores, sobre la acreditación de contenidos, sobre los sueldos de nuestros educadores, sobre el rol y uso de la tecnología dentro y fuera del aula, entre otros.

Por tanto, para garantizar la equidad de la educación argentina se requiere una educación de calidad, inclusiva e innovadora. La inclusión implica no solo acceso sino también progreso y graduación y para eso Debe haber un acompañamiento del Estado y de cada una de las instituciones educativas.

Por su parte, la calidad se refiere a un concepto multidisciplinario que precisamente nos permite tener una educación que nos hace mejores, en términos competitivos y en relación a sus conocimientos, habilidades y aptitudes, que permite el vínculo con el entorno productivo, y la innovación precisamente. para adaptarse a los tiempos de cambio e incertidumbre. Argentina necesita que la educación sea central en las políticas de Estado, teniendo en cuenta que es la única herramienta para el desarrollo y el avance social.

Por otro lado, para lograr una educación adecuada de nuestras niñas y niños, es necesario brindar calidad en la formación de estos educadores. La buena docencia tiene que ver precisamente con que los cursos de formación docente, al igual que los cursos universitarios, pasan por un proceso de acreditación y que incluso los institutos de formación docente pueden incorporarse a los sistemas de evaluación institucional.

Estos sistemas en Argentina están vinculados a los necesarios procesos de mejora continua.

La acreditación se otorga en base a estándares con distintas prioridades que se deben cumplir en cada una de las carreras para que la formación de calidad esté efectivamente garantizada. Aquí se trata de la carga de trabajo, la dedicación de los docentes, la relación con la investigación y el desarrollo de los contenidos, entre otros, mientras que la evaluación se hace desde la perspectiva de la institución donde se evalúan las políticas que se desarrollan. en este sentido, la formación del órgano de gobierno y también las condiciones de las infraestructuras, por ejemplo.

#presencialidad #nos #formamos #como #personas #como #sujetos #ciudadanos
Fuente: Clarin.com

Salir de la versión móvil