¿Es el IPC el mejor indicador? / Titulares de Finanzas

La inflación es un flagelo que afecta, en mayor o menor medida, a todos los que forman parte de la sociedad. Ya sean personas, empresas o políticos, nadie está fuera del problema.

Para contadores que preparan estados financieros para empresas, Además, implica el reto de representar, con la mayor fidelidad posible, la realidad económica del momento.

Como es una tarea difícil -más con indicadores tan volátiles como los actuales- existe una herramienta que ayuda a identificar con mayor precisión los valores de activos, pasivos y resultados. Estamos hablando del ajuste por inflación.

Lo que dicen las normas contables

Este mecanismo busca reflejar el impacto de la suba generalizada de precios en las distintas cuentas contables y su aplicación está regulado por las resoluciones técnicas vigentes.

El objetivo, en definitiva, es analizar de la mejor manera posible la situación patrimonial y financiera de una entidad, considerando contextos tan complejos como los que atravesamos hoy en Argentina.

Estas normas -emitidas por la FACPCE y adoptadas por los Consejos Profesionales de las distintas jurisdicciones- no solo establecen la forma de calcular el ajuste por inflación, sino que también indican qué índice se debe utilizar.

Las resoluciones técnicas actuales establecen que se debe utilizar una serie de índices que son el resultado de combinar el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el INDEC (mes base: diciembre de 2016) con el IPIM publicado por la FACPCE.

Si bien la idea de la Federación es utilizar un solo indicador para armonizar los instrumentos contables, hay casos en los que se genera una duda: ¿El resultado de aplicar estos índices representa la realidad económica de la empresa?

No debemos perder de vista que el INDEC elabora otros, como el índice de costos de construcción (ICC), el índice de precios mayoristas internos (IPIM), el índice de precios mayoristas internos básicos (IPIB) y los precios básicos al productor (IPP). , por nombrar unos cuantos.

Precisamente por eso surge la inquietud. Puede ser que en la empresa para la que los profesionales en Ciencias Económicas elaboran el estado contable, otro indicador que el establecido por la normativa sea más representativo.

Por ejemplo, si estamos analizando la situación patrimonial y financiera de una empresa constructora, es muy probable que estén mejor representadas por el ICC, que precisamente indica el incremento de precio de los recursos que se incorporan físicamente a una obra.

¿Por qué, entonces, el IPC sería «el mejor» en una empresa descrita si los costos no aumentan en este índice?? Los salarios de los empleados no aumentan al mismo ritmo, ni tampoco los alquileres u otros gastos de oficina.

En esos casos, ajustar los costos de principio de año por IPC no representaría el valor de ese mismo costo al final del año y un ejemplo numérico puede ayudar a entender por qué.

Supongamos que el costo de alquilar la oficina de esta empresa fue de $100 000 en enero y en diciembre aumentó a $150 000, el aumento en esta situación es del 50 por ciento.

Ahora bien, si el IPC subiera un 95% anual, el costo de esa renta actualizada en base a lo que establecen las normas contables sería de $195.000. Claramente, hay un desajuste que no refleja lo que realmente sucedió.

Asimismo, si al inicio del año teníamos $150.000 en efectivo, alcanzaba para cubrir el pago de un mes y medio de renta, pero si se mantiene igual al final del año, apenas alcanza para cubrir un mes y medio de renta. mes, porque la realidad es que no aumentó como indica el índice. Por lo tanto, no representa un «poder adquisitivo de $292.500».

Ajuste por inflación: ¿es el IPC el mejor indicador para mostrar la realidad en los estados financieros?

hay opciones

Este es un ejemplo muy simple y probablemente muchos afirman que el ajuste por inflación representa la devaluación de la monedaes decir, la pérdida de poder adquisitivo de los pesos que se tienen en este momento.

Pero, ¿por qué tiene que ajustarse al IPC? la renta a principios de año, llevándola a $195,000, si la renta de hoy no aumentara en la misma proporción?

Al fin y al cabo, los hipotéticos $150.000 que hay ahora en efectivo son suficientes para pagar la renta de diciembre, mientras que si se ajusta este costo por IPC ya no serían suficientes.

Es comprensible que no podamos estar utilizando el índice que mejor nos parezca a cada uno. De lo contrario, es muy probable que la situación se vuelva totalmente incontrolable.

Pero no debemos perder de vista que la inflación siempre está al alza y todos los índices de precios que elabora la agencia oficial de estadísticas siguen la misma tendencia.

Quizá por eso sea el momento de preguntarse qué tan representativo de la realidad económica de la empresa es su balance. y, sobre todo, para saber si no sería conveniente encontrar la forma de aplicar el indicador que mejor ayude a obtener esa respuesta.

Yanil González, Gerente de Auditoría de Expansión Argentina