El oro y Bitcoin en la carrera por ser el refugio de inversión en 2025
En 2025, el oro y Bitcoin compitieron de manera directa por el lugar de “inversión de refugio” en un contexto global marcado por la incertidumbre. Aunque la criptomoneda volvió a presentarse como alternativa al sistema financiero tradicional, fue el metal precioso el que concentró los flujos defensivos y alcanzó nuevos máximos. La carrera dejó en claro que, al menos en 2025, el refugio preferido de los inversores siguió siendo el oro.
El oro como refugio en tiempos de incertidumbre
El año estuvo marcado por los efectos de la «guerra comercial» que encaró Donald Trump desde enero, el aumento de la tensión por distintos conflictos bélicos en todo el mundo y el temor por una baja de tasas de la Reserva Federal. En ese contexto, los inversores aumentaron sus posiciones defensivas y buscaron activos que permitieran cubrir su patrimonio frente a la incertidumbre.
El oro aumentó cerca de un 65% en un año y tocó valores récord en su historia. Junto con la plata, acumularon su racha de mayores ganancias en más de cuatro décadas. Hasta noviembre, los ETF globales que poseen oro físico sumaron activos durante seis meses consecutivos. Los ETF de oro a nivel global ahora tienen algo más de medio billón de dólares en activos, con entradas que van camino a ser las más fuertes de su historia.
La depreciación del dólar también llevó a más inversores hacia el oro, en particular a los bancos centrales. El dólar cayó alrededor de un 10% este año frente a una canasta de monedas globales, y cada vez más bancos centrales están recurriendo al oro en lugar del dólar para alojar sus reservas. Las reservas del Banco Central argentino mejoraron cerca de US$ 3.900 millones este año solo por la suba en las cotizaciones de sus tenencias en oro.
El futuro del oro y Bitcoin como activos de refugio
El oro terminó el año en torno a los US$ 4.365 y muchos analistas del mercado creen que aún tiene un recorrido alcista por delante, aunque no tan extraordinario como el que se dio en 2025. Por otro lado, Bitcoin, a pesar de sus características para funcionar como activo de «refugio» por excelencia, no logró sostener sus precios máximos en 2025.
Bitcoin comenzó el año con un optimismo desbordante, cotizando cerca de los US$ 93.000 y alcanzando un máximo histórico impresionante de US$ 126.300 en octubre. Sin embargo, este cierre de año lo encuentra luchando por mantenerse cerca de los US$ 88.000, lo que representa una caída de aproximadamente el 30% desde su pico y un rendimiento anual ligeramente negativo (cercano al 5%).
El bitcoin en un mercado más «adulto» en 2026
Para la comunidad cripto, el bitcoin ha comenzado a alcanzar cierta madurez dentro del mercado internacional. Maximiliano Raimondi, CFO de Lemon, comentó que en 2025, Bitcoin se consolidó como activo institucional. Gran parte de la suba se explicó por el dinero que entró a los ETF spot y por una presencia mucho mayor de inversores grandes. Hoy, esos ETF en EE.UU. ya acumulan cerca de 1.3 millones de Bitcoin.
Sebastián Serrano, co fundador y CEO de Ripio, también señaló que la adopción de Bitcoin está en aumento y se espera una regulación más clara en 2026. En precios, las proyecciones para el cierre de 2025 son los primeros valores que se están tomando como referencia para 2026: un Bitcoin a entre US$ 150.000 y US$ 250.000.
Conclusiones
En un contexto de incertidumbre global, tanto el oro como Bitcoin compitieron por ser el activo de refugio preferido por los inversores en 2025. Mientras que el oro alcanzó nuevos máximos y consolidó su posición como refugio tradicional, Bitcoin mostró signos de madurez y una mayor adopción institucional. El 2026 se presenta como un año clave para ambos activos, con proyecciones alcistas para el oro y expectativas de regulación y adopción para Bitcoin.
