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JpC: todos ganaron, ¿ganaron todos?

Los principales protagonistas del domingo 12 de septiembre en Córdoba serán los aliados de Juntos por el Cambio, que divididos en cuatro listas animarán las PASO. La pelea de fondo será entre las listas encabezadas por Mario Negri y Gustavo Santos, por un lado, y Luis Juez y Rodrigo de Loredo, por el otro. La cartelera la completan Javier Bee Sellares y Laura Sesma, y ​​Griselda Baldata y Dante Rossi.

Hasta la medianoche del sábado hubo un interminable intercambio de presiones y operaciones para conseguir los mejores lugares en las listas de candidatos a senadores y diputados nacionales (precisamente, precandidatos, porque las nóminas finales saldrán de la PASO).

El plazo expiró y Juntos por el Cambio encendió cuatro listas. De su lectura, curiosamente, se puede concluir que los primeros actores de la alianza deben manifestar satisfacción por haber alcanzado los objetivos que se habían marcado al inicio de la tarea.

Mario Negri, aunque jugaba con sus exasperantes silencios, quería ser candidato a senador nacional para, como mínimo, cerrar con broche de oro su larguísima carrera en el Congreso Nacional y, en lo más alto, ser el compañero de fórmula de Horacio Rodríguez. Larreta. El lo hizo.

Gustavo Santos aspiraba a renacer en la política cordobesa al encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales, para lo cual contó con la polémica bendición de Mauricio Macri. El lo hizo.

Luis Juez echa de menos la “hamaca paraguaya” del Senado y desde el inicio del partido afirmó que iría como primer candidato. Aunque perdió la gracia de Macri, cerró un acuerdo con Rodrigo de Loredo y enfrentará a Negri. El lo hizo.

Rodrigo de Loredo luchó por lo que siempre creyó merecer: número uno en la lista de candidatos a diputados nacionales. El binomio radical-radical no era posible, y prefirió a Juez a sus socios de Sumar para ubicarse en ese sitio. El lo hizo.

Ramón Mestre pareció caer del escenario electoral, pero finalmente tomó posiciones de fuerza y ​​estará en la lista final en un lugar esperado, como Soledad Carrizo, quien es de su sector interno; y si gana Negri, Liliana Ruetsch sustituirá a Soher El Sukaria en Diputados, con la que ocupará los tres escaños que puso en juego. El lo hizo.

¿Y la alegría?

A pesar de todo esto, nadie estuvo feliz ayer en los campamentos de Together for Change. Había ira y un sentimiento de oportunidad perdida, por lo que cada uno culpa al otro.

Las relaciones entre las partes que integran la alianza se han deteriorado como nunca antes, y la famosa mezcla de las listas expresa menos coincidencias que diferencias. Peor aún es el estado de los vínculos entre los líderes.

Negri y Mestre eran aliados pero se miran, como siempre. Aceptaron a Gustavo Santos porque no les quedó otra opción, pero hay que recordar que el poeta pluripartidista siempre fue identificado como un caballo de Troya en el pacto histórico fantasmal y real entre Mauricio Macri y Juan Schiaretti desde las plantas operativas de ambos radicales.
Juez y De Loredo tienen en sus expedientes descalificaciones y acusaciones para animar las charlas del café durante los descansos de la próxima campaña. Seguramente ninguno de los dos espera que el pacto que hicieron dure demasiado.

De Loredo recibe el rencor inquebrantable de Mestre y, ahora, de Negri. Y él mismo considera que los dos forman parte del pasado de la UCR, un partido que aspira a renovar un aliado, paradójicamente, como Juez. Además, los supervivientes de la Liga Sumar, Los Javieres Bee Sellares y Fabre, se sienten traicionados por el actual concejal, con quien compartieron la epopeya de un interno contra el dúo Negri / Mestre en el que perdieron pero sentando bases firmes para una política. movimiento que ahora debe rehacerse o desaparecerá.

Los macristas, a su vez, se dividieron en las listas encabezadas por Negri y Juez, profundizando entre ellas heridas que también costarán curar, y que ahora son más notorias porque están dañadas por las astillas del interno del PRO Nacional, partido que hasta que un par de años estuvo subordinado únicamente al jefe de Macri.

Este equipo de líderes desconfiados tendrá que pasar por las PASO tratando de minimizar el costo del enfrentamiento, y si es posible buscando aprovechar las canastas disponibles que van desde el liberalismo al liberalismo de los alfonsinistas liderados por Dante Rossi.

Juntos por el Cambio ganará las PASO y las elecciones generales muy cómodamente, si no hay una gran sorpresa que nadie observe en el horizonte. Pero dentro de la coalición habrá, el lunes 13 de septiembre, ganadores y perdedores, y los que dicen que el 2023 no está en el cálculo de este año mienten.

¿Quién engordará para el desafío provincial del 23? Si Negri y Santos ganan, los entrerrianos se verán presionados para intentar por tercera vez la Gobernación, aunque no está en sus planes, mientras que el exministro abrazará los resultados, ignorará las urnas y pretenderá cumplir la misión que le encomendó. Macri. Y Mestre ya estará reivindicado y luchará por una nueva oportunidad.

Si Juez y De Loredo ganan, el jefe del Frente Cívico apostará por lo que algunos le han oído considerar, demasiado dramáticamente, su última oportunidad provincial. Y De Loredo mirará el Palacio 6 de Julio con ojos confiados. Pero todos, absolutamente todos, sabrán que tendrán sus primeros adversarios en sus aliados.

* Para el diario de Alfil

Fuente: diariocordoba.com.ar

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