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La elevadísima inflación que habrá sin un cambio urgente, según Bour / Titulares de Finanzas

Los anuncios del nuevo «súper» ministro de Economía, Sergio Massa, generaron diferentes análisis en la Ciudad sobre lo que puede pasar en los próximos meses con el dólar, la inflación y la actividad. Especialmente, hizo ruido la expresión que «no habrá devaluación» del tipo de cambioentre otras declaraciones del funcionario.

Para analizar qué puede pasar con las variables clave para el país, iProfesional habló con Juan Luis Bour, director y economista jefe de FIEL.

Uno de los principales puntos planteados es que un Inflación que sigue acelerándose «es inconsistente» con el anuncio de un programa de estabilización.

-Tras los cambios políticos y los anuncios de Massa, ¿cómo está situada la economía?

-En el primer semestre. el déficit fiscal primario llegó a 2,2% del PBI, e incluso se puede decir que subió a 2,8% si se excluyen los ingresos de la propiedad, mediante el uso de derechos especiales de giro (DEG) del FMI.

Esto implica no solo un salto a partir de 2021, sino un nivel muy alto que requiere financiamiento extraordinario que Argentina no tiene. De ahí el salto en la emisión, a pesar de que el exministro Guzmán ya había utilizado el recurso de limitar los pagos en efectivo, como anunciaría pocos días después el exministro Batakis.

Así que con un Déficit primario descontrolado en la primera mitad del añosobre lo que poco pudo hacer Batakis, se sumaron nuevos gastos con el anuncio de la nueva moratoria por parte del Presidente de la Nación, más el bono especial de agosto para los beneficiarios del programa Mejorar el Trabajo y la designación masiva de funcionarios en distintos ministerios.

La llegada de Massa al Ministerio de Economía plantea varios interrogantes a los expertos.

De esta manera, el El ajuste de caja anunciado por Batakis fue solo una promesa en un contexto de fuerte emisión monetaria, lo que provocó un salto en la brecha del tipo de cambio y la pérdida de reservas. De hecho, el Banco Central cerró julio con apenas US$38.000 millones en reservas brutas, nivel que marca la estrechez, o desesperación, que caracterizó la actuación del Ministerio de Economía y del Banco Central en los primeros dos meses de este año, para firmar un nuevo programa standby con el FMI y tomar algo de «aire».

-¿Y cómo está la situación ahora?

Se acabó el «aire» y en agosto hay que volver a llenar las arcas del BCRA para «tirar» unos meses más, o enfrentar la necesidad de un ajuste de las cuentas públicas. En eso estamos con la asunción del nuevo ministro Massa.

-¿Cómo evalúa los anuncios de Massa?

-En cuanto a los anuncios, si bien aún no hay precisión en los instrumentos a implementar, sugieren que se intentará seguir una senda intermedia que suponga algún intento de frenar el aumento del déficit primario. Y, con ello, a las necesidades de financiación. También una entrada de fondos que nos permita salir de la situación de reservas líquidas netas negativas en la que nos encontramos a principios de agosto.

Por lo tanto, la límite al déficit primario podría provenir, en primer lugar, de la forma de calcularlo, que hasta ahora tenía bastante uso de «contabilidad creativa». Habrá que ver cómo sigue esto y hay que tener en cuenta que con una inflación muy alta se pueden licuar los niveles en pesos constantes.

-¿Cómo pueden afectarle niveles tan altos de inflación?

-La inflación al alza suele ser un aliado a la hora de calcular el déficit a precios constantes, ya que hay pagos que se asocian al pasado a través de atrasos legales, como en el caso de jubilaciones, pensiones, gastos sociales y, en general, salarios. Pero esto supone que la inflación continúa acelerándose, lo cual es inconsistente con el anuncio de un programa de estabilización.

los La principal fuente de los recortes de gasto anunciados está asociada al techo de consumo A partir de lo cual cesarían los subsidios, a lo que se suma la eliminación del subsidio para los consumidores de ingresos medios y altos.

Las fuentes de financiación y el déficit público las pone en la lupa Juan Luis Bour de FIEL

Las fuentes de financiación y el déficit público las pone en la lupa Juan Luis Bour de FIEL.

¿Qué otros anuncios llamaron tu atención?

-Otros Los anuncios del ministro Massa repiten lo ya previsto en el anunciado «plan Batakis», que, paradójicamente, terminó con un aumento récord de los compromisos fiscales en menos de un mes de ejecución. A lo anterior (moratoria, bonificación y empleo público), se suma la información que destrabó las obras de las presas de Santa Cruz.

Finalmente, algunos anuncios del nuevo Ministro suponer un aumento, no una reducción, del gasto, incluido el bono a jubilados que se otorgaría en septiembre. Esta, sin embargo, podría ser una alternativa para frenar otras iniciativas mucho más costosas, como el reclamo de un nuevo IFE para compensar el aumento de la inflación.

-Usted mencionó que el gasto público, que es un tema que está bajo la lupa, seguiría aumentando. ¿Cómo lees esto?

La estrategia es mucho más como «limitar el aumento del gasto, ya que aumentará», que aplicar la alternativa de «frenar el aumento del gasto y hacerlo caer significativamente en términos reales».

-¿Cuáles son los impactos de las medidas anunciadas?

-Con respecto a impacto a corto plazoen este punto conviene distinguir entre el impacto de los anuncios generales y el impacto de las medidas específicas, ya que no son equivalentes.

Eso es el los anuncios, generalmente vagos, tienden a tener algún impacto a corto plazo al generar arbitraje que dan lugar a movimientos inmediatos, como la entrada transitoria de capitales y la liquidación anticipada de exportaciones.

En resumen, las medidas anunciadas aún distan de ser concretas, con algunas excepciones, y de constituir un conjunto que pueda definirse como un programa, ya que, a nivel fiscal, los instrumentos parecen insuficientes para alcanzar las metas previstas en términos de déficit fiscal de 2 .5% del PIB para todo el año. Eso sí, salvo que se sume la contabilidad creativa y la inflación como instrumentos para acercarnos a la meta.

La forma en que se recortará la emisión monetaria es una de las interrogantes que tienen los economistas.

-También se anunció que se reducirá la emisión monetaria…

-Resultado Difícil en este punto evaluar por qué medios se reducirá la emisión monetaria la cual tiene varias fuentes: asistencia al fisco, emisión para sustentar el precio de la deuda, emisión que requiere un escenario “exitoso” de liquidación de exportaciones y la que resulta del pago de intereses sobre las acciones de Leliq y pases del Banco Central .

Hay que recordar que en tasas de interés vigentes y el stock de deuda, implica el pago de intereses a un nivel cercano a los 350 mil millones de pesos mensuales.

Por lo tanto, es muy claro que estamos lejos de un programa económico que se ocupe de los equilibrios estructurales que enfrenta Argentina. Hasta donde estábamos con Guzmán y con Batakis. Por tanto, sólo se trata de evaluar un conjunto de anuncios/medidas de corto alcance.

Sin indicaciones claras sobre el programa fiscal y monetario, aun cuando los anuncios indican que el objetivo es reducir los desequilibrios y el financiamiento monetario al fisco, hay que esperar a que aparezca el programa económico. Esto es a través de hacer explícitos los instrumentos, en qué nivel y en qué momentos se aplicarán, y cuál es la duración esperada del programa.

Esto es para los próximos 3, 6 o 17 meses, ya que no es un programa a largo plazo. En tiempos normales, el programa para el próximo año debería salir del Presupuesto General de la Nación, que hoy tiene poca credibilidad.

-¿Qué se puede esperar en este contexto para la inflación y el dólar?

En materia de inflación, es necesario anticipar que los próximos meses no darán mucho respiro, ya que salvo que aparezca el programa y permita reducir drásticamente la brecha cambiaria, no existen elementos que “anclen” las expectativas de ajuste de precios..

La inflación, según Bour, es compleja para que su inercia alcista disminuya en el corto plazo porque primero hay que anclar las expectativas.

De hecho, la sucesión de anuncios sobre importantes ajustes tarifarios, sumado a los anuncios de ajustes salariales, en un escenario que aún mantiene características de dominancia fiscal, mantienen una piso para la tasa de inflación a agosto de 6% mensual.

Sin programa fiscal y monetario, no hay mucho margen para esperar que la inflación no alcance un nuevo nivel anual de tres dígitos en unos mesesporque la mera persistencia de tasas cercanas al 6% anual implica que, tarde o temprano, se alcanzará este nuevo nivel.

Para entonces, el Ministro de Economía debe desempolvar un nuevo programa que nos permita fomentar la esperanza cerca de la estabilización. Esto sigue pendiente.-

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Fuente: iprofesional.com

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