Rusia utiliza la violación y la violencia sexual como arma estratégica de guerra por el control territorial en Ucrania.
Esta es la acusación que se escuchó reiteradamente este lunes en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Hasta el 3 de junio, la oficina de Derechos Humanos de la ONU recibió 124 denuncias relacionadas con este conflicto sobre violencia sexual, informó Pramila Patten, enviada especial del secretario general. De estos casos, 97 víctimas fueron mujeres y niñas, 19 hombres y niños, y una de sexo desconocido. La verificación de todas estas quejas está en curso, señaló.
Naciones Unidas dice que ha recibido 124 denuncias sexuales, pero eso es solo la punta del iceberg
En su presentación ante los 15 miembros del consejo, más un grupo de siete invitados -entre los que, como es habitual, se encontraba Ucrania- y con la participación de Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, Patten alertó del creciente número de acusaciones de este tipo más de cien días de guerra.
«Por nuestra experiencia de conflictos en todo el mundo, sabemos que la violencia sexual es la violación más sistemática y denunciada masivamente, y la información que tenemos en Ucrania solo representa la punta del iceberg», subrayó.
“Si esperamos datos y estadísticas más sólidas, siempre será demasiado tarde”, instó en su comparecencia. Como descubrió, la crisis humanitaria en el país devastado por la guerra «se está convirtiendo en una crisis de trata de personas».
Lamentó que «hay una brecha entre las resoluciones de la ONU destinadas a prevenir las violaciones y otras agresiones sexuales y la realidad sobre el terreno para los más vulnerables, las mujeres y los niños», subrayó.
Lo que siguió fue el habitual ping-pong verbal, excepto que el embajador ruso, Vasili Nebenzia, cerró la puerta.
Expresó que Charles Michel acusó a Moscú de usar la cadena de suministro como «un misil furtivo contra los países en desarrollo» al provocar una crisis mundial de hambre. El representante europeo también culpó a las tropas rusas de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, especialmente por las denuncias de violencia sexual, calificando su conducta como «una táctica de tortura, terror y represión».
Nebenzia, quien en su discurso anterior calificó de falsas estas acusaciones, luego dijo que “no podía seguir ahí por las mentiras de Michel”. En pleno discurso, y viendo lo que pasaba, el europeo le dijo: «Puedes salir de la habitación, tal vez sea más fácil que escuchar la verdad».