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Los peligros de aislar a Cuba /Titulares de Noticias de Chile

VISTA FT © 2021 The Financial Times Ltd.

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Debería ser una oportunidad histórica para la relajación: por primera vez en más de 60 años, Cuba no está bajo el mando de un Castro. El hermano menor de Fidel, Raúl, entregó las riendas del poder el mes pasado, semanas antes de cumplir 90 años, y dejó el Politburó con los gerontócratas restantes de la revolución de 1959 que los llevó al poder.

El paso de la antorcha marxista a la siguiente generación fue precedido por importantes reformas económicas. En medio de una severa escasez de alimentos y una escasez crónica de divisas, el gobierno cubano finalmente implementó planes largamente retrasados ​​para eliminar un pesado sistema de doble moneda y devaluar dramáticamente el peso cubano. La lista de empresas privadas autorizadas también se ha ampliado significativamente.

Con un nuevo presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca, quien prometió durante su campaña revertir algunas de las medidas más duras de Donald Trump, espera ver los gestos humanitarios de Estados Unidos para aliviar las restricciones a los envíos y vuelos como un preludio de un revés hacia el breve deshielo de los Estados Unidos. Era Obama, cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas plenas.

Por ahora, solo quedan esperanzas. Washington no hizo ningún movimiento y la Casa Blanca dijo el mes pasado que Cuba no era una prioridad en medio de una miríada de otros desafíos de política interna y externa.

Cuba no facilitó la tarea de Biden. No hubo glasnost discernible en las políticas de Miguel Díaz-Canel, el sucesor ungido de Castro, para acompañar la perestroika de las reformas económicas. El control del Partido Comunista sobre la vida cubana sigue siendo fuerte. Los disidentes continúan siendo acosados ​​y encarcelados. Uno de los hashtags favoritos de Díaz-Canel en Twitter fue #SomosContinuidad.

El partido de Biden teme otra derrota en las elecciones legislativas de Florida el próximo año a manos de latinos anticomunistas, lo que le costó dos escaños en el Congreso el año pasado. Esto aumenta la atracción de no hacer nada.

Sin embargo, los presidentes estadounidenses están en peligro si ignoran la pequeña isla caribeña a unas 100 millas de la costa. La crisis de los misiles en Cuba de 1962 fue lo más cerca que el mundo ha estado jamás de una guerra nuclear. Jimmy Carter fue sorprendido por el muelle de Mariel en 1980, cuando Fidel Castro abrió una salida para los disidentes y permitió que 125.000 cubanos llegaran a Estados Unidos en cinco meses (algunos eran criminales condenados y ex presos institucionales). mental). Los intentos de Bill Clinton de una diplomacia secreta con Cuba se arruinaron cuando La Habana derribó dos aviones civiles estadounidenses piloteados por exiliados cubanoamericanos en 1996. Este año, el número de cubanos que intentan escapar del Estrecho de Florida está aumentando nuevamente, incluso antes del pico del temporada de verano.

Los fracasos del embargo estadounidense de seis décadas a Cuba para lograr un cambio político son obvios. Los argumentos republicanos de que el enfoque de Obama ha fracasado son falsos: la iniciativa nunca ha tenido tiempo de producir resultados. La pandemia de coronavirus y las restricciones más estrictas de la administración Trump han exacerbado la crisis humanitaria.

Es hora de que Joe Biden se enfrente al lobby cubanoamericano y alivie las restricciones sobre vuelos y envíos directos ahora. Esto ayudaría a mejorar la vida de los cubanos comunes y crearía un mejor ambiente para reabrir un diálogo sustantivo con La Habana.

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Fuente: www.df.cl
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-05-04 08:00:00

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