«Dime con quién estás y te diré quién eres», dice el refrán popular.
Argentina atraviesa la pandemia con la peor administración, que por acción o por omisión hizo tan mal las cosas que hoy estamos llegando a los 100.000 muertos, con un país en ruinas y sin un horizonte que nos pueda dar esperanzas de que algo cambie. . en el futuro inmediato.
Ninguno de los dirigentes que hoy nos gobiernan podría estar liderando el destino del país sin que otros líderes los hayan apoyado, por lo que estos últimos también son cómplices absolutos y no pueden quitarse el abrigo. Los que apoyan a este gobierno autocrático, que transita cada acto de gobierno al borde de la ilegalidad, son responsables del dolor de tantos compatriotas.
Llevamos prácticamente un año y medio en una pandemia y las cifras de Argentina son dramáticas y muy pobres, más cercanas a un país africano que a una nación que en un momento de su historia ocupó un lugar privilegiado en el concierto mundial.
Miles y miles de muertos, económicamente destruidos, una incertidumbre del daño colateral que quedará por haber tenido la cuarentena más grande del mundo, miles de ciudadanos varados en todo el mundo por el odio y la incapacidad de los funcionarios paranoicos y una escandalosa y vergonzosa vacunación. algunos de los daños irreparables que vamos a tener.
Tenemos la obligación de no olvidar y no perdonar. Debemos tener memoria y ser coherentes. Quienes apoyaron a este gobierno son igualmente responsables. En muy poco tiempo, los ciudadanos tienen la oportunidad excepcional de demostrarles que nunca más volverán a jugar con nuestra vida y nuestro destino.
No tenemos derecho a olvidar, no tenemos derecho a perdonar. El país necesita nuestra coherencia, sabemos votar inteligentemente y castigar al cerdo y al que lo alimenta.
Fuente: diariocordoba.com.ar