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Tiene 21 años, es la primera bombera ciega del país y competirá en el Mundial de Atletismo / Sociedad

Un incendio el verano pasado en una estancia en Médanos, un pequeño pueblo entrerriano de 800 habitantes, fue el detonante. Los vecinos decidieron unirse para, de una vez por todas, Tenga su propio departamento de bomberos y no depender de las cercanas Ceibas, donde hay un cuerpo especializado que se hace cargo de cualquier emergencia.

Una vez finalizada la reunión, realizada en el colegio Justo José de Urquiza, se conformó el grupo que se incorporaría al curso y capacitación. Marcelo Paredes, jefe de bomberos de Ceibas y encargado de entrenar al incipiente destacamento, fue abordado por una joven que caminaba de una manera particular. “Señor, entiendo que usted es el responsable aquí. Me gustaría decirle que quiero ser bombero. Quiero ayudar a mi comunidad. ¿Es posible a pesar de mi discapacidad? Me sobran ganas y compromiso».

Trinidad Coppola creció y vive en Médanos. Tiene 21 años y ciego de nacimientocondición que no afectó a cada una de las metas que se propusieron, como convertirse en atleta de alto rendimiento, especialista en 100 y 200 metros planos y salto de longitud. Sus logros y campeonatos obtenidos de ella la depositarán en la Copa del Mundo de París, en julio, donde integrará el equipo de salto de longitud.

Trinidad tiene 21 años y se acaba de graduar de bombero y forma parte del cuerpo activo del primer destacamento de Médanos, su localidad.

“Soy muy mandón, a veces demasiado, no mido mis limitaciones, pero Prefiero ser así, arriesgada, que estar arropada sin animarme a hacer nada porque estoy ciega. Y así me pasó a mí cuando decidí ser bombero. En esa reunión, el 25 de enero, le dije a mi madre: ‘Mamá, cómo me gustaría echar una mano y ser bombero’. No vi su rostro, pero me la imaginé y sé que al principio no le caía bien».

Una vez que logró la aceptación de Paredes, el referente, Trinidad comenzó a prepararse, junto a otros once vecinos. “Ella es una más. En actividades como esta no se puede ser indulgente -remarca el jefe de bomberos-. Demostró sus aptitudes físicas, aprobó el curso para aspirantes a bomberos, se capacitó en primeros auxilios, primeros auxilios, resucitación cardiopulmonar y rescate. personas con fracturas tras accidentes de tráfico. Y ‘Trini’ sigue intensificando su formación», apunta el bombero.

Trinidad reconoce que la parte teórica le resultó compleja, pero lo logró. “No fue fácil estudiar con audios de los textos que me enviaban los profesores, pero, finalmente, Pude pasar todos los exámenes parciales y en cierto modo fue como una hazaña para mí. Es más, reprobé una y tuve que recuperarla y ahí me gradué. Sentí que mi decisión fue respetada, pero sin privilegios».

Trinidad Coppola, con el instructor Marcelo Rodríguez, quien la capacita en tareas de primeros auxilios.

Después de cinco meses de formación práctica y teórica, Trinidad se graduó a principios de junio y se convirtió en la la primera mujer bombero ciega del país. “No ver es normal para mí, no lo padezco ni lo padezco. No tengo el sentimiento ni la frustración de la pérdida, aparte que en mi infancia pude distinguir algunos colores, aunque con el pasar de los años años la ceguera fue total».

En el grupo de bomberos de Médanos hay 9 mujeres de un total de doce integrantes. «Y una de las mujeres es mi mamaque cuando vio que no podía contener mi decisión optó por acompañarme en esta aventura, hacer los cursos y estudiar juntos y hoy siento una ilusión tremenda por ello”.

Trinidad Coppola, bombera ciega, haciendo el curso de RCP.

Para Trinidad no hay obstáculo que se interponga en el camino. “Nunca me dijeron que no en ningún lado, pero debo reconocer que yo tampoco soñaba con ser bombero porque siempre me pareció algo imposible, algo inalcanzable. A medida que pasaban los meses de entrenamiento y entrenamiento comencé a tomar conciencia de lo que estaba logrando. Y saber con certeza que puedo salvar una vida me llena de orgullo”.

Existía la posibilidad de que Trinidad se uniera a la junta directiva del Cuerpo de Bomberos de Médanos, algo que ofendió a la niña. “Todo está bien con las diferentes actividades, pero no quería que me dibujaran, les dije muy claro, con respeto y humildad pero también con determinación, que Aspiraba a formar parte del cuerpo de bomberos activo para ser parte de los operativos. Lo aceptaron, pero yo tenía muy claro que me lo tenía que ganar».

Trinidad Coppola presta juramento ante el comandante general y el presidente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ceibas.

Tanto Trinidad como los demás bomberos voluntarios se arremangaron para pintar y acondicionar la casa de un vecino que generosamente la cedió para que allí se levantara el cuerpo de bomberos de Médanos. “El lugar es amplio pero hay que equiparlo. Este señor, que vive en Villa Paranacito, cuando se enteró que buscaban un lugar, con orgullo decidió prestar su casa por un tiempo. Todo avanza a pasos agigantados. pasos. Desde Santa Fe nos enviaron equipos para el personal y desde Ceibas llegó la autobomba. Felicidad absoluta».

Se mueve con determinación, como si no estuviera ciega. «La personalidad que pude construir se la debo a mi madre, Evangelina, quien me educó y me enseñó a tener mis herramientas para poder valerme por mí mismo. No es miedosa en absoluto, todo lo contrario que mi padre, mucho más cautelosa y vacilante, quizás porque es policía y es testigo de todo lo que pasa en la calle. Siempre seré una niña y él me ve, quizás, débil, vulnerable. Al final, soy yo quien termina por calmarlo».

Trinidad Coppola, orgullosa, junto al camión de bomberos recién llegado a Médanos, procedente de la ciudad de Ceibas (Entre Ríos),

Deportista de alto rendimiento y más sueños por delante

Le hace saber a Trinidad que siempre tiene una sonrisa en la mano, que es optimista sobre lo que está por venir. “Este país no es fácil, todo es cuesta arriba, en todas las actividades. Lo vivo de primera mano con el deporte, con una beca nacional que me da como 20.000 pesos, además de lo que gano de la pensión de invalidez. A pesar de todo, yo Sigo adelante. No me quejo, no me pregunto por qué tuve que estar ciego, y cuando a veces estoy medio desmoralizado, simplemente desaparece». Y agrega: “No está claro el motivo de mi ceguera, pero todo indica que un virus hospitalario afectó mi visión”.

Las horas del día no alcanzan para las actividades de Trinidad, quien estudia Educación Física en Gualeguay. “Me gusta la docencia y es para lo que quiero estar preparado dentro de un tiempo, cuando tenga mi propia escuela deportiva, un sueño que tengo, porque en Médanos no hay cancha deportiva y hay muchos muchachos que no tienen adónde ir a reclamarlo. Pero ahora quiero estudiar, ser bombero y aprovechar mi edad para sudar hasta la última gota en el deporte».

Trinidad Coppola, además de bombera, es saltadora de longitud profesional. Tiene un récord de 4,50 metros y es la número 10 del mundo. Ella viajará a la Copa del Mundo en París en julio.

Trinidad fue una destacada deportista juvenil ya los 14 años, por sugerencia de su entrenador que la conocía desde que era un bebé, volcó todos sus cañones hacia el atletismo. “Me entrené a conciencia, gané locales, nacionales y Gané la medalla de oro en salto de longitud, en Suiza, a los 17 años.. En 2021 consiguió el bronce en Perú y ahora me estoy preparando para ir a París. No tengo pantuflas, fueron hechas perchapero los voy a conseguir gracias a una donación”, dice la joven, quien sale con Junior Fernándes, futbolista de los Murciélagos, la Selección Argentina de Fútbol para ciegos.

La entrerriana es la mejor deportista en su categoría de salto de longitud y la número 10 del mundo, con un registro de 4,50 metros. “Aspiro a subir al podio, tengo que superar los cinco metros. No es imposible, pero tengo que seguir trabajando a doble turno como hasta ahora”.

“Sueño con llegar al podio en la Copa del Mundo de París, sé que no será fácil, pero confío en mis habilidades”.

También es una destacada corredora en los 100 y 200 metros lisos. «¿Cómo se compite entre ciegos? Yo corro atado a un guía, que son mis ojos y que debe correr más rápido que yo. Tiene que estar un paso por delante para que no termine tirando de él. Pero tengo que cruzar la línea de meta primero, de lo contrario me descalifican».

No deja de sorprender a Trinidad Coppola. Y así lo dice Marcelo Paredes, el bombero que la instruye y que sigue de cerca sus pasos. “Esta niña, y lo digo con cariño, es un canto a la vida y es el fiel reflejo de una frase manida, pero muy cierta en ella: querer es poder«.

mg

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Fuente: Titulares.com

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